198. La FM La Zona no se cierra 28-12-2004
197. Nuevo intento o intentona de la izquierda argentina 29-11-2004
196. La puta cultura argentina 24-11-2004
195. Carta abierta al pueblo de San Luis 22-11-2004
194. Un perro que es un lobo disfrazado de oveja 16-11-2004
193. Martes imperialista 02-11-2004
192. Yo voto por la Revolución Bolivariana 13-08-2004
191. Irresponsabilidad fiscal en la Argentina 06-08-2004
190. Bienvenidos “compañeros” empresarios sindicales 06-08-2004
189. Deuda Externa y la hipocresía de los culpables y mentirosos 04-08-2004
188. Béliz, Kirchner y la SIDE 30-07-2004
187. Obedecer es ser cómplices 23-07-2004
186. El minimalismo de Horacio Verbitsky 20-07-2004
185. Caos y anarquía 16-07-2004
184. Cállese por favor Alfonsín 07-07-2004
183. La excitación represiva de la derecha 30-06-2004
182. Ni olvido ni perdón en las minas de Río Turbio 20-06-2004
181. La educación y María Julia Alsogaray 24-05-2004
180. Digamos señor Blumberg 19-05-2004
179. No seamos chivatos de nuestra historia 26-02-2004
178. Cacerolas con ritmo reaccionario 22-02-2004
177. No confiemos en los salvadores 11-02-2004
176. Muchos otros más primeros de enero 01-01-2004
La FM La Zona no se cierra
28 de diciembre del 2004
Hoy en muchas comunidades se recuerda el “Día de los Inocentes” por aquello que a través de Herodes supuestamente se produjo la muerte de muchos niños bajo el pretexto de que alguno de ellos podría ser el “nuevo rey de los judíos”. Claro está, que como toda persecución es imperfecta, el fin no fue cumplido. Sin embargo se cuenta que muchos menores de dos años perdieron la vida.
En tierras algo lejanas de las de Belén también la persecución sigue vigente, como es el caso del “feudo sanluiseño”, o sea toda esa extensión de la provincia de San Luis.
Podemos y debemos condenar a los Rodríguez Saá con todas nuestras fuerzas y derechos ciudadanos, además de los humanos, pero no podemos quedarnos simplemente en ellos. Existen otros idiotas útiles, o comprados, o simplones soplones, o corruptos que forman y hacen la cohorte de ellos.
La ciudad de Villa Mercedes tiene, formando parte de la Universidad Nacional de San Luis, a la Facultad de Ingeniería y Ciencias Económico Sociales cuyas máximas autoridades son el decano Luis Alberto Costamagna y la vicedecana Elba Gabutti que no han tenido mejor idea que proceder al cierre de la emisora radial académica, la FM La Zona.
En momentos que la sociedad reclama en forma contundente que el imperio de las libertades estén por sobre todos los intereses de la clase política y de cualquier poder hegemónico, los mercedinos son objeto de un nuevo intento de silenciar a las voces que no responden al poder feudal.
Esto sería un dato más en donde impera el miedo y la inseguridad, salvo que en éste caso se trata de medidas tomadas desde el ámbito universitario y a través de la mano ejecutora de académicos que blandean títulos profesionales -seguramente nacionales- de Contador Público e Ingeniera.
No basta entonces con seguir repudiando estos hechos lesivos a la libertad de expresión e información, sino que debemos ir más allá hasta los “sin límites” que solamente conocen los pueblos cuando se movilizan, luchan y dan el debido escarmiento.
Porque a las medidas burocráticas y administrativas de no renovación de los contratos de los trabajadores y profesionales junto al cierre de la emisora hasta que se tome una decisión definitiva, que ya podemos anticipar que será su indefinido cierre, hay que hacerles frente. Hay que impedir que las mismas se lleven adelante ya no sólo con la “justicia de los jueces” que a lo sumo llega hasta la parsimonia de “no innovar”; sino con la “justicia popular ciudadana”. Esa que no debe dudar al momento de tomar la emisora para forzar que ninguna medida fascista avance.
Ojalá, y es por eso que está mi compromiso irreductible de acompañarlos y comprometerme, que sean muchos los ciudadanos que enfrenten a decanos, rectores y gobernadores con la unidad de acción que los tiempos, y los momentos particularmente, hoy reclaman.
Entonces mercedinos, ni un solo paso atrás. Ustedes no son inocentes.
28 de diciembre del 2004
Hoy en muchas comunidades se recuerda el “Día de los Inocentes” por aquello que a través de Herodes supuestamente se produjo la muerte de muchos niños bajo el pretexto de que alguno de ellos podría ser el “nuevo rey de los judíos”. Claro está, que como toda persecución es imperfecta, el fin no fue cumplido. Sin embargo se cuenta que muchos menores de dos años perdieron la vida.
En tierras algo lejanas de las de Belén también la persecución sigue vigente, como es el caso del “feudo sanluiseño”, o sea toda esa extensión de la provincia de San Luis.
Podemos y debemos condenar a los Rodríguez Saá con todas nuestras fuerzas y derechos ciudadanos, además de los humanos, pero no podemos quedarnos simplemente en ellos. Existen otros idiotas útiles, o comprados, o simplones soplones, o corruptos que forman y hacen la cohorte de ellos.
La ciudad de Villa Mercedes tiene, formando parte de la Universidad Nacional de San Luis, a la Facultad de Ingeniería y Ciencias Económico Sociales cuyas máximas autoridades son el decano Luis Alberto Costamagna y la vicedecana Elba Gabutti que no han tenido mejor idea que proceder al cierre de la emisora radial académica, la FM La Zona.
En momentos que la sociedad reclama en forma contundente que el imperio de las libertades estén por sobre todos los intereses de la clase política y de cualquier poder hegemónico, los mercedinos son objeto de un nuevo intento de silenciar a las voces que no responden al poder feudal.
Esto sería un dato más en donde impera el miedo y la inseguridad, salvo que en éste caso se trata de medidas tomadas desde el ámbito universitario y a través de la mano ejecutora de académicos que blandean títulos profesionales -seguramente nacionales- de Contador Público e Ingeniera.
No basta entonces con seguir repudiando estos hechos lesivos a la libertad de expresión e información, sino que debemos ir más allá hasta los “sin límites” que solamente conocen los pueblos cuando se movilizan, luchan y dan el debido escarmiento.
Porque a las medidas burocráticas y administrativas de no renovación de los contratos de los trabajadores y profesionales junto al cierre de la emisora hasta que se tome una decisión definitiva, que ya podemos anticipar que será su indefinido cierre, hay que hacerles frente. Hay que impedir que las mismas se lleven adelante ya no sólo con la “justicia de los jueces” que a lo sumo llega hasta la parsimonia de “no innovar”; sino con la “justicia popular ciudadana”. Esa que no debe dudar al momento de tomar la emisora para forzar que ninguna medida fascista avance.
Ojalá, y es por eso que está mi compromiso irreductible de acompañarlos y comprometerme, que sean muchos los ciudadanos que enfrenten a decanos, rectores y gobernadores con la unidad de acción que los tiempos, y los momentos particularmente, hoy reclaman.
Entonces mercedinos, ni un solo paso atrás. Ustedes no son inocentes.
Nuevo intento o intentona de la izquierda argentina
29 de noviembre del 2004
“La doctrina socialista es una doctrina de amor,
la bandera roja es el símbolo de las reivindicaciones de todos los pueblos,
es la bandera internacional que debe ser respetada por los hombres buenos,
porque en ella está escrito el programa noble y grande,
que es el programa de la humanidad que sufre”
Alfredo L. Palacios
Me pregunto si la reunión celebrada en la ciudad de Rosario el pasado sábado será o no como otros intentos realizados anteriormente, los que terminaron en fracasos y desalientos muy difíciles de remontar. Ellos han provocando un descrédito hacia la izquierda aún en el extremo de no haber ejercido jamás el poder y de haber sido desde hace más de un siglo la usina necesaria e imprescindible de ideas y luchas que concluyeron en las conquistas de los derechos humanos, sociales y laborales.
En ésta nueva oportunidad, bajo la denominación de “Encuentro Nacional por la Soberanía Popular por un Nuevo Proyecto de Nación”, una amplia convocatoria de militantes y dirigentes de la izquierda y centro izquierda nacionales pretenden conformar un movimiento social y político, por ahora no electoral, donde tengan cabida diferentes expresiones de los movimientos sociales, cooperativistas, sindicales, independientes y políticos.
Cualquiera que conoce la historia, y además es bien intencionado, sabe que es posible lograr un espacio político que aglutine a diferentes sectores si se parte de establecer cuales serán los motivos de la conformación del mismo, no dejando solamente enunciado una simple declaración de principios que en éste caso también cuenta con una extensa denominación.
La realidad de nuestro país, extensiva al continente centro y sudamericano, es la explotadora e inequitativa distribución de la riqueza y del ingreso que coloca a sus inmensas mayorías en la pobreza e indigencia. La “madre riqueza” y el “padre ingreso” han dejado huérfanos a los pueblos por haberse entregado al designio de los grupos concentrados y hegemónicos de interés económico, financiero y político, tanto nacionales como foráneos.
Si la nueva experiencia de aunar voluntades en la izquierda queda nuevamente definida para establecer quienes son los responsables de la hecatombe y dejar otra vez enunciado un mancillado listado de los responsables todo será en vano. Sencillamente porque es justamente el pueblo el que lo tiene muy claro por padecerlo en carne propia y mucho más que las clases dirigenciales de la mismísima “siniestra” política.
Es más, considero que los tiempos del diagnóstico se han acabado como también la búsqueda de sus culpables que ha sido hasta el presente el pasa tiempo de los que no han querido ni sabido hacerse del poder, o por lo menos luchar por él de forma coherente y consistente. Porque justamente de eso debe tratarse cualquier intento de unificar criterios desde una visión política y socialmente superadora que tiene que ser fundamentalmente revolucionaria.
Si se pretendiera pensar que basta con hacer nuevos y pequeños ajustes al sistema capitalista para disfrazarlo con una máscara menos temeraria hacia los millones de oprimidos, empobrecidos y hambreados que lo padecen, una vez más estaríamos en presencia de mentiras y pérdidas de tiempo. Las que siempre son utilizadas por los mismos que usufructúan del poder desde hace prácticamente doscientos años, o sea desde nuestros orígenes independentistas.
La realidad nos pone frente a un desafío que va más allá de nuestras propias fronteras y que debemos comprender que debe comprometer a todo un continente en la búsqueda de una salida humanista con políticas y los proyectos sociales reivindicativos en donde el eje sea el ciudadano. No alcanza, en consecuencia, con el logro de un espacio político mayor para luego quedarnos dormidos en los efímeros laureles de un crecimiento electoral insostenible, sino que debemos pensar en las formas de hacer una convocatoria que alcance a todos los que de una u otra forma estamos dispuestos a terminar con el actual estado de cosas y las funestas prácticas políticas. Esto requerirá años de militante trabajo.
Los tiempos por venir nos darán la dimensión exacta de que vamos camino hacia el poder, que no necesariamente debe terminar con obtener el gobierno, ya que éste mientras que sea producto de un simple resultado electoral no hará posible que se lleven adelante los cambios revolucionarios necesarios. La garantía de estará en lograr una verdadera y efectiva participación popular en los asuntos que nos incumben a todos y no solamente a los dirigentes, por cierto siempre necesarios.
Con todo, y por todo, debemos colocar nuestras esperanzas y militancia activa en este nuevo espacio político y social, considerar que desde la amplitud de la convocatoria podrá quedar garantizada una base de sustento lo suficientemente sólida para actuar en todos los terrenos de la vida nacional y no dejarlo centrado en el accionar político electoral solamente. Éste ya se encuentra cooptado por el dúo partidista que se pasa el gobierno por turnos de espalda a los que dicen querer representar cuando en la realidad lo único que les interesa es sacarle los votos necesarios cada dos años.
Para conseguir el fin buscado siempre serán escasos los tiempos y las modalidades que diseñemos, las que deben destruir las prácticas del pasado tan llenas de vicios y preconceptos conspirativos e intolerancias como vacías de un proyecto que no deje dudas sobre el accionar futuro.
Coraje, fuerza y convicción son imprescindibles al momento de establecer los cursos de acción política, desechando cualquier entendimiento con los que ayer y hoy usufructuaron de la política para denigrarla a la simple búsqueda de corrupción institucional y proveedora de bienes y fortunas para unos pocos dirigentes, burguesías asociadas y grupos económicos interesados en la expoliación del patrimonio nacional.
Será necesario ser claros y precisos al propagar el ideario socialista de justicia social, equitativa distribución de los bienes y las riquezas, activa participación del Estado en la regulación de las actividades sociales y económicas, confraternidad internacionalista con los pueblos del mundo, libertades individuales y políticas en un estado de derecho donde el hombre sea el beneficiario de las políticas. Donde los derechos humanos y sociales sean rectores de una sociedad que busque el bienestar del hombre nuevo del mañana.
Trabajemos en esta “Convocatoria a la Militancia Popular” para que podamos hacer realidad éste nuevo intento de la izquierda argentina que no termine en “intentona”.
La puta cultura argentina
24 de noviembre del 2004
“La cultura es la sonrisa con fuerzas milenarias
ella espera mal herida, prohibida o sepultada
a que venga el señor tiempo y le ilumine otra vez el alma”
León Gieco
Me permito utilizar la palabra “puta” parafraseando los dichos del ex secretario de Cultura de la Nación en una clara demostración de que la cultura en la Argentina es simplemente una Secretaría más dependiente del presidente de la Nación. La inactividad del área ha quedado evidente en estos días, o mejor dicho confirmado lo que se viene sosteniendo desde el mismo momento en que fue designado en su cargo el ahora depuesto o renunciado sociólogo Torcuato Di Tella, hace dieciocho meses.
Para el Diccionario Enciclopédico Espasa la palabra Cultura es el conjunto de conocimientos adquiridos por una persona mediante el estudio, la lectura, los medios de comunicación, las relaciones sociales, etc.
“Después del derrumbe” es el título del libro presentado por Néstor Carlos Kirchner el 15 de abril del año pasado en el Hotel Panamericano, antes de ser elegido presidente por algo menos de una cuarta parte del electorado. Su coautor era Torcuato Di Tella y supuestamente producto de conversaciones entre éste y el por entonces gobernador santacruceño que intentaba plasmar la “Teoría y práctica política de la Argentina que viene”. Como corresponde a los supuestos interesados en la “Kultura” un año después en la Feria del Libro la impronta “kultural” la tuvieron solamente algunas señoritas contratadas por “Los Guardianes de la Democracia” con unas remeras en las que se podía leer la leyenda “Kirchner conduce, Argentina acompaña”.
En el país del “sálvese quien pueda” la cultura no es ajena a ello. Basta ver, sin más, el comportamiento de los diputados y senadores al momento de tratar leyes trascendentales para el país y que según la orden recibida desde el poder hegemónico del Ejecutivo Nacional deciden “no bajar” a dar el debate como ha sucedido en el caso del tratamiento de los proyectos de ley sobre la deuda externa odiosa hace solamente unos días atrás. Actitud muy diferente a cuando se chocan por entrar al recinto para aprobar superpoderes, presupuestos falaces y emergencias económicas que persiguen el único fin de entregar la suma del poder a una sola persona, el presidente. Porque debe quedarnos bien claro que “Argentina acompaña, mientras Kirchner conduce”.
Entonces de que vale que nuestros hijos deban leer en la Gran Enciclopedia Salvat que la cultura es el resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por medio del ejercicio y del estudio las facultades intelectuales del hombre.
Es el mismo país, funcionariato enriquecido mediante, en el que a los veteranos de la reconquista de las Islas Malvinas se los hace mendigar un reconocimiento económico durante veintidós años, en el que no se defiende a las culturas indígenas y se permite que se les siga negando el derecho de propiedad sobre sus tierras usurpadas, en el que se obliga que los hijos tengan que contemplar como sus padres han sido expulsados de su actividad laboral y que los vean arrodillados detrás de prebendarios y miserables planes de ayuda social que únicamente permiten que sus cadáveres no siembren nuestro vasto territorio.
Es por eso que la cultura, tanto como la educación, tienen relegados desde siempre sus presupuestos imposibilitando hacer un país digno que se forjó en las luchas y convencimientos de patriotas revolucionarios como Moreno, Castelli, San Martín, Belgrano, Rodríguez Peña, Vieytes, Beruti, French entre otros. Nuestros funcionarios y políticos reniegan de tomarlos como ejemplo porque indudablemente no les permitiría apropiarse de los beneficios abusivos que hoy tienen y que todo un pueblo sostiene.
La Real Academia Española nos dice que cultura es el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. Desgraciadamente los que dirigen los destinos de la Patria no tienen la voluntad de detenerse a desarrollar un conocimiento juicioso, y menos aún ser capaces de tolerar crítica alguna. Desde sus sitiales del poder prestado son brabucones e intolerantes sin miramiento alguno.
La anécdota ahora es la verbosidad incontenible de Di Tella, como si sus descalificaciones constantes y su inoperancia no serían el reflejo de un gobierno que encuentra en el equilibrio y superávit fiscal su única razón de gobernar, y sobre los cuales pretenderá enquistarse en el poder ya que cuenta con el entrenamiento logrado en su pasado reciente. Podemos observar y padecer que la distribución equitativa del ingreso y la riqueza nacional, así como el procurar un estado de bienestar general han quedado olvidados en algún lejano sitio de una supuesta militancia juvenil. Mentecatos de ayer y de hoy que han encontrado en la política la fuente de recursos necesaria para disfrutar de una holgada forma de vivir y hacer crecer sus patrimonios exponencialmente.
Esto es así cuando y se verifica cuando estos supernumerarios no tienen siquiera la mínima dignidad de pedir perdón por sus errores, los cuales siempre cargan sobre las espaldas del pueblo, al que le han asignado solamente la función de “acompañar” y nunca la de participar y opinar. Aunque con las fotografías, grabaciones y filmaciones intenten convencernos de lo contrario sabemos muy bien que en los cotidianos actos políticos, en los cuales se hacen vivar y aplaudir, no buscan conocer la opinión de los presentes que son simplemente reducidos a una suerte de claque. Ellos saben muy bien que más temprano que tarde se esconderán en el inconsciente colectivo, como indefectiblemente siempre sucede, dejando tras de sí al pueblo padeciendo penurias, hambre y pobreza cada vez más alarmantes.
Un pueblo al que se le niega la cultura y en un país donde los cargos en ella son ocupados por incapaces tiene una condena terrible de cara al futuro, llegando a las funciones públicas si son amigos y “del palo”, y que son convocados, utilizados y ensalzados hasta el exacto momento de ser tirados por la borda de la mismísima cloaca política cuando su mantenimiento se hace insostenible.
Sin embargo, el pueblo tiene y reconoce su propia cultura a pesar de todo y de todos, esa que hoy nos hace lamentar el fallecimiento de Adolfo Castello y comenzar a extrañar al militante, compañero y excelente periodista que solo concebía la vida transitándola codo a codo con nosotros y jamás con los que traicionan a sus conciudadanos.
Los pueblos solo pueden consolidar su cultura mediante los ejemplos y el espíritu superador que se debe ir gestando y produciendo en cada generación, con una educación que fomente el saber y entender desde niños a los que deben ser hombres nuevos del mañana y con principios fraternales de respeto, igualdad y libertad.
Debemos ser claros, terminantes y decir la verdad por más que nos pese: la puta cultura argentina es producto de los funcionarios corruptos y mentirosos, de los muchos legisladores que permiten ser coimeados haciendo de la vagancia y las negociaciones su andar y de los jueces que son apéndice del poder de turno permitiendo violentar los más elementales derechos del pueblo.
Carta abierta al pueblo de San Luis
22 de noviembre del 2004
Hay momentos, hechos y sucesos en la historia de los pueblos que marcan un antes y un después.
Ustedes, ciudadanas y ciudadanos de San Luis, han demostrado que la constancia y la militancia activa por el efectivo cumplimiento de la Constitución y las leyes son el mejor antídoto contra los atropellos pringosos de los feudales y bárbaros de la política.
Ustedes con su activa y decidida movilización no han permitido que un iluminado poder, el de los Rodríguez Saá, puedan salirse con la suya y desconocer la voluntad mayoritaria de un pueblo que en elecciones libres decidió quién sería el intendente de la ciudad capital de la provincia.
La autonomía municipal ha sido arrasada por los gobiernos provinciales y nacionales de sesgo autoritario a lo largo y ancho de nuestro país y de nuestra historia, no solamente en cuestiones electorales sino también en las financieras, educativas, sociales, de la salud y en cuanto a las libertades. Violando en consecuencia a la mismísima constitución.
Pocos han sido los pueblos que se han mantenido firmes en la lucha por sus derechos y han desconocido aquellas barbaridades jurídicas que han querido imponer los jueces provinciales, en su deplorable condición de simples empleados y dependientes del poder ejecutivo de turno. Ustedes lo han logrado y aún más allá de la mismísima resolución de la suprema justicia.
Ahora la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene la oportunidad histórica de demostrar que en un estado de derecho y en la vida democrática son el respeto hacia la voluntad del pueblo y de las instituciones las que deben ser atendidas de forma primordial y prioritaria.
Con su lucha y constancia han demostrado que todo cambio es posible en la medida que un pueblo unido y cohesionado se lo proponga y esté dispuesto a dar la batalla que corresponda.
Me permito estar feliz porque tengo entrañables amigos y conocidos por aquellos pagos; y además, por conocer la triste historia que desde hace décadas está escribiendo el hegemonismo feudal en esas maravillosas tierras sanluiseñas.
Permítanme sentirme plenamente representado por ustedes.
Reciban a la simple distancia geográfica, un fraternal abrazo junto al mismo inquebrantable compromiso de siempre de estar a vuestro lado compartiendo las luchas y los legítimos anhelos de una sociedad libre, igualitaria y fraternal.
22 de noviembre del 2004
Hay momentos, hechos y sucesos en la historia de los pueblos que marcan un antes y un después.
Ustedes, ciudadanas y ciudadanos de San Luis, han demostrado que la constancia y la militancia activa por el efectivo cumplimiento de la Constitución y las leyes son el mejor antídoto contra los atropellos pringosos de los feudales y bárbaros de la política.
Ustedes con su activa y decidida movilización no han permitido que un iluminado poder, el de los Rodríguez Saá, puedan salirse con la suya y desconocer la voluntad mayoritaria de un pueblo que en elecciones libres decidió quién sería el intendente de la ciudad capital de la provincia.
La autonomía municipal ha sido arrasada por los gobiernos provinciales y nacionales de sesgo autoritario a lo largo y ancho de nuestro país y de nuestra historia, no solamente en cuestiones electorales sino también en las financieras, educativas, sociales, de la salud y en cuanto a las libertades. Violando en consecuencia a la mismísima constitución.
Pocos han sido los pueblos que se han mantenido firmes en la lucha por sus derechos y han desconocido aquellas barbaridades jurídicas que han querido imponer los jueces provinciales, en su deplorable condición de simples empleados y dependientes del poder ejecutivo de turno. Ustedes lo han logrado y aún más allá de la mismísima resolución de la suprema justicia.
Ahora la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene la oportunidad histórica de demostrar que en un estado de derecho y en la vida democrática son el respeto hacia la voluntad del pueblo y de las instituciones las que deben ser atendidas de forma primordial y prioritaria.
Con su lucha y constancia han demostrado que todo cambio es posible en la medida que un pueblo unido y cohesionado se lo proponga y esté dispuesto a dar la batalla que corresponda.
Me permito estar feliz porque tengo entrañables amigos y conocidos por aquellos pagos; y además, por conocer la triste historia que desde hace décadas está escribiendo el hegemonismo feudal en esas maravillosas tierras sanluiseñas.
Permítanme sentirme plenamente representado por ustedes.
Reciban a la simple distancia geográfica, un fraternal abrazo junto al mismo inquebrantable compromiso de siempre de estar a vuestro lado compartiendo las luchas y los legítimos anhelos de una sociedad libre, igualitaria y fraternal.
Un perro que es un lobo disfrazado de oveja
16 de noviembre del 2004
“Prefiero quedarme, a riesgo de perderme con ellos,
con el gesto y la palabra y no con el resumen, el hito o la pauta”
Haroldo Conti
escritor detenido desaparecido en 1976
Horacio Verbitsky, en su rol de periodista, una vez más intenta sorprendernos con sus artículos contradictorios y descalificadores como el publicado el domingo pasado en el diario otrora respetado Página/12 (http://www.pagina12web.com.ar/diario/elpais/1-43613-2004-11-14.html), y que después dar unas vueltas semánticas y verbales, con elogios incluidos, intenta de denostar al periodista Julio Nudler.
En los últimos tiempos tengo la oportunidad de leer a determinados periodistas que me producen una sensación de extrema contradicción que alimentan diariamente mis dudas sobre la veracidad de sus escritos, y que están acompañadas de solapadas operaciones mediáticas demasiado bien “aceitadas” y con datos que solamente pueden ser obtenidos al pertenecer al ámbito cercano al funcionariato nacional.
Si es verdad, cuestión que me permito dudar, de que Verbitsky según sus propios dichos: “abogué ante las autoridades de Página/12 para que publicaran la nota de Nudler” demuestra que la dirección y/o cobradores de publicidad oficialista de “Página/Clarín” están muy lejos de representar a una prensa seria y creíble; ya que de lo contrario no necesitaría de que un par “abogue” en favor de otro.
Para los trabajadores del citado periódico y para la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) no hay duda sobre quien es el señor Julio Nudler y que Página/12 cometió un acto censura. Miserable es la censura como también miserable es pedir mayores explicaciones, antes de una publicación, a quien desde hace catorce años escribe para ese medio y siendo además el responsable del área de economía.
El solitario Verbitsky, cuan mercenario periodístico, junto a la de otros timoratos periodistas terminaron con la Asociación para la Defensa del Periodismo Independiente (PERIODISTAS) creada en el año 1995 sin dar al menos “un conmovedor grito de desesperación y despedida” al momento de defender a la libertad de información. Sin embargo carga la responsabilidad en las espaldas de Julio Nudler, además de incursionar en temas personales como es su estado de salud. Frases, improntas y pensamientos muy cercanos a los de cualquier miembro de los servicios de inteligencia vernáculos o bien a sueldos del exterior los utilizados por Verbitsky.
No puedo dejar de recordar los motivos por los cuales muchos revolucionarios de la década del 70 hoy no están con nosotros y su desaparición los alcanzó mientras muchos de sus jefes y superiores se encontraban conchabados en el exterior, condenable sin dudas como toda situación de expulsión que genera una situación de exilio, y que les permitió afortunadamente no haber caído en la genocida desgracia que dejo sin vida a gran parte de una generación que soñaba con un futuro mejor. Ahora ahí están algunos siendo diputados nacionales, funcionarios y periodistas que impúdicamente se atreven a nombrar a Rodolfo Walsh cuando necesitan limpiar su tránsito de la militancia al poder.
No han sido los funcionarios denunciados por Julio Nudler los que salieron a dar explicaciones sobre la nota titulada “De títeres y titiriteros” censurada el 23 de octubre pasado. Ha sido el periodista Verbitsky el encargado -entiéndase por encargo- de limpiar los cuestionables antecedentes de algunos funcionarios y explayarse en las bondades del Gobierno Nacional, so pretexto de haber pedido explicaciones a algunos de ellos. Lo que significa que es vocero de ellos y no su justificación de que “porque necesito saber si es cierto que el diario donde escribí con libertad sobre cinco presidentes se ha convertido en encubridor de la corrupción de un gobierno que estaría podrido, de arriba abajo”.
No es la primera vez que desde éstas columnas cuestiono a Horacio Verbitsky, tampoco será la última cuando se trate de perros que son lobos disfrazados de ovejas -ahora sorprendentemente muy santacruceñas-.
Martes imperialista
2 de noviembre del 2004
“Nunca he podido concebir cómo un ser racional
podría perseguir la felicidad ejerciendo el poder sobre otros”
Thomas Jefferson
Hoy los estadounidenses elegirán un nuevo presidente -John Forbes Kerry- o bien reelegirán al actual -George Walker Bush- por un período de cuatro años en los cuales cualquiera de ellos seguirán aumentando el poderío imperial de los Estados Unidos de Norteamérica.
Por más que se intente imponer la idea que un recambio político, demócratas por republicanos, hará posible un cambio en las políticas externas es una mentira tan impresionante como lo es disimular que ese país está gobernado por los sectores hacedores de guerras e invasiones, con las cuales mantienen en funcionamiento todo el aparato productivo armamentístico al mismo ritmo que imponen las más viles condiciones de vida a gran parte del mundo bajo su directo o indirecto control económico, financiero, comercial y militar.
Tampoco debemos pensar que el pueblo norteamericano no quiere la guerra o que desprecia cualquier acción militar fuera de sus fronteras aún cuando se demuestra que ellas no tienen justificación de ningún tipo. Es un pueblo egoísta que se ha educado en el desprecio hacia todos los pueblos y culturas del mundo, donde el capitalismo ha forjado varias generaciones de ciudadanos que encuentran las satisfacciones de la vida únicamente en el consumo y el ahorro a cualquier precio; donde la solidaridad ha dejado de existir.
En todo el planeta reciben el repudio de los pueblos sin que ello les haga cambiar su política exterior, la que solamente es sostenida por medio del mayor poderío estratégico militar que se pueda encontrar en la historia mundial. Donde no llegan con sus armas de muerte lo hacen con sus armas económicas y financieras o bien al crear los conflictos de baja intensidad según las conveniencias imperiales.
América Latina conoce perfectamente las andanzas de las diferentes administraciones estadounidenses, las que más allá de ínfimas diferencias siempre han tenido como objetivo convertir a los países de la región en Estados dependientes que son utilizados para llevar adelante sus proyectos hegemónicos.
No hubo quiebre del orden constitucional en latinoamericana que no haya estado monitoreado y fogoneado desde el Imperio, han desestabilizado y ahogado a cuanta república independiente que decidió encaminarse en proyectos de izquierda, progresistas o revolucionarios, como asimismo han sido los que apoyaron las funestas experiencias dictatoriales de terrorismo de estado tanto en el sur como en el centro del continente amerindio.
Pensar en un cambio de rumbos o estilos políticos es imposible, son por definición y convicciones capitalistas, imperialistas, guerreros y terroristas, no les importa las consecuencias que sus acciones producen dentro de su propio pueblo al que van abandonando en la salud, educación, trabajo y seguridad.
Las libertades individuales pregonadas ya no encuentran sustento en la realidad norteamericana, ya que va quedando demostrado que sus habitantes son controlados, vigilados y perseguidos bajo el mendaz pretexto de la seguridad interior y que se lleva a límites aberrantes cuando se trata de inmigrantes.
Sus trampas políticas las practican dentro de su propia frontera al límite que el poder económico-militar decide quien debe estar en la Casa Blanca sin tener en cuenta los más elementales criterios de dignidad e inteligencia de los postulantes. Solamente les importa que lleven adelante las políticas nacionales e internacionales que satisfagan y permitan el aumento del poderío imperial. Los antecedentes de los candidatos nunca serán tenidos en cuenta ya que meramente son un producto más del mercado.
En consecuencia nada cambiará después de hoy, no serán capaces de retroceder en ningún aspecto que permita a muchos pueblos del mundo encontrar su crecimiento, liberación, independencia y autodeterminación, su condición de gendarme mundial no encontrará tampoco límites en los organismos internacionales porque también los manejan a su antojo y seguirán aumentando sus prácticas terroristas en cualquier región cuando lo consideren conveniente y oportuno.
Indudablemente que para ello cuentan con la complicidad de otros países del mundo que han entregado su dignidad e independencia política por unas migajas económicas y financieras que siempre estarán condicionadas al comportamiento que tengan con y para el Imperio.
Kerry es Bush, o bien, Bush es Kerry. No existe la menor duda.
En todo el mundo los que estamos pendientes del resultado de las elecciones sabemos que hoy se trata de un “Martes Imperialista”, como todos los primeros martes del mes de noviembre cada cuatro años en los Estados Unidos de Norteamérica.
Yo voto por la Revolución Bolivariana
13 de agosto del 2004
“La unidad de nuestros pueblos no es una simple quimera de los hombres,
sino un inexorable decreto del destino.”
Simón Bolívar
“Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo.
Es la cualidad más linda del revolucionario.”
Ernesto “Che” Guevara
“El nuestro es un combate permanente por la instauración de las libertades sociales, de la democracia económica, mediante el pleno ejercicio de las libertades políticas.”
Salvador Allende
Dentro de dos días se producirá en la República Bolivariana de Venezuela un hecho histórico para el pueblo de ese país y los de toda nuestra Latinoamérica; la consulta popular propiciada por la oposición a efectos de decidir la continuidad o no del presidente constitucional Hugo Chávez Frías.
No encontramos antecedentes en la historia de los pueblos amerindios sobre un referéndum de éstas características, el que además tiene la particularidad que se realizará en virtud de la nueva constitución venezolana propiciada por el mismo gobierno en ejercicio.
Atrás, en el pasado reciente por cierto, queda aquella maravillosa e impresionante gesta del pueblo venezolano que en sólo dos días se movilizó para restituir en su cargo al mandatario depuesto y a las instituciones constitucionales golpeados por los mismos sectores que hoy impulsan ésta votación. A mediados de abril del año 2002 el pueblo heredero de Bolívar demostró que políticas de gobierno estaba dispuesto a defender y no se equivocó.
Por la destitución de Chávez están los sectores oligárquicos, los multimedios y las empresas nacionales y extranjeras que concentran el poder económico y que cuentan con el desbocado apoyo de los EE.UU. que no ha disimulado su intención de contribuir al derrocamiento del presidente y el quiebre del orden institucional. La banca internacional y las empresas privatizadas también han jugado sus fichas a favor de volver atrás en el curso de la historia que valientemente está escribiendo el pueblo venezolano.
No hace falta mencionar por ser ampliamente conocidos los avances que el actual gobierno ha producido en la economía, educación, salud, reforma agraria y en la justicia social en general, así como el haber posibilitado que sea Venezuela quien tiene la constitución más avanzada de América, y seguramente del mundo. Todos los pasos dados han sido permanentemente apoyados y defendidos por el pueblo que antes únicamente era utilizado para colocar a gobernantes como el ayer presidente-delincuente y hoy instigador de asesinatos Carlos Andrés Pérez, que pide como única solución pide, desde ya desde los EE.UU., que el presidente Chávez sea asesinado. Vemos entonces una perfecta consonancia y correspondencia con el otro genocida de pueblos que es George Bush.
Una amplia mayoría del pueblo demostrará que no está dispuesto a dar ni un solo paso atrás en el camino emprendido por la real y efectiva emancipación e independencia nacional, la autodeterminación de los venezolanos y la construcción de la unidad continental latinoamericana. En un claro y determinante camino que terminará más temprano que tarde en el socialismo.
Los que no podemos votar lo estaremos haciendo con nuestro corazón militante y nuestra banderas latinoamericanistas enarboladas como en muy pocos otros pasajes de nuestra historia continental, convencidos que será una votación que liberará del oscuro pasado a Venezuela y en la que se juega en gran medida el futuro continental.
Será una bisagra en la vida de nuestros pueblos humillados y dominados por el accionar de los “imperios militares y económicos” reunidos en el Grupo de los 7 que tienen en el Fondo Monetario Internacional al “imperio financiero” que ahoga a nuestras economías y posterga el desarrollo y bienestar de la región que sigue transitando por la pobreza y la exclusión.
Cada uno de nuestros pueblos y gobiernos deberán tomar debida nota de lo que nos está enseñando el pueblo y gobierno venezolanos. Es simple y sencillamente saber como puede ser enfrentado el más poderoso imperio de todos los tiempos con la verdadera democracia participativa y popular. Es con la dignidad y la soberanía que se pone freno a las insaciables apetencias de las oligarquías y sectores más antidemocráticos, retrógrados y fascistas del continente.
Estoy convencido que el triunfo de mi tocayo es un hecho, tanto como la seguridad de que el domingo estarán festejando con nosotros Simón Bolivar, Ernesto “Che” Guevara y Salvador Allende junto a todos los que seguiremos diciéndoles que “no” a la dependencia que impone el capitalismo salvaje. Deberá saber el mundo entero que nuestro pueblos, más allá de los muchos errores y desaciertos, no son esclavos de ningún imperio aunque así lo determinen los actos genuflexos de los gobiernos que nos representan.
Somos los hijos de los aborígenes, de los africanos traídos como esclavos y de los inmigrantes que por diferentes motivos llegaron a estas tierras los que siempre hemos dado prueba de lo que somos capaces cuando las causas nacionales nos convocan, como en estos días convocan a los hermanos de Venezuela.
El domingo 15 de agosto del 2004 yo voto por el antiimperialismo, la autodeterminación de los pueblos, la libertad de los pueblos y la liberación de los oprimidos y postergados.
Yo voto por la Revolución Bolivariana.
13 de agosto del 2004
“La unidad de nuestros pueblos no es una simple quimera de los hombres,
sino un inexorable decreto del destino.”
Simón Bolívar
“Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo.
Es la cualidad más linda del revolucionario.”
Ernesto “Che” Guevara
“El nuestro es un combate permanente por la instauración de las libertades sociales, de la democracia económica, mediante el pleno ejercicio de las libertades políticas.”
Salvador Allende
Dentro de dos días se producirá en la República Bolivariana de Venezuela un hecho histórico para el pueblo de ese país y los de toda nuestra Latinoamérica; la consulta popular propiciada por la oposición a efectos de decidir la continuidad o no del presidente constitucional Hugo Chávez Frías.
No encontramos antecedentes en la historia de los pueblos amerindios sobre un referéndum de éstas características, el que además tiene la particularidad que se realizará en virtud de la nueva constitución venezolana propiciada por el mismo gobierno en ejercicio.
Atrás, en el pasado reciente por cierto, queda aquella maravillosa e impresionante gesta del pueblo venezolano que en sólo dos días se movilizó para restituir en su cargo al mandatario depuesto y a las instituciones constitucionales golpeados por los mismos sectores que hoy impulsan ésta votación. A mediados de abril del año 2002 el pueblo heredero de Bolívar demostró que políticas de gobierno estaba dispuesto a defender y no se equivocó.
Por la destitución de Chávez están los sectores oligárquicos, los multimedios y las empresas nacionales y extranjeras que concentran el poder económico y que cuentan con el desbocado apoyo de los EE.UU. que no ha disimulado su intención de contribuir al derrocamiento del presidente y el quiebre del orden institucional. La banca internacional y las empresas privatizadas también han jugado sus fichas a favor de volver atrás en el curso de la historia que valientemente está escribiendo el pueblo venezolano.
No hace falta mencionar por ser ampliamente conocidos los avances que el actual gobierno ha producido en la economía, educación, salud, reforma agraria y en la justicia social en general, así como el haber posibilitado que sea Venezuela quien tiene la constitución más avanzada de América, y seguramente del mundo. Todos los pasos dados han sido permanentemente apoyados y defendidos por el pueblo que antes únicamente era utilizado para colocar a gobernantes como el ayer presidente-delincuente y hoy instigador de asesinatos Carlos Andrés Pérez, que pide como única solución pide, desde ya desde los EE.UU., que el presidente Chávez sea asesinado. Vemos entonces una perfecta consonancia y correspondencia con el otro genocida de pueblos que es George Bush.
Una amplia mayoría del pueblo demostrará que no está dispuesto a dar ni un solo paso atrás en el camino emprendido por la real y efectiva emancipación e independencia nacional, la autodeterminación de los venezolanos y la construcción de la unidad continental latinoamericana. En un claro y determinante camino que terminará más temprano que tarde en el socialismo.
Los que no podemos votar lo estaremos haciendo con nuestro corazón militante y nuestra banderas latinoamericanistas enarboladas como en muy pocos otros pasajes de nuestra historia continental, convencidos que será una votación que liberará del oscuro pasado a Venezuela y en la que se juega en gran medida el futuro continental.
Será una bisagra en la vida de nuestros pueblos humillados y dominados por el accionar de los “imperios militares y económicos” reunidos en el Grupo de los 7 que tienen en el Fondo Monetario Internacional al “imperio financiero” que ahoga a nuestras economías y posterga el desarrollo y bienestar de la región que sigue transitando por la pobreza y la exclusión.
Cada uno de nuestros pueblos y gobiernos deberán tomar debida nota de lo que nos está enseñando el pueblo y gobierno venezolanos. Es simple y sencillamente saber como puede ser enfrentado el más poderoso imperio de todos los tiempos con la verdadera democracia participativa y popular. Es con la dignidad y la soberanía que se pone freno a las insaciables apetencias de las oligarquías y sectores más antidemocráticos, retrógrados y fascistas del continente.
Estoy convencido que el triunfo de mi tocayo es un hecho, tanto como la seguridad de que el domingo estarán festejando con nosotros Simón Bolivar, Ernesto “Che” Guevara y Salvador Allende junto a todos los que seguiremos diciéndoles que “no” a la dependencia que impone el capitalismo salvaje. Deberá saber el mundo entero que nuestro pueblos, más allá de los muchos errores y desaciertos, no son esclavos de ningún imperio aunque así lo determinen los actos genuflexos de los gobiernos que nos representan.
Somos los hijos de los aborígenes, de los africanos traídos como esclavos y de los inmigrantes que por diferentes motivos llegaron a estas tierras los que siempre hemos dado prueba de lo que somos capaces cuando las causas nacionales nos convocan, como en estos días convocan a los hermanos de Venezuela.
El domingo 15 de agosto del 2004 yo voto por el antiimperialismo, la autodeterminación de los pueblos, la libertad de los pueblos y la liberación de los oprimidos y postergados.
Yo voto por la Revolución Bolivariana.
Irresponsabilidad fiscal en Argentina
6 de agosto del 2004
“Forma parte de nuestra decisión cumplimentar con aquello que fue mandato constitucional del ´94 y que lamentablemente hasta hoy no se ha cumplido. Darnos una nueva ley de coparticipación federal no sólo implica nueva distribución y nuevas responsabilidades sino el diseño de un nuevo modelo de país.”
Néstor Carlos Kirchner – Mensaje al asumir – 25-05-2003
“Para la Ley de Responsabilidad Fiscal no habrá “dispensa” que valga. Con esa norma, el Fondo pretende que, por primera vez en la historia argentina, se fijen estrictas pautas de superávit fiscal para los estados del interior, además de establecerse límites al endeudamiento.”
Maximiliano Montenegro – Economista – 12-06-2004
El pasado 4 de agosto la Cámara de Diputados aprobó -antes ya lo había realizado la de Senadores- la ley que crea el “Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal” que se aplicará a partir del 1º de enero del 2005 y que no tiene una fecha límite de aplicación. Es decir que la misma será “para siempre” o “hasta que se le ocurra al presidente de turno”.
Esta tremenda barbaridad económica y financiera, además de inconstitucional, tuvo un trámite parlamentario tan veloz como veloz ha sido la fuga de capitales en nuestra argentina, a saber:
14-06-2004 Ingresa al Senado el proyecto de ley del Poder Ejecutivo
15-06-2004 Ingresa a la Comisión de Presupuesto y Hacienda
30-06-2004 Dictamen favorable de la comisión
05-07-2004 Incorporación al Orden del Día de la próxima sesión de la Cámara
07-07-2004 Aprobación del proyecto por parte de los senadores y pase a diputados
21-07-2004 Dictamen favorable de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de diputados
04-08-2004 Aprobación del proyecto por parte de los diputados y pase al Poder Ejecutivo
Una rara, aunque comprensible, alianza ha realizado el justicialismo al pactar con la rancia y golpista derecha vernácula (cavallistas, ucedeístas, pattistas y bussistas) para lograr los votos necesarios para aprobar la ley, a las que se sumaron el bloque “transversal, nacional y popular” del ausente Miguel Bonasso, parte del Frepaso y del bloque Fiscal.
En tan sólo 26 días hábiles se logró modificar sustancialmente la relación financiera entre la Nación y las Provincias. Si esto no es un ejemplo de eficiencia parlamentaria qué es entonces. Bueno, ya sabemos lo que es. Es condicionamiento del los Organismos Internacionales de Crédito, mayor pago de la deuda externa y más hambre para el pueblo argentino al cual se le impone, por ejemplo, no poder crecer en sus gastos más de un 6% en el año 2005 con lo cual no habrá mayores presupuestos para educación, salud ni aumentos a empleados públicos nacionales, provinciales y municipales.
Es imprescindible manifestar que las decisiones del presidente y de los ministros nos conducen a desconfiar de ellos en cada uno de sus actos y palabras, ya que no escatiman en demostrarnos que se rigen bajo conceptos feudales y autoritarios, aunque a simple vista parecen extorsivos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha convertido en el gendarme mundial de las finanzas de los pueblos libres y en su derrotero no duda en ser el abogado defensor de los intereses privados y extranacionales en cualquier país o región.
La genuflexión ante el FMI es tan impresionante que la propuesta presidencial ha sido aprobada sin modificación alguna a pesar que en la misma, de tan solo 37 artículos, se menciona en 7 oportunidades a los Organismos Internacionales Multilaterales de Crédito. Deberían proponer, para no ser hipócritas, reconsiderar en seguir festejando nuestra Independencia el día 9 de julio para pasarla al 27 de julio en reconocimiento a la decisión de crear al FMI tomada en el 1944 en Bretton Woods, o bien al 27 de diciembre que es la fecha de su contrato constitutivo en el año 1945. También deberían proponer cambiar la historia trasladándola de Tucumán (Argentina) a Hamsphire (EEUU).
De conformidad a ésta ley el Gobierno Nacional queda igualmente comprometido que las provincias, aunque esto no será motivo de análisis ya que entendemos que el Estado Nacional puede establecer para sí las reglas financieras y no imponerlas a las provincias. Y esto más allá que la “democracia representativa” este llena de diputados y senadores que representan a las provincias y que han votado dando la espalda a sus comprovincianos, a los cuales como no hay que pedirles el voto se los ignoró en sus opiniones al respecto.
La República Argentina es un país federal donde las provincias tienen su autonomía financiera que a su vez es extensiva a los Municipios en relación con ellas, poseen sus propias constituciones y conservan todo el poder no delegado constitucionalmente al Gobierno Nacional. El Poder Ejecutivo ha chantajeado a cinco provincias al condonarles deudas por 108 millones de pesos, es decir un trueque de ley por dinero. Así funciona el capitalismo, y el “kapitalismo” especialmente, ya que donde hay dinero no interesa la carta magna.
Quieren desconocer a los más elementales criterios, principios, prácticas y teorías de las ciencias económicas, la macroeconomía en éste caso. Ellos establecen que el crecimiento de la economía de un país está íntimamente ligado al crecimiento de su gasto público; ya que sin éste último es imposible el sostenimiento del mismo y por lo tanto no es sustentable en el tiempo. Tampoco saben nada, mejor dicho no quieren saber, sobre el serio problema de desigualdad en la población que genera el incremento del producto de la economía nacional si se mantiene la actual y pésima distribución del ingreso. Por esta norma se verá más afectado el futuro de los sectores excluidos.
Para que quede claro y que no nos mientan más: CADA PESO QUE SOBRE ES PARA PAGAR LA DEUDA EXTERNA.
Al finalizar en el año 1989 el gobierno de Raúl Ricardo Alfonsín las provincias percibían el 45% de los ingresos nacionales, y en la actualidad participan de algo más del 30% gracias a las “federales, republicanas y parlamentarias” acciones realizadas por Carlos Saúl Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Alberto Duhalde de creación de nuevos impuestos no coparticipables, incremento de las retenciones y las políticas de presión y sometimiento que continúan con Néstor Carlos Kirchner y éste nuevo ajuste que:
Establecerá el límite de endeudamiento de las provincias, la distribución de los recursos nacionales, las políticas salariales e impositivas y variables económicas como el producto bruto interno y tipo de cambio; obligando a las provincias a informar todos los años la proyección del endeudamiento internacional y el pago de los vencimientos.
No podrán las provincias presupuestar gastos públicos primarios (educación, salud, justicia, seguridad, etc.) por montos superiores al incremento que establezca el Gobierno Nacional para el producto bruto interno nacional y deberán garantizar el pago de las deudas públicas provinciales, con el agravante que una mayor cantidad de recursos los obliga a incrementar los pagos en lugar de aumentar el gasto público que representa tan solo el 27% de la economía nacional.
No podrá destinarse a incrementar el gasto primario la venta de los activos fijos y el endeudamiento futuro, pero sí al pago a los acreedores externos; con el agravante que las provincias no podrán aumentar gastos corrientes en detrimento del pago de la deuda financiera. Sin embargo, ante una disminución de los recursos deberán disminuir el gasto público.
Obliga a las provincias a equilibrar sus ingresos con los gastos y los pagos a los organismos internacionales de crédito.
Establece que los servicios de la deuda externa se pagarán con el detrimento del superávit primario, aún en los supuestos de implementar planes para la reducción de deudas. Una muestra de la perversa legislación aprobada.
Establece como tope el 15% de los recursos propios de cada provincia -netos de coparticipación municipal- para el pago de los servicios de deudas, y en caso de no cumplirlo no podrán adquirir nuevos endeudamientos, no permitiéndoles hacer uso del ahorro de gastos públicos de un año a otro.
Para más, se llega a establecer que hasta los Municipios deberán pedir autorización de su endeudamiento al Gobierno Nacional, imponiéndose éste último la obligación de no financiar a las provincias en caso de que se ponga en peligro el pago a los Organismos de Crédito Internacionales (FMI, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo) y el esquema fiscal y financiero del Gobierno Nacional.
Obliga a las provincias a que antes del 30 de noviembre de cada año presenten a las respectivas legislaturas los proyectos de presupuestos anual y para el trienio siguiente. Que suerte tendrán a partir de ahora los legisladores santacruceños al poder conocer con la debida anticipación los presupuestos y no tener que aprobarlos una vez que se estén ejecutando como se ha realizado durante tantos años cuando Kirchner era gobernador.
Fija un régimen de sanciones que el Gobierno Nacional aplicará a las provincias en la medida que no se ajusten a la ley sancionada como por ejemplo: no otorgar beneficios impositivos a los particulares y a las empresas privadas, no recibir avales y garantías, no autorizar endeudamientos nuevos y limitar la asistencia financiera del Estado Nacional cualquiera sea la circunstancia que se le presente a las provincias de necesitarla.
Establece que las provincias hagan aplicar esta ley en los Municipios. Acá debemos recordar la forma en que Kirchner puso de rodillas a las comunas de Santa Cruz durante doce años al manejar discrecionalmente la coparticipación y los aportes del estado provincial, como asimismo procedió a realizar retenciones de coparticipación y regalías cuando se le antojó. Claro ejemplo del hegemonismo y autoritarismo que tan perversamente practican los feudales gobiernos provinciales, los que ni siquiera tienen la autoridad moral de poder solicitar a sus legisladores que no acepten que sea el Gobierno Nacional quien ahora lo haga con sus propias provincias.
No creemos que sea lo último que se haga para satisfacer las imposiciones del FMI. En el futuro modificarán la carta orgánica del Banco Central de la República Argentina para que pueda adelantar fondos al Ministerio de Economía y Producción para cumplir con los vencimientos de la deuda externa.
El gendarme financiero sonríe, y la sanción de la ley de “irresponsabilidad” fiscal ha sido una trampa más de la clase política.
6 de agosto del 2004
“Forma parte de nuestra decisión cumplimentar con aquello que fue mandato constitucional del ´94 y que lamentablemente hasta hoy no se ha cumplido. Darnos una nueva ley de coparticipación federal no sólo implica nueva distribución y nuevas responsabilidades sino el diseño de un nuevo modelo de país.”
Néstor Carlos Kirchner – Mensaje al asumir – 25-05-2003
“Para la Ley de Responsabilidad Fiscal no habrá “dispensa” que valga. Con esa norma, el Fondo pretende que, por primera vez en la historia argentina, se fijen estrictas pautas de superávit fiscal para los estados del interior, además de establecerse límites al endeudamiento.”
Maximiliano Montenegro – Economista – 12-06-2004
El pasado 4 de agosto la Cámara de Diputados aprobó -antes ya lo había realizado la de Senadores- la ley que crea el “Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal” que se aplicará a partir del 1º de enero del 2005 y que no tiene una fecha límite de aplicación. Es decir que la misma será “para siempre” o “hasta que se le ocurra al presidente de turno”.
Esta tremenda barbaridad económica y financiera, además de inconstitucional, tuvo un trámite parlamentario tan veloz como veloz ha sido la fuga de capitales en nuestra argentina, a saber:
14-06-2004 Ingresa al Senado el proyecto de ley del Poder Ejecutivo
15-06-2004 Ingresa a la Comisión de Presupuesto y Hacienda
30-06-2004 Dictamen favorable de la comisión
05-07-2004 Incorporación al Orden del Día de la próxima sesión de la Cámara
07-07-2004 Aprobación del proyecto por parte de los senadores y pase a diputados
21-07-2004 Dictamen favorable de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de diputados
04-08-2004 Aprobación del proyecto por parte de los diputados y pase al Poder Ejecutivo
Una rara, aunque comprensible, alianza ha realizado el justicialismo al pactar con la rancia y golpista derecha vernácula (cavallistas, ucedeístas, pattistas y bussistas) para lograr los votos necesarios para aprobar la ley, a las que se sumaron el bloque “transversal, nacional y popular” del ausente Miguel Bonasso, parte del Frepaso y del bloque Fiscal.
En tan sólo 26 días hábiles se logró modificar sustancialmente la relación financiera entre la Nación y las Provincias. Si esto no es un ejemplo de eficiencia parlamentaria qué es entonces. Bueno, ya sabemos lo que es. Es condicionamiento del los Organismos Internacionales de Crédito, mayor pago de la deuda externa y más hambre para el pueblo argentino al cual se le impone, por ejemplo, no poder crecer en sus gastos más de un 6% en el año 2005 con lo cual no habrá mayores presupuestos para educación, salud ni aumentos a empleados públicos nacionales, provinciales y municipales.
Es imprescindible manifestar que las decisiones del presidente y de los ministros nos conducen a desconfiar de ellos en cada uno de sus actos y palabras, ya que no escatiman en demostrarnos que se rigen bajo conceptos feudales y autoritarios, aunque a simple vista parecen extorsivos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha convertido en el gendarme mundial de las finanzas de los pueblos libres y en su derrotero no duda en ser el abogado defensor de los intereses privados y extranacionales en cualquier país o región.
La genuflexión ante el FMI es tan impresionante que la propuesta presidencial ha sido aprobada sin modificación alguna a pesar que en la misma, de tan solo 37 artículos, se menciona en 7 oportunidades a los Organismos Internacionales Multilaterales de Crédito. Deberían proponer, para no ser hipócritas, reconsiderar en seguir festejando nuestra Independencia el día 9 de julio para pasarla al 27 de julio en reconocimiento a la decisión de crear al FMI tomada en el 1944 en Bretton Woods, o bien al 27 de diciembre que es la fecha de su contrato constitutivo en el año 1945. También deberían proponer cambiar la historia trasladándola de Tucumán (Argentina) a Hamsphire (EEUU).
De conformidad a ésta ley el Gobierno Nacional queda igualmente comprometido que las provincias, aunque esto no será motivo de análisis ya que entendemos que el Estado Nacional puede establecer para sí las reglas financieras y no imponerlas a las provincias. Y esto más allá que la “democracia representativa” este llena de diputados y senadores que representan a las provincias y que han votado dando la espalda a sus comprovincianos, a los cuales como no hay que pedirles el voto se los ignoró en sus opiniones al respecto.
La República Argentina es un país federal donde las provincias tienen su autonomía financiera que a su vez es extensiva a los Municipios en relación con ellas, poseen sus propias constituciones y conservan todo el poder no delegado constitucionalmente al Gobierno Nacional. El Poder Ejecutivo ha chantajeado a cinco provincias al condonarles deudas por 108 millones de pesos, es decir un trueque de ley por dinero. Así funciona el capitalismo, y el “kapitalismo” especialmente, ya que donde hay dinero no interesa la carta magna.
Quieren desconocer a los más elementales criterios, principios, prácticas y teorías de las ciencias económicas, la macroeconomía en éste caso. Ellos establecen que el crecimiento de la economía de un país está íntimamente ligado al crecimiento de su gasto público; ya que sin éste último es imposible el sostenimiento del mismo y por lo tanto no es sustentable en el tiempo. Tampoco saben nada, mejor dicho no quieren saber, sobre el serio problema de desigualdad en la población que genera el incremento del producto de la economía nacional si se mantiene la actual y pésima distribución del ingreso. Por esta norma se verá más afectado el futuro de los sectores excluidos.
Para que quede claro y que no nos mientan más: CADA PESO QUE SOBRE ES PARA PAGAR LA DEUDA EXTERNA.
Al finalizar en el año 1989 el gobierno de Raúl Ricardo Alfonsín las provincias percibían el 45% de los ingresos nacionales, y en la actualidad participan de algo más del 30% gracias a las “federales, republicanas y parlamentarias” acciones realizadas por Carlos Saúl Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Alberto Duhalde de creación de nuevos impuestos no coparticipables, incremento de las retenciones y las políticas de presión y sometimiento que continúan con Néstor Carlos Kirchner y éste nuevo ajuste que:
Establecerá el límite de endeudamiento de las provincias, la distribución de los recursos nacionales, las políticas salariales e impositivas y variables económicas como el producto bruto interno y tipo de cambio; obligando a las provincias a informar todos los años la proyección del endeudamiento internacional y el pago de los vencimientos.
No podrán las provincias presupuestar gastos públicos primarios (educación, salud, justicia, seguridad, etc.) por montos superiores al incremento que establezca el Gobierno Nacional para el producto bruto interno nacional y deberán garantizar el pago de las deudas públicas provinciales, con el agravante que una mayor cantidad de recursos los obliga a incrementar los pagos en lugar de aumentar el gasto público que representa tan solo el 27% de la economía nacional.
No podrá destinarse a incrementar el gasto primario la venta de los activos fijos y el endeudamiento futuro, pero sí al pago a los acreedores externos; con el agravante que las provincias no podrán aumentar gastos corrientes en detrimento del pago de la deuda financiera. Sin embargo, ante una disminución de los recursos deberán disminuir el gasto público.
Obliga a las provincias a equilibrar sus ingresos con los gastos y los pagos a los organismos internacionales de crédito.
Establece que los servicios de la deuda externa se pagarán con el detrimento del superávit primario, aún en los supuestos de implementar planes para la reducción de deudas. Una muestra de la perversa legislación aprobada.
Establece como tope el 15% de los recursos propios de cada provincia -netos de coparticipación municipal- para el pago de los servicios de deudas, y en caso de no cumplirlo no podrán adquirir nuevos endeudamientos, no permitiéndoles hacer uso del ahorro de gastos públicos de un año a otro.
Para más, se llega a establecer que hasta los Municipios deberán pedir autorización de su endeudamiento al Gobierno Nacional, imponiéndose éste último la obligación de no financiar a las provincias en caso de que se ponga en peligro el pago a los Organismos de Crédito Internacionales (FMI, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo) y el esquema fiscal y financiero del Gobierno Nacional.
Obliga a las provincias a que antes del 30 de noviembre de cada año presenten a las respectivas legislaturas los proyectos de presupuestos anual y para el trienio siguiente. Que suerte tendrán a partir de ahora los legisladores santacruceños al poder conocer con la debida anticipación los presupuestos y no tener que aprobarlos una vez que se estén ejecutando como se ha realizado durante tantos años cuando Kirchner era gobernador.
Fija un régimen de sanciones que el Gobierno Nacional aplicará a las provincias en la medida que no se ajusten a la ley sancionada como por ejemplo: no otorgar beneficios impositivos a los particulares y a las empresas privadas, no recibir avales y garantías, no autorizar endeudamientos nuevos y limitar la asistencia financiera del Estado Nacional cualquiera sea la circunstancia que se le presente a las provincias de necesitarla.
Establece que las provincias hagan aplicar esta ley en los Municipios. Acá debemos recordar la forma en que Kirchner puso de rodillas a las comunas de Santa Cruz durante doce años al manejar discrecionalmente la coparticipación y los aportes del estado provincial, como asimismo procedió a realizar retenciones de coparticipación y regalías cuando se le antojó. Claro ejemplo del hegemonismo y autoritarismo que tan perversamente practican los feudales gobiernos provinciales, los que ni siquiera tienen la autoridad moral de poder solicitar a sus legisladores que no acepten que sea el Gobierno Nacional quien ahora lo haga con sus propias provincias.
No creemos que sea lo último que se haga para satisfacer las imposiciones del FMI. En el futuro modificarán la carta orgánica del Banco Central de la República Argentina para que pueda adelantar fondos al Ministerio de Economía y Producción para cumplir con los vencimientos de la deuda externa.
El gendarme financiero sonríe, y la sanción de la ley de “irresponsabilidad” fiscal ha sido una trampa más de la clase política.
Bienvenidos “compañeros” empresarios sindicales
5 de agosto del 2004
“El nuevo gobierno se aprovecha de nuestra propia crisis, la del pueblo trabajador, que aún protagonizando fundamentales luchas de resistencia y rechazo a políticos e instituciones que nos destruyeron, no hemos logrado construir, desde abajo, un nuevo proyecto alternativo de país y de sociedad.”
Nora Ciapponi – Militante socialista argentina
Los engordados y sempiternos sindicalistas encerrados en la Confederación General del Trabajo (CGT) han dado un paso hacia delante en su nuevo derrotero por aumentar los ingresos a las arcas de las Obras Sociales. Ahora la “excelente” excusa es dar asistencia primaria “ambulatoria” a los trabajadores desocupados.
El empresariado sindical junto a lo más viejo, retrógrado y corrupto de la supuesta representación de los trabajadores en actividad ya están alineados con el presidente Kirchner; en consecuencia y por reciprocidad Kirchner alineados con éstos corresponsables del actual estado de situación nacional.
¿Serán la fuerza de choque que necesita el gobierno para contrarrestar el accionar de los movimientos de trabajadores desocupados y los piqueteros?
Si miramos hacia atrás en la historia encontramos el comportamiento del gobierno peronista de Juan Domingo Perón y María Estela Martínez desde octubre de 1973 y el del sindicalismo rastrero para comprobar como funcionan las alianzas entre “los compañeros” a la hora de no permitir la pérdida de los espacios de poder. En esa alianza se verificó la entrega y delación que hicieron para terminar con cualquier tipo de oposición gremial de izquierda y aparecieron los primeros torturados, desaparecidos y muertos como antesala de la terrorista y genocida dictadura militar. De ahí que no debe extrañarnos que “éstos” sindicalistas estén formando parte de los Consejos Consultivos para distribuir los planes Jefas y Jefes de Hogar.
¿Dónde estuvieron todos estos años?
¿Ahora hablan de los “desocupados crónicos”?
¿Ahora se atreven a decir que algunos “todavía tienen una cultura del empleo”?
¿De quiénes estamos hablando?
Veamos: Gerardo Martínez, Carlos West Ocampo, José Pedraza, Luis Barrionuevo, José Lingeri, Armando Cavallieri, Hugo Moyano, Oscar Lescano, Rodolfo Daer, Naldo Brunelli, Andrés Rodríguez, Juan Palacios, etc., etc., etc., etc. Si tantos etcéteras como conducciones gremiales existan.
¿Cuál es el patrimonio personal que tienen?
¿No hay más disidentes?
Seamos un poco respetuosos del sufrimiento de muchos.
¿Les interesará la salud o la caja de las obras sociales?
El Gobierno Nacional no tiene ningún tipo de problema de caja debido al fuerte incremento de la recaudación y la restricción del gasto público que realiza, eso posibilita que sea “más generoso” con parte de la recaudación que se queda la administración central de los aportes y contribuciones sobre los sueldos -un 10% de los mismos- y que sigue entregando, como lo hiciera Menem, de la Rúa y Duhalde, de forma arbitraria y conforme a las conveniencias político-partidarias.
Si las obras sociales sindicales están quebradas, salvo raras excepciones, producto del vaciamiento que de ellas se ha efectuado, cómo es posible que ahora puedan hacerse cargo de millones de desocupados. O es que le pesa a los gobiernos provinciales y nacional brindar la atención necesaria en el sistema público de salud, el que no posibilita el clientelismo político-partidario como sí lo harán las obras sociales. Es una obligación indelegable de los Estados asegurar la salud y porque han sido los hacedores del desamparo, desempleo, hambre y exclusión social de la mayor parte de la población.
¿Kirchner vuelve a la “vieja política” y a las “corporaciones”?
Todo así lo va demostrando, porque así son “los muchachos peronistas” y él cómo nadie sabe que los necesita, y también intentará volver a ese contubernio bipartidista -peronista-radical- que tanto daño le ha hecho al país. De ahí la posibilidad que finalmente Kirchner sea el conductor partidario para abroquelar más poder hegemónico de cara a las próximas elecciones y reelecciones.
Nadie puede pensar que Eduardo Alberto Duhalde no está detrás de todo esto con el poder bonaerense que domina, tampoco que no lo esté Carlos Menem a través de sus sindicalistas amigos-socios, menos que Enrique Nosiglia no siga trabajando en las tinieblas del poder y podríamos seguir nombrando a tantos “patriotas” que los últimos veintiún años de ésta “democracia representativa” nos han dado. El tiempo nos dirá nuevamente que no estamos equivocados, y no por ser inteligentes sino simplemente por tener memoria y verlos moverse en el terreno fangoso y putrefacto del poder y la política nacional.
Volviendo nuevamente al tema de la hipocresía y para dar un consejo para evitarlo desearía que en la Casa Rosada pongan un pasacalle que diga:
Bienvenidos “compañeros” empresarios sindicales.
5 de agosto del 2004
“El nuevo gobierno se aprovecha de nuestra propia crisis, la del pueblo trabajador, que aún protagonizando fundamentales luchas de resistencia y rechazo a políticos e instituciones que nos destruyeron, no hemos logrado construir, desde abajo, un nuevo proyecto alternativo de país y de sociedad.”
Nora Ciapponi – Militante socialista argentina
Los engordados y sempiternos sindicalistas encerrados en la Confederación General del Trabajo (CGT) han dado un paso hacia delante en su nuevo derrotero por aumentar los ingresos a las arcas de las Obras Sociales. Ahora la “excelente” excusa es dar asistencia primaria “ambulatoria” a los trabajadores desocupados.
El empresariado sindical junto a lo más viejo, retrógrado y corrupto de la supuesta representación de los trabajadores en actividad ya están alineados con el presidente Kirchner; en consecuencia y por reciprocidad Kirchner alineados con éstos corresponsables del actual estado de situación nacional.
¿Serán la fuerza de choque que necesita el gobierno para contrarrestar el accionar de los movimientos de trabajadores desocupados y los piqueteros?
Si miramos hacia atrás en la historia encontramos el comportamiento del gobierno peronista de Juan Domingo Perón y María Estela Martínez desde octubre de 1973 y el del sindicalismo rastrero para comprobar como funcionan las alianzas entre “los compañeros” a la hora de no permitir la pérdida de los espacios de poder. En esa alianza se verificó la entrega y delación que hicieron para terminar con cualquier tipo de oposición gremial de izquierda y aparecieron los primeros torturados, desaparecidos y muertos como antesala de la terrorista y genocida dictadura militar. De ahí que no debe extrañarnos que “éstos” sindicalistas estén formando parte de los Consejos Consultivos para distribuir los planes Jefas y Jefes de Hogar.
¿Dónde estuvieron todos estos años?
¿Ahora hablan de los “desocupados crónicos”?
¿Ahora se atreven a decir que algunos “todavía tienen una cultura del empleo”?
¿De quiénes estamos hablando?
Veamos: Gerardo Martínez, Carlos West Ocampo, José Pedraza, Luis Barrionuevo, José Lingeri, Armando Cavallieri, Hugo Moyano, Oscar Lescano, Rodolfo Daer, Naldo Brunelli, Andrés Rodríguez, Juan Palacios, etc., etc., etc., etc. Si tantos etcéteras como conducciones gremiales existan.
¿Cuál es el patrimonio personal que tienen?
¿No hay más disidentes?
Seamos un poco respetuosos del sufrimiento de muchos.
¿Les interesará la salud o la caja de las obras sociales?
El Gobierno Nacional no tiene ningún tipo de problema de caja debido al fuerte incremento de la recaudación y la restricción del gasto público que realiza, eso posibilita que sea “más generoso” con parte de la recaudación que se queda la administración central de los aportes y contribuciones sobre los sueldos -un 10% de los mismos- y que sigue entregando, como lo hiciera Menem, de la Rúa y Duhalde, de forma arbitraria y conforme a las conveniencias político-partidarias.
Si las obras sociales sindicales están quebradas, salvo raras excepciones, producto del vaciamiento que de ellas se ha efectuado, cómo es posible que ahora puedan hacerse cargo de millones de desocupados. O es que le pesa a los gobiernos provinciales y nacional brindar la atención necesaria en el sistema público de salud, el que no posibilita el clientelismo político-partidario como sí lo harán las obras sociales. Es una obligación indelegable de los Estados asegurar la salud y porque han sido los hacedores del desamparo, desempleo, hambre y exclusión social de la mayor parte de la población.
¿Kirchner vuelve a la “vieja política” y a las “corporaciones”?
Todo así lo va demostrando, porque así son “los muchachos peronistas” y él cómo nadie sabe que los necesita, y también intentará volver a ese contubernio bipartidista -peronista-radical- que tanto daño le ha hecho al país. De ahí la posibilidad que finalmente Kirchner sea el conductor partidario para abroquelar más poder hegemónico de cara a las próximas elecciones y reelecciones.
Nadie puede pensar que Eduardo Alberto Duhalde no está detrás de todo esto con el poder bonaerense que domina, tampoco que no lo esté Carlos Menem a través de sus sindicalistas amigos-socios, menos que Enrique Nosiglia no siga trabajando en las tinieblas del poder y podríamos seguir nombrando a tantos “patriotas” que los últimos veintiún años de ésta “democracia representativa” nos han dado. El tiempo nos dirá nuevamente que no estamos equivocados, y no por ser inteligentes sino simplemente por tener memoria y verlos moverse en el terreno fangoso y putrefacto del poder y la política nacional.
Volviendo nuevamente al tema de la hipocresía y para dar un consejo para evitarlo desearía que en la Casa Rosada pongan un pasacalle que diga:
Bienvenidos “compañeros” empresarios sindicales.
Deuda Externa y la hipocresía de los culpables y mentirosos
4 de agosto del 2004
Frente al hambre, a la desocupación y al saqueo levantamos una consigna:
O se está al servicio del pueblo contra la deuda,
o se está contra el pueblo al servicio de la deuda.
Alejandro Olmos
F.M.I. y Bonistas
El presidente de la Nación Argentina, Néstor Carlos Kirchner, ha manifestado que la autocrítica (¿?) realizada días atrás por el Fondo Monetario Internacional es hipócrita y que los errores de ese organismo costaron 15 millones de argentinos pobres.
¡Chocolate por la noticia señor presidente!
¿Y entonces...?
Sí, vuelvo a preguntarme. ¿Y entonces...? ¿Qué hacemos...?
Veamos entonces como actúa ahora el Gobierno Nacional con los “culpables” y los “hipócritas” porque es justamente el máximo mandatario al que le han dado -democracia representativa mediante- la responsabilidad de representarnos y la inmensa mayoría pueblo argentino sabe muy bien que hacer con la deuda.
Pero cuidado porque el arreglo del pago de la deuda externa excede las atribuciones presidenciales, eso significa que no puede hacerlo sin la aprobación del Congreso Nacional, claro está que en el pasado ningún otro presidente lo ha hecho y esos inconstitucionales antecedentes no pueden seguir realizándose de aquí en adelante, y menos aún sujeto siempre al ánimo de quién usurpa tal atribución.
No está nada mal que sea Kirchner quien les dice “hipócritas y culpables”. Porque es lo piensa, siente y padece la mayor parte de nuestro pueblo, ese mismo pueblo al que seguramente la “clase política” negará la posibilidad de expresarse en una consulta popular sobre el tema de la impagable, odiosa, ilegítima, ilegal, inmoral y fraudulenta deuda externa.
La misma deuda que es llamada por el Gobierno Nacional “Deuda Soberana”.
¿Puede el presidente Kirchner decir sobre la deuda externa lo que se le ocurra, hacer lo que se le ocurra, comprometernos como se le ocurra, pagar como se le ocurra, refinanciar como se le ocurra, hacer quitas como se le ocurra y cuantas ocurrencias más quiera tener? Seguro que no, y prueba de ello es que desde la propuesta de Dubai en setiembre del 2003 a la realizada en mayo del 2004, en sólo ocho meses, se ha cambiado el criterio de la quita del 75% y el pago de los intereses que significan unos 31.000 millones de dólares más para los poseedores de bonos. Es el equivalente a 30 años de los planes de Jefas y Jefes de Hogar que hoy se pagan. Es muy poco serio y a la vez peligroso. ¿No?.
Indudablemente algo tuvieron que ver los “Bancos Organizadores Internacionales” también llamado el “Sindicato Asesor”: Merrill Lynch Inc., UBS Limited y Barclays Capital Inc. que cobran 475 mil dólares mensuales cada uno y comisiones de hasta el 0,35% de la deuda “elegible”, y los “Bancos Organizadores Regionales”: BBVA Banco Francés y Banco de Galicia y Buenos Aires que cobrarán el 0,15% de comisión por la “colocación“. Y cuanto habrán aportado antes el “Asesor Financiero del Estado” el Banco Lazard Freres y las “Agencias Financieras” que posee el gobierno en Washington y Londres. Toda una asociación transversal, nacional y popular junto a la “The Kirchner Administration” y el Banco de la Nación Argentina.
Hipocresía ¿Ese cambio no es hipocresía? ¿Intentar desde la dialéctica hacer creer que se pone una luz de giro a la izquierda cuando comprobamos que seguimos girando hacia la derecha, no es hipocresía? Lo puede hacer porque sabe que “por ahora” el pueblo se lo permitirá, porque es el primer año de gestión y porque las fraguadas encuestas lo favorecen.
¿Podemos aceptar que un prácticamente desconocido en la política nacional hace un año y medio atrás -salvo para los santacruceños, para Duhalde y para Menem, claro está- haga lo que quiera con nuestro futuro? Recordemos que llegó a tener la envestidura presidencial solo con el 22 % de los votos, al que no se le conoce ni una sola publicación política, profesional, tratado, exposición ideológica de donde poder saber cómo pensaba o cómo piensa ahora y que sus idas y venidas dentro del justicialismo tampoco permiten ubicarlo ideológicamente con claridad. Si tan solo dos de cada diez votantes son los representados por él, eso lo debería comprometer con el futuro de todos y siendo amplio en la construcción de consensos políticos, sociales y económicos para afrontar el tema del endeudamiento -entre muchos otros más-.
Es un doble discurso presidencial recibir cómo si nada a los engordados sindicalistas corresponsables del actual estado de situación, los que han sido cómplices en la entrega del patrimonio nacional, cuando sabemos que los sindicalistas fueron siempre una escoria en sus y mis queridos pagos sureños y a los cuales siempre despreció como a la oposición política. ¿Y ahora todo ha cambiado?.
A Kirchner muchos lo están conociendo ahora, otros lo conocemos muy bien y sabemos de sus arbitrariedades, criterios políticos hegemónicos de conducción, el desprecio que le tiene a cualquier tipo de oposición y su autoritarismo. De eso ya me he referido en otras muchas oportunidades como también de la forma de manejar los fondos públicos de la provincia de Santa Cruz y los cientos de millones de dólares enviados el exterior sin haber rendido cuenta de ellos jamás desde hace ya doce años. ¿Pasará lo mismo con la deuda externa y los compromisos que se tomen?.
Conociendo como fue su forma de gobernar en Santa Cruz ya llegará el tiempo de elecciones y comenzará con sus rimbombantes anuncios y entrevistas, con los que la prensa cómplice, los alcahuetes, ministros, secretarios y demás empleados pagados por todos nosotros nos querrán convencer que en Argentina estamos “en el camino seguro”. ¿Cuál es el camino seguro de un país con su pueblo hambreado y abandonado?
No obstante todo lo dicho, no deseo tener que calificar a Kirchner como “hipócrita”, ya que sería confirmar que a la hora de elegir nos equivocamos nuevamente y colocamos más de lo mismo en la Casa Rosada. Desearía que más allá de sus discursos y parafernalia mediática su accionar pueda demostrar que le interesa la opinión del pueblo. ¿Será verdad cuando pide que lo ayuden y acompañen?. ¿Recuerdan él “Síganme que no los voy a defraudar”?. Bueno por aquellos años eran todos amigos y compañeros peronistas.
Culpables Muchas adjetivaciones le podemos dar al gobernante pero lo importante es lo que éste hace o deshace. Cuales son las consecuencias de las decisiones que tome ya sea como un señor feudal, un autoritario, o bien, como si fuera sencillamente quien tiene un cargo con plazo fijo; a lo sumo dos plazos fijos gracias al Pacto de Olivos. Somos y estamos cautivos de una “democracia representativa” y por lo tanto todas las decisiones las dejamos en mano de nuestros representantes.
Sin embargo aunque olvidados por su inacción, entre los representantes también están los legisladores nacionales -diputados y senadores- que tienen la obligación de intervenir en los empréstitos para urgencias de la Nación, o sea en contraer deudas sobre el crédito nacional. La Constitución Nacional los obliga a: “Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación”.
Es imperdonable y apátrida que los legisladores nacionales se hayan hecho los distraídos con la sentencia del Juez Jorge Ballesteros desde el 13 de julio del 2000. Expresamente en su fallo estableció el envío al Congreso Nacional de la resolución judicial y puso a disposición todas las actuaciones que demostraban el origen fraudulento e ilegal del endeudamiento externo. En cuatro años no han hecho nada, absolutamente nada. ¿Serán culpables alguna vez los legisladores?
Ahora claro, si a los políticos les interesa la parte de la carta magna que habla de reelección presidencial, fueros y otras cuestiones que los colocan en ventaja frente a sus representados es otro tema. Justamente son los temas que a ellos les apasiona sobremanera y por eso se preocuparon de modificar la Constitución en lugar de modificar la política menemista a la que tanto ahora todos critican. Ahora detestan a Carlos Menem quienes ayer fueron sus compañeros, socios y amigos políticos, han llegado tarde porque el pueblo se dio cuenta primero.
Todos ellos supieron aprovecharse de y en esa década infame mientras al pueblo le dieron la espalda y permitieron que se lo siga engañando y empobreciendo. ¿En cualquier fotografía desde 1983 a la fecha permite verificar que están casi todos los mismos?.
Sigo y seguiré denunciando que no puede un sujeto perteneciente a la “subclase presidencial” -dentro de la “clase política”- arrogarse el derecho de endeudar a todo un pueblo conforme le dé su reverenda gana. Porque esa es la cruda realidad y nadie puede imaginar que Carlos Menem, Fernando de la Rúa o Eduardo Alberto Duhalde padecieron, padecen o padecerán personalmente algún problema económico producto de sus malignas políticas, y si nos referimos a sus ministros y secretarios de economía y finanzas tampoco. Tampoco creo que Kirchner sufra en su patrimonio y economía personal el problema que ocasionen sus erráticas políticas económicas. ¿Puede entonces ser el único que decida el tratamiento de la funesta deuda externa? ¿Puede asegurarnos que ni un solo argentino la padecerá?.
Mentirosos Se deben acabar las bravuconadas de micrófono, parlante y pantalla. Que de una vez por todas hagan lo que tienen que hacer éstos remunerados de la política, o sea nuestros empleados. Kirchner a muchos no nos puede correr por izquierda -ni siquiera sobrepasándonos por una ruta-, por lo que pienso que debe dejarse de ganar tiempo entreteniendo al obnubilado progresismo vernáculo y dejar de estar tan confiado con el acompañamiento del embelesado periodismo otrora denunciante -ese al que muchas veces le creíamos-. Ellos serán justamente quienes huirán más rápido de su lado. Con la misma rapidez que muchos hemos tenido al dejar de respetarlos, leerlos o escucharlos.
No debemos ser prisioneros de los políticos de turno. Tenemos el deber de saber cuales son nuestras fuerzas, no doblegarnos, no tenerle miedo a nada y resistir cada vez con más ahínco y vehemencia. Tenemos que trabajar y luchar por cambiar profunda y rápidamente las cosas.
Si en ese camino encontramos a algún político decente y trabajador en buena hora, pero no debemos detenernos a escuchar mendaces explicaciones sobre su pasado. Debemos seguir adelante. Simplemente porque se nos va la vida, las esperanzas y tenemos un compromiso ineludible con nuestros hijos.
Seguiré luchando y militando para que nuestro país cambie, para que no seamos nuevamente presos de ésta clase política corrupta e infame. La que lo único que supo hacer fue sembrar el hambre en nuestro pueblo para terminar cosechando a millones de ciudadanos desesperados por seguir viviendo como pobres e indigentes seres humanos. Y encima los insultan y humillan con miserables planes sociales que deben obtener de las sucias manos de los mismos que fueron responsables de ésta situación. No lo podemos seguir permitiendo, cueste lo que cueste.
Acá el único camino es plantarse ante los acreedores, plantarse ante el gobierno, ponernos junto al pueblo en la resistencia y decirle al mundo entero que la “joda financiera” se acabó en la República Argentina. Que no se pagará ni un centavo con el hambre de los nuestros. Debe ser una consigna, la podemos defender y sostener si pueblo y un gobierno que permita participar de la democracia así nos lo proponemos.
“La esperanza de una vida más digna y de la vigencia de una verdadera justicia descansa en la voluntad del pueblo resistiendo a la violencia de la injusticia”. Así lo señalaba con gran verdad Alejandro Olmos en el año 1999.
Por el presidente argentino Néstor Carlos Kirchner no debe ni puede hacer lo que quiera, porque seguirá el camino de todos sus antecesores sin dudas.
Béliz, Kirchner y la SIDE
30 de julio del 2004
Gustavo Osvaldo Béliz ha realizado una denuncia -puesta en escena mediante- muy fuerte sobre el funcionamiento de los servicios de inteligencia del Estado, la SIDE en éste caso, que merece que la Justicia Federal actúe rápida y seriamente realizando las investigaciones necesarias para esclarecer el tema de las mafias y corrupciones políticas. Si la actuación judicial es la misma de siempre sería preferible que no se gasten recursos públicos para terminar no haciendo nada, y menos aún que sea un motivo más de distracción, como los tantos que se inventan a diario. Este tema no puede quedar solamente en tomar algunas declaraciones para luego terminar en las “faltas de mérito”.
“..., los movimientos pendulares de sus convicciones políticas son demasiados conocidas, la forma de cambiar su camiseta partidaria es demasiado rápida, sus compañeros de ruta representan lo más retrogrado de las ideas y sus denuncias siempre van acompañadas de un gran operativo de prensa y muy poco de una investigación y seguimiento para su corrección y búsqueda de las sanciones respectivas.”
Lo precedente es parte de un artículo del 21 de mayo del 2003 (http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/justicia.htm) en el cual cuestionaba el nombramiento por parte del presidente electo Néstor Carlos Kirchner como Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos del hoy echado Béliz.
Por supuesto que en lo más mínimo lamento el alejamiento del Gobierno Nacional de Béliz por muchos motivos, que me hacían considerarlo una persona no capaz -tampoco seria para el cargo- y con antecedentes generales por demás de cuestionables. Debemos recordar que obviamente al momento de su nombramiento no había comenzado el “show setentista”.
Utilizó la palabra “show” con el mayor de los respetos por todos los que realmente lucharon y se jugaron por un país muy diferente a éste. Respeto por cada uno de los que hoy no están físicamente con nosotros y que seguramente no convalidarían las políticas de los que ahora nos quieren convencer que alzan banderas que jamás tuvieron y menos defendieron, porque en los momentos que deberían haber estado les interesaba más hacerse de un “patrimonio económico” y “rosquear políticamente”. ¿Está claro no?
Todos sabemos que los servicios de inteligencia son una lacra y sus personeros elementos de los más despreciables, alcahuetes y delatores que entre todos pagamos. Así lo verifican los antecedentes e historiales institucionales que nadie duda que han sido represivos y fascistas.
Por eso llama la atención que ahora “no lo sean” para el presidente Kirchner, pero sin embargo “si lo eran” en su campaña electoral cuando decía ser víctima de ellos. ¿Porque debemos tener memoria, no?
La historia se repite en muchas oportunidades, o mejor dicho casi siempre.
Es imposible no aborrecer la realidad que nos ofrece la política vernácula y cada uno de sus esténtores, por más que intenten hacernos creer otras realidades inexistentes. Tienen una forma de ejercer la política, más precisamente vivir de ella, que está en un estado de putrefacción tan avanzado que solamente le espera su desaparición. Es el pueblo argentino el que tiene la obligación de firmar su certificado de defunción. ¿Una asignatura pendiente, no?
Mienten los que aseguran que del presupuesto de la SIDE no se derivan fondos hacia la política partidaria. De ser así, los gobernantes no estarían tan interesados por colocar allí a sus hombres de máxima confianza y con total independencia de sus cualidades y capacidades para entender algo sobre el tema -aunque sea lo más elemental-. No ha existido un solo secretario de Inteligencia con algún conocimiento previo del tema. Ninguno. Pero si han estado y están los que tienen una íntima relación -funcional políticamente- con los fondos que necesita el aparato partidario y los funcionarios “democrática y representativamente” elegidos para “hacer política” y “vivir de la política”.
Que nadie espere que alguna vez se pueda conocer que hacen los servicios de inteligencia y a dónde van los millonarios presupuestos que disponen secretamente. Lo único que debemos exigir es que no sigan mintiendo, que no nos sigan robando y que no nos “sigan espiando”. En síntesis que dejen de existir.
Porque esto es así desde la creación de los “servicios” y sus posteriores incrementos de funciones y atribuciones que algunos ejemplos vale la pena recordar:
Década del 30: “División de Orden Político – Sección Especial en la Policía Federal” - (“presidente-general” Agustín P. Justo) para controlar y perseguir a los militantes políticos opositores,
Década del 40: “Coordinación de Informaciones de la Presidencia de la Nación” - (“presidente-coronel” Juan Domingo Perón) se aumenta y perfeccionan las funciones y arbitrariedades con la finalidad de delatar y perseguir a los opositores,
Década del 50: “Secretaría de Informaciones de Estado - SIDE” - (“presidente-general” Pedro Eugenio Aramburu para controlar, perseguir y asesinar a ciudadanos civiles,
Década del 60: “Central Nacional de Inteligencia” y el “Consejo Nacional de Seguridad” - (“presidente-general Juan Carlos Onganía) con toda la furia de la Doctrina de la Seguridad Nacional,
Década del 70: “Triple A” - (“cabo-comisario general” José López Rega) agregó tortura, represión y muerte -tercer gobierno constitucional de Perón-, “Batallón 601 de Inteligencia del Ejercito”, la “Escuela de Mecánica de la Armada” y el “Servicio de Inteligencia Aérea” – (“generales, almirantes y brigadieres genocidas”) que hicieron esa terrible noche de miedo y sangre del pueblo que fue la Dictadura Militar.
Una muy buena oportunidad tiene la clase política y especialmente el transversalmente progresista presidente Kirchner de terminar con los “espías” si realmente nos quieren permitir vivir en libertad y en una democracia seria, aunque sea solamente representativa.
Los Servicios de Inteligencia deben desaparecer.
30 de julio del 2004
Gustavo Osvaldo Béliz ha realizado una denuncia -puesta en escena mediante- muy fuerte sobre el funcionamiento de los servicios de inteligencia del Estado, la SIDE en éste caso, que merece que la Justicia Federal actúe rápida y seriamente realizando las investigaciones necesarias para esclarecer el tema de las mafias y corrupciones políticas. Si la actuación judicial es la misma de siempre sería preferible que no se gasten recursos públicos para terminar no haciendo nada, y menos aún que sea un motivo más de distracción, como los tantos que se inventan a diario. Este tema no puede quedar solamente en tomar algunas declaraciones para luego terminar en las “faltas de mérito”.
“..., los movimientos pendulares de sus convicciones políticas son demasiados conocidas, la forma de cambiar su camiseta partidaria es demasiado rápida, sus compañeros de ruta representan lo más retrogrado de las ideas y sus denuncias siempre van acompañadas de un gran operativo de prensa y muy poco de una investigación y seguimiento para su corrección y búsqueda de las sanciones respectivas.”
Lo precedente es parte de un artículo del 21 de mayo del 2003 (http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/justicia.htm) en el cual cuestionaba el nombramiento por parte del presidente electo Néstor Carlos Kirchner como Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos del hoy echado Béliz.
Por supuesto que en lo más mínimo lamento el alejamiento del Gobierno Nacional de Béliz por muchos motivos, que me hacían considerarlo una persona no capaz -tampoco seria para el cargo- y con antecedentes generales por demás de cuestionables. Debemos recordar que obviamente al momento de su nombramiento no había comenzado el “show setentista”.
Utilizó la palabra “show” con el mayor de los respetos por todos los que realmente lucharon y se jugaron por un país muy diferente a éste. Respeto por cada uno de los que hoy no están físicamente con nosotros y que seguramente no convalidarían las políticas de los que ahora nos quieren convencer que alzan banderas que jamás tuvieron y menos defendieron, porque en los momentos que deberían haber estado les interesaba más hacerse de un “patrimonio económico” y “rosquear políticamente”. ¿Está claro no?
Todos sabemos que los servicios de inteligencia son una lacra y sus personeros elementos de los más despreciables, alcahuetes y delatores que entre todos pagamos. Así lo verifican los antecedentes e historiales institucionales que nadie duda que han sido represivos y fascistas.
Por eso llama la atención que ahora “no lo sean” para el presidente Kirchner, pero sin embargo “si lo eran” en su campaña electoral cuando decía ser víctima de ellos. ¿Porque debemos tener memoria, no?
La historia se repite en muchas oportunidades, o mejor dicho casi siempre.
Es imposible no aborrecer la realidad que nos ofrece la política vernácula y cada uno de sus esténtores, por más que intenten hacernos creer otras realidades inexistentes. Tienen una forma de ejercer la política, más precisamente vivir de ella, que está en un estado de putrefacción tan avanzado que solamente le espera su desaparición. Es el pueblo argentino el que tiene la obligación de firmar su certificado de defunción. ¿Una asignatura pendiente, no?
Mienten los que aseguran que del presupuesto de la SIDE no se derivan fondos hacia la política partidaria. De ser así, los gobernantes no estarían tan interesados por colocar allí a sus hombres de máxima confianza y con total independencia de sus cualidades y capacidades para entender algo sobre el tema -aunque sea lo más elemental-. No ha existido un solo secretario de Inteligencia con algún conocimiento previo del tema. Ninguno. Pero si han estado y están los que tienen una íntima relación -funcional políticamente- con los fondos que necesita el aparato partidario y los funcionarios “democrática y representativamente” elegidos para “hacer política” y “vivir de la política”.
Que nadie espere que alguna vez se pueda conocer que hacen los servicios de inteligencia y a dónde van los millonarios presupuestos que disponen secretamente. Lo único que debemos exigir es que no sigan mintiendo, que no nos sigan robando y que no nos “sigan espiando”. En síntesis que dejen de existir.
Porque esto es así desde la creación de los “servicios” y sus posteriores incrementos de funciones y atribuciones que algunos ejemplos vale la pena recordar:
Década del 30: “División de Orden Político – Sección Especial en la Policía Federal” - (“presidente-general” Agustín P. Justo) para controlar y perseguir a los militantes políticos opositores,
Década del 40: “Coordinación de Informaciones de la Presidencia de la Nación” - (“presidente-coronel” Juan Domingo Perón) se aumenta y perfeccionan las funciones y arbitrariedades con la finalidad de delatar y perseguir a los opositores,
Década del 50: “Secretaría de Informaciones de Estado - SIDE” - (“presidente-general” Pedro Eugenio Aramburu para controlar, perseguir y asesinar a ciudadanos civiles,
Década del 60: “Central Nacional de Inteligencia” y el “Consejo Nacional de Seguridad” - (“presidente-general Juan Carlos Onganía) con toda la furia de la Doctrina de la Seguridad Nacional,
Década del 70: “Triple A” - (“cabo-comisario general” José López Rega) agregó tortura, represión y muerte -tercer gobierno constitucional de Perón-, “Batallón 601 de Inteligencia del Ejercito”, la “Escuela de Mecánica de la Armada” y el “Servicio de Inteligencia Aérea” – (“generales, almirantes y brigadieres genocidas”) que hicieron esa terrible noche de miedo y sangre del pueblo que fue la Dictadura Militar.
Una muy buena oportunidad tiene la clase política y especialmente el transversalmente progresista presidente Kirchner de terminar con los “espías” si realmente nos quieren permitir vivir en libertad y en una democracia seria, aunque sea solamente representativa.
Los Servicios de Inteligencia deben desaparecer.
Obedecer es ser cómplices
23 de julio del 2004
Creo de todo corazón en el lema “El mejor gobierno es el que tiene que gobernar menos”, y me gustaría verlo hacerse efectivo más rápida y sistemáticamente. Bien llevado, finalmente resulta en algo en lo que también creo: “El mejor gobierno es el que no tiene que gobernar en absoluto”. Y cuando los pueblos estén preparados para ello, ése será el tipo de gobierno que tengan. En el mejor de los casos, el gobierno no es más que una conveniencia, pero en su mayoría los gobiernos son inconvenientes y todos han resultado serlo en algún momento.
Henry David Thoreau
Ya llevamos catorce meses de anuncios estruendosos y de promesas en la Argentina desde que Néstor Carlos Kirchner se hizo cargo de la presidencia de la Nación. Algunos de ellos muy importantes y otros que tienen por finalidad entretener a la opinión pública e ir ganando tiempo. Sobre eso sabemos de sobra los argentinos.
A partir y a pesar de haber llegado con el apoyo prestado, por cierto indispensable de Eduardo Duhalde, para muchos -me permito no incluirme- se abría una nueva etapa en la vida de la República; abrigando las esperanzas de que podría diseñarse un nuevo “modelo de democracia representativa”. Vaya esperanza y vaya su representatividad.
Los tiempos son siempre tiranos y son los líderes los que deben disponer todas sus capacidades para corregir errores y establecer rumbos nuevos, indudablemente que no se logra con entretener a una sociedad entera con proyectos de largo plazo sino mediante políticas activas de acción política. Los de largo plazo deberían ser diseñados desde una genuina representación popular, la que no la tenemos ni por casualidad.
Entonces solamente podemos advertir que el proyecto de país se resume al proyecto particular del gobernante de turno, ese que indefectiblemente termina en buscar los caminos hacía la reelección bajo la mendaz oferta que se necesita más tiempo en el poder. Claro que no es una propiedad intelectual de los vernáculos políticos sino que en todos los países sucede algo similar. Con realizar una rápida mirada al contexto mundial podemos sacar nuestras propias conclusiones de cómo está el mundo.
Debemos entonces preguntarnos simplemente ¿Para qué llegan a dónde llegaron?
Si analizamos los cambios fundamentales de ésta gestión presidencial, y otra vez debo recordar que la política mediática tiene sus méritos, no podemos encontrarnos con aquellos que hayan permitido mitigar los problemas de las grandes mayorías que siguen debatiéndose en la pobreza y la desesperación de vida. Más allá que los ingresos a las arcas públicas son apreciables y considerables -mucho más de las esperadas y presupuestadas- ellas no han querido ser puestas al servicio de la sociedad toda. El concepto de “banquero” está más arraigado que el de presidente de la Nación en el caso de Kirchner. Esto ya lo sabíamos de antes y por desgracia no hay cambios en su manera de administrar y gobernar con respecto a la realizada en la provincia de Santa Cruz.
Los tiempos y las necesidades de los políticos son diametralmente opuestos a la de los “ciudadanos no políticos”, nosotros debemos desenvolvernos y luchar diariamente dentro de un marco diseñado desde las estructuras de los primeros que es siempre arbitrario y personalista. Para desgracia de todos, sus acciones tienen por finalidad aumentar su “poder representativo” y es por eso que pierden la calma cuando se reclama participación en las cuestiones públicas. Obvio, que es en esos momentos dónde nos refriegan en las narices que tenemos democracia y un estado de derecho que garantizan todo lo necesario, para agregar a continuación que existe la separación e independencia de los poderes del Estado. Latiguillo tan conocido como depreciado y despreciado.
Podemos advertir que los destrozados frentes que tuvo que hacerse cargo ésta gestión fueron y siguen siendo innumerables, por cierto por demás de conocidos por Kirchner que no puede -ni debe tampoco- hacerse el distraído y menos endilgar a los demás la calidad de “paracaidistas húngaros”, porque él forma parte de esa brigada de políticos hacedores de la actual situación. Nadie puede pensar lo contrario, a menos que no conozca o no recuerde su historial político.
El justicialismo, partido al que pertenece Kirchner, ha gobernado al país por algo más de trece años desde la recuperación de la democracia en el año 1983 y muchos de sus colaboradores han formado parte de los gobiernos -nacionales y provinciales- que se ocuparon más de las cuestiones del poder partidario y la entrega de nuestro futuro, que por llevar adelante proyectos de superación regional, nacional y continental. Ahí también están, para no faltar a la memoria, los radicales que por prácticamente ocho años han ocupado la presidencia de la Nación. Amigos, familiares, financistas, sindicalistas, empresarios y demás especimenes se han aprovechado durante más de veintiún años del esfuerzo de millones. Aunque al momento de tratar con los organismos de crédito internacionales, con las empresas que se han quedado con el patrimonio de todos, con los sindicalistas engordados y entreguistas y con la caterva legislativa confirmamos que cual es la prioridad que tienen, y de última cual es su verdadera pertenencia de “clase”.
Es por eso que no podemos creer cuando desde la máxima autoridad “democrática representativa” se nos pide ayuda, acompañamiento y que realicemos denuncias. Sencillamente porque no quieren ser ayudados solamente desean no ser criticados. Porque exigen que acompañemos “sus” proyectos y no los nuestros, lo que sugiere convertirnos en comparsa amorfa. Tampoco hace falta realizar denuncias porque ellos saben perfectamente en donde están los ilícitos y corrupciones porque son amamantadas desde sus propias entrañas.
Nosotros, ciudadanos comunes e hijos del pueblo, muy flaco favor le haríamos al presente y futuro del país si permitimos que nos sigan engañando muchas veces por conservar nuestros pequeños y efímeros intereses personales. Más allá que nos digan que estamos representados por legisladores municipales, provinciales y nacionales para llevar adelante nuestros mandatos sabemos que es una palmaria mentira, ellos actúan bajo la impronta de los poderes ejecutivos por acción u omisión. Más aberrante e indigno es que después de pedir el favor de nuestros votos nos ignoran y contribuyen a perfeccionar el estado de opresión reinante.
Debemos seguir cuestionando a éste sistema impuesto por las mayorías políticas, porque su perversidad está libre de cualquier duda; los hechos demuestran que es así y no de la forma que nos la quieren presentar.
El Gobierno Nacional sabe que el tiempo juega a su favor y va desgastando a la protesta social. El pueblo también sabe muy bien como plantarse y decir basta.
Luchar por nuestros derechos ciudadanos es nuestro deber, como desobedecer civilmente es nuestra obligación ante las políticas diseñadas por unos pocos.
Obedecer es ser cómplices.
23 de julio del 2004
Creo de todo corazón en el lema “El mejor gobierno es el que tiene que gobernar menos”, y me gustaría verlo hacerse efectivo más rápida y sistemáticamente. Bien llevado, finalmente resulta en algo en lo que también creo: “El mejor gobierno es el que no tiene que gobernar en absoluto”. Y cuando los pueblos estén preparados para ello, ése será el tipo de gobierno que tengan. En el mejor de los casos, el gobierno no es más que una conveniencia, pero en su mayoría los gobiernos son inconvenientes y todos han resultado serlo en algún momento.
Henry David Thoreau
Ya llevamos catorce meses de anuncios estruendosos y de promesas en la Argentina desde que Néstor Carlos Kirchner se hizo cargo de la presidencia de la Nación. Algunos de ellos muy importantes y otros que tienen por finalidad entretener a la opinión pública e ir ganando tiempo. Sobre eso sabemos de sobra los argentinos.
A partir y a pesar de haber llegado con el apoyo prestado, por cierto indispensable de Eduardo Duhalde, para muchos -me permito no incluirme- se abría una nueva etapa en la vida de la República; abrigando las esperanzas de que podría diseñarse un nuevo “modelo de democracia representativa”. Vaya esperanza y vaya su representatividad.
Los tiempos son siempre tiranos y son los líderes los que deben disponer todas sus capacidades para corregir errores y establecer rumbos nuevos, indudablemente que no se logra con entretener a una sociedad entera con proyectos de largo plazo sino mediante políticas activas de acción política. Los de largo plazo deberían ser diseñados desde una genuina representación popular, la que no la tenemos ni por casualidad.
Entonces solamente podemos advertir que el proyecto de país se resume al proyecto particular del gobernante de turno, ese que indefectiblemente termina en buscar los caminos hacía la reelección bajo la mendaz oferta que se necesita más tiempo en el poder. Claro que no es una propiedad intelectual de los vernáculos políticos sino que en todos los países sucede algo similar. Con realizar una rápida mirada al contexto mundial podemos sacar nuestras propias conclusiones de cómo está el mundo.
Debemos entonces preguntarnos simplemente ¿Para qué llegan a dónde llegaron?
Si analizamos los cambios fundamentales de ésta gestión presidencial, y otra vez debo recordar que la política mediática tiene sus méritos, no podemos encontrarnos con aquellos que hayan permitido mitigar los problemas de las grandes mayorías que siguen debatiéndose en la pobreza y la desesperación de vida. Más allá que los ingresos a las arcas públicas son apreciables y considerables -mucho más de las esperadas y presupuestadas- ellas no han querido ser puestas al servicio de la sociedad toda. El concepto de “banquero” está más arraigado que el de presidente de la Nación en el caso de Kirchner. Esto ya lo sabíamos de antes y por desgracia no hay cambios en su manera de administrar y gobernar con respecto a la realizada en la provincia de Santa Cruz.
Los tiempos y las necesidades de los políticos son diametralmente opuestos a la de los “ciudadanos no políticos”, nosotros debemos desenvolvernos y luchar diariamente dentro de un marco diseñado desde las estructuras de los primeros que es siempre arbitrario y personalista. Para desgracia de todos, sus acciones tienen por finalidad aumentar su “poder representativo” y es por eso que pierden la calma cuando se reclama participación en las cuestiones públicas. Obvio, que es en esos momentos dónde nos refriegan en las narices que tenemos democracia y un estado de derecho que garantizan todo lo necesario, para agregar a continuación que existe la separación e independencia de los poderes del Estado. Latiguillo tan conocido como depreciado y despreciado.
Podemos advertir que los destrozados frentes que tuvo que hacerse cargo ésta gestión fueron y siguen siendo innumerables, por cierto por demás de conocidos por Kirchner que no puede -ni debe tampoco- hacerse el distraído y menos endilgar a los demás la calidad de “paracaidistas húngaros”, porque él forma parte de esa brigada de políticos hacedores de la actual situación. Nadie puede pensar lo contrario, a menos que no conozca o no recuerde su historial político.
El justicialismo, partido al que pertenece Kirchner, ha gobernado al país por algo más de trece años desde la recuperación de la democracia en el año 1983 y muchos de sus colaboradores han formado parte de los gobiernos -nacionales y provinciales- que se ocuparon más de las cuestiones del poder partidario y la entrega de nuestro futuro, que por llevar adelante proyectos de superación regional, nacional y continental. Ahí también están, para no faltar a la memoria, los radicales que por prácticamente ocho años han ocupado la presidencia de la Nación. Amigos, familiares, financistas, sindicalistas, empresarios y demás especimenes se han aprovechado durante más de veintiún años del esfuerzo de millones. Aunque al momento de tratar con los organismos de crédito internacionales, con las empresas que se han quedado con el patrimonio de todos, con los sindicalistas engordados y entreguistas y con la caterva legislativa confirmamos que cual es la prioridad que tienen, y de última cual es su verdadera pertenencia de “clase”.
Es por eso que no podemos creer cuando desde la máxima autoridad “democrática representativa” se nos pide ayuda, acompañamiento y que realicemos denuncias. Sencillamente porque no quieren ser ayudados solamente desean no ser criticados. Porque exigen que acompañemos “sus” proyectos y no los nuestros, lo que sugiere convertirnos en comparsa amorfa. Tampoco hace falta realizar denuncias porque ellos saben perfectamente en donde están los ilícitos y corrupciones porque son amamantadas desde sus propias entrañas.
Nosotros, ciudadanos comunes e hijos del pueblo, muy flaco favor le haríamos al presente y futuro del país si permitimos que nos sigan engañando muchas veces por conservar nuestros pequeños y efímeros intereses personales. Más allá que nos digan que estamos representados por legisladores municipales, provinciales y nacionales para llevar adelante nuestros mandatos sabemos que es una palmaria mentira, ellos actúan bajo la impronta de los poderes ejecutivos por acción u omisión. Más aberrante e indigno es que después de pedir el favor de nuestros votos nos ignoran y contribuyen a perfeccionar el estado de opresión reinante.
Debemos seguir cuestionando a éste sistema impuesto por las mayorías políticas, porque su perversidad está libre de cualquier duda; los hechos demuestran que es así y no de la forma que nos la quieren presentar.
El Gobierno Nacional sabe que el tiempo juega a su favor y va desgastando a la protesta social. El pueblo también sabe muy bien como plantarse y decir basta.
Luchar por nuestros derechos ciudadanos es nuestro deber, como desobedecer civilmente es nuestra obligación ante las políticas diseñadas por unos pocos.
Obedecer es ser cómplices.
El minimalismo de Horacio Verbitsky
20 de julio del 2004
“Los nuevos movimientos sociales han elevado las más diversas críticas
y han sido sus prácticas políticas uno de los antídotos contra el minimalismo político.”
Eduardo Gudynas –Investigador uruguayo-
No es la primera vez que desde éstas columnas de opinión tengo que cuestionar las opiniones del periodista Horario Verbitsky, quien además ostenta el cargo de presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
En ésta oportunidad me veo en la obligación de hacerlo por el contenido de una nota de su autoría publicada bajo el título de “Limite” el pasado 17 de julio en el diario Página/12, otrora independiente del poder gubernamental de turno y editorialmente progresista.
Si bien corresponde afirmar que los hechos de vandalismo sucedidos en las puertas de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el día que debería llevarse a cabo el tratamiento en particular del Código Contravencional, están lejos de perseguir la lucha pacífica por las ideas. Eso es una realidad. Realidad que se debería investigar y verificar para saber quienes han sido los que llevaron adelante la destrucción parcial del edificio e intimidaron a los que en su interior se encontraban por espacio de varias horas, en su mayoría trabajadores.
Nuestra historia está plagada de ejemplos en que elementos infiltrados en movilizaciones y acciones de presión popular responden, y además están pagados, por los mismos que antes, durante y después salen enfervorizados a condenarlos y a solicitar la acción represiva de las “represivas” fuerzas de seguridad.
Ahora bien, de ahí a permitir que Verbitsky transgreda y tergiverse la verdad y la realidad es un abismo tan impresionante como inmensamente grande fue la potencia que los medios de comunicación pusieron a disposición de establecer que por aquellas horas se estaba al borde de la toma de la legislatura -como si fuera la de la Bastilla- negando la participación de miles de ciudadanos que pacíficamente se movilizaron en contra de la norma represiva que se pretendía tratar. Allí estaban presentes los estudiantes secundarios, asambleístas, organizaciones de trabajadores de distintos gremios, meretrices, travestis, prostitutas, artesanos, movimientos de desocupados, piqueteros y partidos políticos de izquierda que no participaron de ese disloque a todas luces prediseñado.
Si para Verbitsky la memoria y la verdad pueden venderse a manos de extrañas “Fundaciones” o de acomodaticios espacios -ganados vaya a saber de que forma- cerca del Gobierno Nacional actual es su decisión personal, más allá que no puedo dejar de condenarla como cuando no duda en envestir contra la “izquierda en general” de diferentes maneras o bien como lo ha hecho contra de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo.
Textualmente éste “defensor de los derechos humanos” afirma lo siguiente: “En el verano de 2001/2 creían que el poder estaba al alcance de la mano. El secretario de Seguridad Juan José Álvarez definió una política: disuadir por el número de efectivos, el vallado y la prevención. Con buena información (obtenida por el diálogo directo con los manifestantes antes que por la infiltración de inteligencia) y el control político inflexible sobre la fuerza de seguridad a la que no se le permitía el uso de armas letales, consiguió atravesar esos tórridos meses sin víctimas que ensombrecieran más aún el país. Su minimalismo no recibió el reconocimiento que merecía.”
Juan José Álvarez, hoy diputado nacional desde diciembre del 2003, era el secretario de Seguridad Interior de la Nación de Eduardo Duhalde cuando el día 26 de junio del 2002 la policía bonaerense, la SIDE, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval llevaron adelante la masacre de Puente Pueyrredón en la que perdieron la vida Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, como también decenas de personas debieron ser hospitalizadas producto de la represión planificada por el poder de entonces; ese mismo que quince días después le otorgó como premio el Ministerio de Justicia. Como antes había sido el secretario de Seguridad de Carlos Ruckauf en la provincia de Buenos Aires por si queda alguna duda de quien se trata. No perderemos la memoria, aún a pesar de Verbitsky, de quienes fueron los responsables intelectuales de esa masacre como Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Alfredo Attanasoff, Jorge Matzkin, Juan José Álvarez, Carlos Soria, Oscar Rodríguez y Luis Genoud y de todos y cada uno de los efectivos armados que la llevaron adelante.
Cuál es entonces el minimalismo del que habla Verbitsky y que se lamenta de no haber recibido el reconocimiento que para “solo él” hubiera merecido. Solamente debemos comprobar que actividad desempeñan todos ellos hoy, para comprender quienes siguen siendo los ganadores en esta democracia representativa; todos hoy a sueldos de ella.
Verbitsky dice: “Hoy la contención no violenta debería ser mucho más fácil, por la soledad en que se mueven los adoradores del fuego”, “La incapacidad de ese equipo (refiriéndose a Quantín y Campagnoli de la Secretaría de Seguridad de la Nación) es una bendición para quienes, como dice el presidente Kirchner, quieren inviabilizar su gobierno. Ayer se vio que pueden lograrlo. El tiempo no sobra”. Pues bien queda demostrado que el periodista “derechohumanista” forma parte de algún grupúsculo de poder que pretende cambiar algunas figuritas de entre los funcionarios del Gobierno Nacional para torcer la loable decisión, entre las pocas que podemos mencionar, de no reprimir a la protesta social.
Hasta acá me he referido a las mentiras correspondiendo también hacerlo sobre su maccartismo demostrado al señalar lo siguiente: “Sobre estos reclamos se montaron las microfracciones de la paleoizquierda, que sueñan con la toma del Palacio de Invierno. Como cada vez convocan a menor número han incrementado la audacia de sus acciones. El más silencioso y pensante de sus líderes decidió prenderle fuego a la sede de Repsol y la escalada que se inició esa tarde no cesa. Desprecian el marco institucional y desearían tirarlo abajo para construir una república democrática popular del área de una manzana, que es su máximo horizonte”.
Son siempre peligrosos los personajes de los “servicios” y de la “inteligencia”, más aún aquellos que reniegan de un pasado y que no dudan en servir a los intereses que supuestamente en algún momento estaban enfrentados. Uno puede señalar equivocaciones del campo popular -sin dudas que las hay y muchas- pero jamás descalificar en función de la cantidad porque eso es una posición fascista que solamente sabe desacreditar a las ideas y los ideales.
No son pocos los motivos por los que vastos sectores de nuestra sociedad nos encontramos asqueados y la situación de marginalidad social no es un invento o producto de las políticas de izquierda. En consecuencia no aceptaremos jamás que la descalificación sirva como vehículo que, más temprano que tarde, se utilizará para acallarnos de las formas más bestiales que todos conocemos. Ser pocos es un detalle más de la realidad, aunque la mayoría de las veces ser muchos no garantiza efectividad o eficiencia política; y menos aún que se lleven adelante políticas ajustadas a los derechos humanos y menos aún a la justicia social para todos. Simplemente miremos la situación de nuestro país para comprobarlo.
Horacio Verbitsky una vez más ha demostrado de que lado está, y es una suerte no compartir con él la discriminación a la que siempre sirve y de la que forma parte, más allá de los disfraces que utilice o de los organismos y medios de los que forme parte.
Para terminar solamente reproduciré parte de un artículo de Horacio Verbitsky del 12 de enero del 2003 titulado “La muerte lenta de la democracia” en el cual sostiene: “Humor involuntario - Menem, Duhalde, Mazzón, Manzano, Puerta, Rico siguen siendo protagonistas en los episodios más recientes de la saga, a la que se han sumado algunos pocos nuevos, como el gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner, enrolado en lo que con involuntario humor se autodenomina “sector productivista”.”, “Algunos partidarios de Kirchner evocan que fue perejil de la Juventud Peronista, como si los alineamientos de treinta años atrás pudieran decir algo significativo sobre el presente. Prefieren no recordar el rol decisivo que tuvo en la década pasada para asegurar la privatización de YPF, cuando fletó el avión de la gobernación santacruceña para asegurar que uno de sus diputados, que por un accidente tenía una pierna enyesada, llegara a tiempo a la sesión decisiva. Con las regalías atrasadas percibidas efectuó colocaciones financieras en el exterior, lo cual prueba que no se quedó en el 70. Sus simpatizantes tampoco mencionan el lobby sobre el gobierno nacional que Kirchner encabezó hace un año. Secundado por los gobernadores de Neuquén, Jorge Sobisch; de Mendoza, Roberto Iglesias, y de Chubut, José Luis Lizurume, fue el vocero de Repsol contra las retenciones a las exportaciones de hidrocarburos decididas en aplicación de la ley de emergencia económica.”
En consecuencia con sus posturas preconcebidas, de ejecución anónima y simplicidad suprema nos intenta tergiversar la realidad, también la verdad, con una supuesta gran claridad y mínimo rigor conceptual. Ese es el minimalismo de Horacio Verbitsky.
20 de julio del 2004
“Los nuevos movimientos sociales han elevado las más diversas críticas
y han sido sus prácticas políticas uno de los antídotos contra el minimalismo político.”
Eduardo Gudynas –Investigador uruguayo-
No es la primera vez que desde éstas columnas de opinión tengo que cuestionar las opiniones del periodista Horario Verbitsky, quien además ostenta el cargo de presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
En ésta oportunidad me veo en la obligación de hacerlo por el contenido de una nota de su autoría publicada bajo el título de “Limite” el pasado 17 de julio en el diario Página/12, otrora independiente del poder gubernamental de turno y editorialmente progresista.
Si bien corresponde afirmar que los hechos de vandalismo sucedidos en las puertas de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el día que debería llevarse a cabo el tratamiento en particular del Código Contravencional, están lejos de perseguir la lucha pacífica por las ideas. Eso es una realidad. Realidad que se debería investigar y verificar para saber quienes han sido los que llevaron adelante la destrucción parcial del edificio e intimidaron a los que en su interior se encontraban por espacio de varias horas, en su mayoría trabajadores.
Nuestra historia está plagada de ejemplos en que elementos infiltrados en movilizaciones y acciones de presión popular responden, y además están pagados, por los mismos que antes, durante y después salen enfervorizados a condenarlos y a solicitar la acción represiva de las “represivas” fuerzas de seguridad.
Ahora bien, de ahí a permitir que Verbitsky transgreda y tergiverse la verdad y la realidad es un abismo tan impresionante como inmensamente grande fue la potencia que los medios de comunicación pusieron a disposición de establecer que por aquellas horas se estaba al borde de la toma de la legislatura -como si fuera la de la Bastilla- negando la participación de miles de ciudadanos que pacíficamente se movilizaron en contra de la norma represiva que se pretendía tratar. Allí estaban presentes los estudiantes secundarios, asambleístas, organizaciones de trabajadores de distintos gremios, meretrices, travestis, prostitutas, artesanos, movimientos de desocupados, piqueteros y partidos políticos de izquierda que no participaron de ese disloque a todas luces prediseñado.
Si para Verbitsky la memoria y la verdad pueden venderse a manos de extrañas “Fundaciones” o de acomodaticios espacios -ganados vaya a saber de que forma- cerca del Gobierno Nacional actual es su decisión personal, más allá que no puedo dejar de condenarla como cuando no duda en envestir contra la “izquierda en general” de diferentes maneras o bien como lo ha hecho contra de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo.
Textualmente éste “defensor de los derechos humanos” afirma lo siguiente: “En el verano de 2001/2 creían que el poder estaba al alcance de la mano. El secretario de Seguridad Juan José Álvarez definió una política: disuadir por el número de efectivos, el vallado y la prevención. Con buena información (obtenida por el diálogo directo con los manifestantes antes que por la infiltración de inteligencia) y el control político inflexible sobre la fuerza de seguridad a la que no se le permitía el uso de armas letales, consiguió atravesar esos tórridos meses sin víctimas que ensombrecieran más aún el país. Su minimalismo no recibió el reconocimiento que merecía.”
Juan José Álvarez, hoy diputado nacional desde diciembre del 2003, era el secretario de Seguridad Interior de la Nación de Eduardo Duhalde cuando el día 26 de junio del 2002 la policía bonaerense, la SIDE, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval llevaron adelante la masacre de Puente Pueyrredón en la que perdieron la vida Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, como también decenas de personas debieron ser hospitalizadas producto de la represión planificada por el poder de entonces; ese mismo que quince días después le otorgó como premio el Ministerio de Justicia. Como antes había sido el secretario de Seguridad de Carlos Ruckauf en la provincia de Buenos Aires por si queda alguna duda de quien se trata. No perderemos la memoria, aún a pesar de Verbitsky, de quienes fueron los responsables intelectuales de esa masacre como Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Alfredo Attanasoff, Jorge Matzkin, Juan José Álvarez, Carlos Soria, Oscar Rodríguez y Luis Genoud y de todos y cada uno de los efectivos armados que la llevaron adelante.
Cuál es entonces el minimalismo del que habla Verbitsky y que se lamenta de no haber recibido el reconocimiento que para “solo él” hubiera merecido. Solamente debemos comprobar que actividad desempeñan todos ellos hoy, para comprender quienes siguen siendo los ganadores en esta democracia representativa; todos hoy a sueldos de ella.
Verbitsky dice: “Hoy la contención no violenta debería ser mucho más fácil, por la soledad en que se mueven los adoradores del fuego”, “La incapacidad de ese equipo (refiriéndose a Quantín y Campagnoli de la Secretaría de Seguridad de la Nación) es una bendición para quienes, como dice el presidente Kirchner, quieren inviabilizar su gobierno. Ayer se vio que pueden lograrlo. El tiempo no sobra”. Pues bien queda demostrado que el periodista “derechohumanista” forma parte de algún grupúsculo de poder que pretende cambiar algunas figuritas de entre los funcionarios del Gobierno Nacional para torcer la loable decisión, entre las pocas que podemos mencionar, de no reprimir a la protesta social.
Hasta acá me he referido a las mentiras correspondiendo también hacerlo sobre su maccartismo demostrado al señalar lo siguiente: “Sobre estos reclamos se montaron las microfracciones de la paleoizquierda, que sueñan con la toma del Palacio de Invierno. Como cada vez convocan a menor número han incrementado la audacia de sus acciones. El más silencioso y pensante de sus líderes decidió prenderle fuego a la sede de Repsol y la escalada que se inició esa tarde no cesa. Desprecian el marco institucional y desearían tirarlo abajo para construir una república democrática popular del área de una manzana, que es su máximo horizonte”.
Son siempre peligrosos los personajes de los “servicios” y de la “inteligencia”, más aún aquellos que reniegan de un pasado y que no dudan en servir a los intereses que supuestamente en algún momento estaban enfrentados. Uno puede señalar equivocaciones del campo popular -sin dudas que las hay y muchas- pero jamás descalificar en función de la cantidad porque eso es una posición fascista que solamente sabe desacreditar a las ideas y los ideales.
No son pocos los motivos por los que vastos sectores de nuestra sociedad nos encontramos asqueados y la situación de marginalidad social no es un invento o producto de las políticas de izquierda. En consecuencia no aceptaremos jamás que la descalificación sirva como vehículo que, más temprano que tarde, se utilizará para acallarnos de las formas más bestiales que todos conocemos. Ser pocos es un detalle más de la realidad, aunque la mayoría de las veces ser muchos no garantiza efectividad o eficiencia política; y menos aún que se lleven adelante políticas ajustadas a los derechos humanos y menos aún a la justicia social para todos. Simplemente miremos la situación de nuestro país para comprobarlo.
Horacio Verbitsky una vez más ha demostrado de que lado está, y es una suerte no compartir con él la discriminación a la que siempre sirve y de la que forma parte, más allá de los disfraces que utilice o de los organismos y medios de los que forme parte.
Para terminar solamente reproduciré parte de un artículo de Horacio Verbitsky del 12 de enero del 2003 titulado “La muerte lenta de la democracia” en el cual sostiene: “Humor involuntario - Menem, Duhalde, Mazzón, Manzano, Puerta, Rico siguen siendo protagonistas en los episodios más recientes de la saga, a la que se han sumado algunos pocos nuevos, como el gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner, enrolado en lo que con involuntario humor se autodenomina “sector productivista”.”, “Algunos partidarios de Kirchner evocan que fue perejil de la Juventud Peronista, como si los alineamientos de treinta años atrás pudieran decir algo significativo sobre el presente. Prefieren no recordar el rol decisivo que tuvo en la década pasada para asegurar la privatización de YPF, cuando fletó el avión de la gobernación santacruceña para asegurar que uno de sus diputados, que por un accidente tenía una pierna enyesada, llegara a tiempo a la sesión decisiva. Con las regalías atrasadas percibidas efectuó colocaciones financieras en el exterior, lo cual prueba que no se quedó en el 70. Sus simpatizantes tampoco mencionan el lobby sobre el gobierno nacional que Kirchner encabezó hace un año. Secundado por los gobernadores de Neuquén, Jorge Sobisch; de Mendoza, Roberto Iglesias, y de Chubut, José Luis Lizurume, fue el vocero de Repsol contra las retenciones a las exportaciones de hidrocarburos decididas en aplicación de la ley de emergencia económica.”
En consecuencia con sus posturas preconcebidas, de ejecución anónima y simplicidad suprema nos intenta tergiversar la realidad, también la verdad, con una supuesta gran claridad y mínimo rigor conceptual. Ese es el minimalismo de Horacio Verbitsky.
Caos y Anarquía
16 de julio del 2004
“No miremos, pues, nunca atrás, miremos siempre hacia adelante, porque adelante está nuestro sol y nuestra salvación; y si es permitido, si es útil y necesario volver nuestra vista al estudio de nuestro pasado, no es más que para comprobar lo que hemos sido y lo que no debemos ser más, lo que hemos creído y pensado, y lo que no debemos creer ni pensar más, lo que hemos hecho y lo que no debemos volver a hacer.”
Bakunin
En los últimos tiempos se ha impuesto, desde la derecha y sus voceros oficiosos, el tema de que en la Argentina se ha instaurado un estado de “caos y anarquía””. Por cierto que es una gran verdad, que si la pretendemos analizar correctamente no podemos dejar de confirmar algunas realidades.
Si desde el Estado sólo se implementan planes de miseria para que millones de desocupados y hambreados deban quedar atados a sus designios y prebendas, para terminar manejados por punteros en lugar de crear fuentes de trabajo que es lo único que dignifica al hombre. Debemos confirmarlo.
Si no existe un solo ámbito político que no se encuentre sospechado de contubernios con los sectores concentrados del poder económico y financiero. Debemos confirmarlo.
Si toda la clase política sigue armando sus estrategias para mantenerse en el poder a cualquier precio y sigue dispuesta a entregar sus ideales y bajar todas las banderas. Debemos confirmarlo.
Si todavía no se ha logrado que la Justicia actúe con todos sus medios para conocer la verdad y el destino de miles de desaparecidos. Debemos confirmarlo.
Si los representantes sindicales se han convertido en representantes de los intereses de las patronales. Debemos confirmarlo.
Si los grupos económicos más poderosos siguen obteniendo rentas impensables en otros mercados mundiales y se niegan a permitir que la distribución de la riqueza se lleve adelante con justicia social. Debemos confirmarlo.
Si el aceitado sistema financiero y bancario continúa recibiendo los beneficios de las políticas del Estado y réditos exorbitantes después de haberse robado gran parte de ahorro nacional. Debemos confirmarlo.
Si los organismos internacionales de crédito pueden seguir fijando las pautas económicas y financieras del país, no perdiendo oportunidad para condicionar al gobierno de turno. Debemos confirmarlo.
Si las empresas privatizadas y las que obtuvieron concesiones públicas no están dispuestas a cumplir con los pliegos licitatorios y únicamente se preocupan por aumentar sus extraordinarias ganancias y enviarlas al exterior. Debemos confirmarlo.
Si las fuerzas de seguridad están compuestas en su mayoría por elementos corruptos y asesinos. Debemos confirmarlo.
Si en un Estado que se vanagloria de ser católico, apostólico y romano no existen voces que salgan de las máximas autoridades religiosas para pedir más humanidad y más justicia en nuestras tierras. Debemos confirmarlo.
Si los medios de prensa, pluri y multimediáticos, responden a los intereses que los financian y sostienen, mientras tergiversan las informaciones. Debemos confirmarlo.
Si millones de habitantes no tienen ninguna posibilidad de salir del estado de indigencia y pobreza a los que fueron llevados. Debemos confirmarlo.
Si una sociedad ha sido empujada hacia la seguridad individual, la de countries, barrios privados, edificios de máxima seguridad, alarmas por doquier; o sea al aislamiento y la segregación. Debemos confirmarlo.
Si la educación nacional después de décadas de abandono y destrucción está en el más bajo nivel histórico. Debemos confirmarlo.
Si la salud pública no llega a la población con eficiencia, ni brinda las seguridades sanitarias mínimas. Debemos confirmarlo.
Si los gobiernos siguen negando la posibilidad de construir una verdadera unión de los pueblos latinoamericanos. Debemos confirmarlo.
Si el “sálvese quien pueda” se ha impregnado, hasta límites altamente egoístas, en vastos sectores de nuestra sociedad que sigue negando la triste realidad que están padeciendo las mayorías. Debemos confirmarlo.
Estos son algunos ejemplos de un estado de caos y anarquía.
16 de julio del 2004
“No miremos, pues, nunca atrás, miremos siempre hacia adelante, porque adelante está nuestro sol y nuestra salvación; y si es permitido, si es útil y necesario volver nuestra vista al estudio de nuestro pasado, no es más que para comprobar lo que hemos sido y lo que no debemos ser más, lo que hemos creído y pensado, y lo que no debemos creer ni pensar más, lo que hemos hecho y lo que no debemos volver a hacer.”
Bakunin
En los últimos tiempos se ha impuesto, desde la derecha y sus voceros oficiosos, el tema de que en la Argentina se ha instaurado un estado de “caos y anarquía””. Por cierto que es una gran verdad, que si la pretendemos analizar correctamente no podemos dejar de confirmar algunas realidades.
Si desde el Estado sólo se implementan planes de miseria para que millones de desocupados y hambreados deban quedar atados a sus designios y prebendas, para terminar manejados por punteros en lugar de crear fuentes de trabajo que es lo único que dignifica al hombre. Debemos confirmarlo.
Si no existe un solo ámbito político que no se encuentre sospechado de contubernios con los sectores concentrados del poder económico y financiero. Debemos confirmarlo.
Si toda la clase política sigue armando sus estrategias para mantenerse en el poder a cualquier precio y sigue dispuesta a entregar sus ideales y bajar todas las banderas. Debemos confirmarlo.
Si todavía no se ha logrado que la Justicia actúe con todos sus medios para conocer la verdad y el destino de miles de desaparecidos. Debemos confirmarlo.
Si los representantes sindicales se han convertido en representantes de los intereses de las patronales. Debemos confirmarlo.
Si los grupos económicos más poderosos siguen obteniendo rentas impensables en otros mercados mundiales y se niegan a permitir que la distribución de la riqueza se lleve adelante con justicia social. Debemos confirmarlo.
Si el aceitado sistema financiero y bancario continúa recibiendo los beneficios de las políticas del Estado y réditos exorbitantes después de haberse robado gran parte de ahorro nacional. Debemos confirmarlo.
Si los organismos internacionales de crédito pueden seguir fijando las pautas económicas y financieras del país, no perdiendo oportunidad para condicionar al gobierno de turno. Debemos confirmarlo.
Si las empresas privatizadas y las que obtuvieron concesiones públicas no están dispuestas a cumplir con los pliegos licitatorios y únicamente se preocupan por aumentar sus extraordinarias ganancias y enviarlas al exterior. Debemos confirmarlo.
Si las fuerzas de seguridad están compuestas en su mayoría por elementos corruptos y asesinos. Debemos confirmarlo.
Si en un Estado que se vanagloria de ser católico, apostólico y romano no existen voces que salgan de las máximas autoridades religiosas para pedir más humanidad y más justicia en nuestras tierras. Debemos confirmarlo.
Si los medios de prensa, pluri y multimediáticos, responden a los intereses que los financian y sostienen, mientras tergiversan las informaciones. Debemos confirmarlo.
Si millones de habitantes no tienen ninguna posibilidad de salir del estado de indigencia y pobreza a los que fueron llevados. Debemos confirmarlo.
Si una sociedad ha sido empujada hacia la seguridad individual, la de countries, barrios privados, edificios de máxima seguridad, alarmas por doquier; o sea al aislamiento y la segregación. Debemos confirmarlo.
Si la educación nacional después de décadas de abandono y destrucción está en el más bajo nivel histórico. Debemos confirmarlo.
Si la salud pública no llega a la población con eficiencia, ni brinda las seguridades sanitarias mínimas. Debemos confirmarlo.
Si los gobiernos siguen negando la posibilidad de construir una verdadera unión de los pueblos latinoamericanos. Debemos confirmarlo.
Si el “sálvese quien pueda” se ha impregnado, hasta límites altamente egoístas, en vastos sectores de nuestra sociedad que sigue negando la triste realidad que están padeciendo las mayorías. Debemos confirmarlo.
Estos son algunos ejemplos de un estado de caos y anarquía.
Cállese por favor Alfonsín
7 de julio del 2004
“Vaya teniente coronel. Vea bien lo que ocurre y cumpla con su deber”
Instrucciones de Yrigoyen al comandante Varela
“Hay manifestaciones claras de violencia. Tal vez no del todo espontáneas, pero tampoco fabricadas ni armadas. Es una violencia que no comete actos de terrorismo, como estuvimos bien acostumbrados. Puede estar organizada sobre el deseo de la gente y liderada por dirigentes piqueteros”.
“Hasta ahora no creo que sea de una gravedad tal como para poner en riesgo las instituciones. Pero sí creo que el Gobierno tiene que actuar. No para reprimir, pero sí para establecer la defensa de la sociedad a través de la acción policial y lo que venga”.
“Digo no reprimir para aclarar que no hay que hacerlo de modo avasallador. Pero sí con buenas redadas que reconozcan a quienes estén infringiendo la ley, y que les caiga la pena que corresponde. Estamos ante la violencia del palo, y a eso hay que responderle”.
Al leer estas recientes declaraciones del ex presidente Raúl Alfonsín recordé al peligroso Hipólito Yrigoyen y a ese pobre personaje que también el radicalismo nos entregó como presidente, Fernando de la Rúa.
Si Alfonsín recordara lo que ha sucedido cada vez que desde el radicalismo no se ha tenido la capacidad de analizar la realidad del pueblo argentino seguramente hubiera tenido una muy buena oportunidad para mantenerse callado. Su silencio, salvo sus arrebatos aislados, desde finales del año 1989 -después de su Pacto de Olivos con Carlos Menem- y su ocupación de senador o como miembro de la tristemente autodenominada Internacional Socialista lo podrían haberlo ayudado a reflexionar y también tratar de reconstruir a su destruido partido.
Con Yrigoyen aplicando la Ley de Residencia, haciendo la Semana Trágica, nombrando al comisario chaqueño Edelmiro Correa Falcón como Gobernador de Santa Cruz quien cometió los más salvajes atentados contra la libertad sindical y el derecho de protesta junto al carcelero nacional Diego Ritchie devenido en jefe de policía del territorio, prolegómenos de las terroristas matanzas de obreros en las tierras sureñas a manos del teniente coronel Héctor Varela y los estancieros cipayos. Todo bajo su presidencia.
Con Alfonsín fue posible el Punto Final y la Obediencia Debida que permitieron que los asesinos queden impunes y no podamos avanzar sobre el esclarecimiento de las muertes y desapariciones de decenas de miles de seres durante la genocida dictadura militar.
Con de la Rúa, que se inició con la represión y la muerte en la provincia de Corrientes para terminar su descerebrada gestión ordenando el asesinato de decenas de conciudadanos momentos antes de huir del gobierno a fines del año 2001.
Que autoridad política, o bien de antecedentes partidarios, tiene Alfonsín para hablar de violencia y sobre las instituciones. Por lo menos en honor a nuestros muertos y de los millones de desocupados que no viven de dietas y cargos públicos.
Cállese por favor Alfonsín.
7 de julio del 2004
“Vaya teniente coronel. Vea bien lo que ocurre y cumpla con su deber”
Instrucciones de Yrigoyen al comandante Varela
“Hay manifestaciones claras de violencia. Tal vez no del todo espontáneas, pero tampoco fabricadas ni armadas. Es una violencia que no comete actos de terrorismo, como estuvimos bien acostumbrados. Puede estar organizada sobre el deseo de la gente y liderada por dirigentes piqueteros”.
“Hasta ahora no creo que sea de una gravedad tal como para poner en riesgo las instituciones. Pero sí creo que el Gobierno tiene que actuar. No para reprimir, pero sí para establecer la defensa de la sociedad a través de la acción policial y lo que venga”.
“Digo no reprimir para aclarar que no hay que hacerlo de modo avasallador. Pero sí con buenas redadas que reconozcan a quienes estén infringiendo la ley, y que les caiga la pena que corresponde. Estamos ante la violencia del palo, y a eso hay que responderle”.
Al leer estas recientes declaraciones del ex presidente Raúl Alfonsín recordé al peligroso Hipólito Yrigoyen y a ese pobre personaje que también el radicalismo nos entregó como presidente, Fernando de la Rúa.
Si Alfonsín recordara lo que ha sucedido cada vez que desde el radicalismo no se ha tenido la capacidad de analizar la realidad del pueblo argentino seguramente hubiera tenido una muy buena oportunidad para mantenerse callado. Su silencio, salvo sus arrebatos aislados, desde finales del año 1989 -después de su Pacto de Olivos con Carlos Menem- y su ocupación de senador o como miembro de la tristemente autodenominada Internacional Socialista lo podrían haberlo ayudado a reflexionar y también tratar de reconstruir a su destruido partido.
Con Yrigoyen aplicando la Ley de Residencia, haciendo la Semana Trágica, nombrando al comisario chaqueño Edelmiro Correa Falcón como Gobernador de Santa Cruz quien cometió los más salvajes atentados contra la libertad sindical y el derecho de protesta junto al carcelero nacional Diego Ritchie devenido en jefe de policía del territorio, prolegómenos de las terroristas matanzas de obreros en las tierras sureñas a manos del teniente coronel Héctor Varela y los estancieros cipayos. Todo bajo su presidencia.
Con Alfonsín fue posible el Punto Final y la Obediencia Debida que permitieron que los asesinos queden impunes y no podamos avanzar sobre el esclarecimiento de las muertes y desapariciones de decenas de miles de seres durante la genocida dictadura militar.
Con de la Rúa, que se inició con la represión y la muerte en la provincia de Corrientes para terminar su descerebrada gestión ordenando el asesinato de decenas de conciudadanos momentos antes de huir del gobierno a fines del año 2001.
Que autoridad política, o bien de antecedentes partidarios, tiene Alfonsín para hablar de violencia y sobre las instituciones. Por lo menos en honor a nuestros muertos y de los millones de desocupados que no viven de dietas y cargos públicos.
Cállese por favor Alfonsín.
La excitación represiva de la derecha
30 de junio del 2004
“La gente se subleva siempre por razones sociales, de identidad, de humillación, de injusticia, etcétera.”
Ignacio Ramonet
Como podemos advertir en los últimos tiempos, y cada vez con más furia y vehemencia, desde distintos sectores -que saben muy bien representar a los intereses más arcaicos y desactualizados de nuestra sociedad- vienen creando un clima de descontrol social que no tendría solución. Para ellos, claro está, desde el Estado se debería proceder a la represión con cualquier costo social, humano y político.
Si bien nadie a ésta altura de la vida argentina duda sobre el deterioro a la que fue llevada la sociedad en general, no podemos menos que denunciar que “por derecha” se viene avanzando en la idea de corregir de forma ejemplificadora a todos los que se manifiestan en contra de una situación económica y social, que está muy lejos de ser corregida o mitigada desde las políticas que lleva adelante el Estado, y las realizadas con anterioridad por otros gobiernos.
En un país donde más de la mitad de la población se encuentra bajo la indigencia y la pobreza, con niveles de desempleo aberrantes, con la educación y salud popular destruidas y con un futuro cada vez más incierto para todos los jóvenes; la protesta social es, y debe ser, necesariamente la respuesta que se le debe dar al modelo imperante. Neoliberal y capitalista llevado al extremo de las máximas injusticias posibles.
Tampoco podemos felicitar a un Gobierno que en toda oportunidad que puede, esto es a diario, se manifiesta en el sentido de que no reprimirá a los desocupados y piqueteros que realizan protestas callejeras. Sencillamente porque denota que dicha posibilidad existe, más allá que se lleve adelante o no, y además porque está ejerciendo el poder delegado por el pueblo para cambiar el rumbo y hacer un país mejor.
La única política activa que debería desarrollar el Estado, para que se termine con las manifestaciones, cortes de calles, rutas y puentes, toma de edificios públicos, etc., es la de crear las condiciones para dar los millones de puestos de trabajo que faltan y recrear el desarrollo económico. Ambos fueron arrancados a la sociedad mediante la aplicación de políticas económicas y financieras que dejaron a la Argentina destruida y con la más salvaje distribución de la riqueza de la que tengamos memoria. El abandono al que fueron llevados los sectores populares, bajos y medios, no tiene solamente su justificación en las políticas dictatoriales de la década del 70, ya que después de más de veinte años de democracia representativa esas mismas políticas han sido perversamente potenciadas, es decir, incrementadas hasta límites hoy insoportables.
Sin embargo, los sectores que responden a la derecha vernácula y foránea únicamente pretenden que sea a través de la represión que se consiga acallar las demandas sociales, para que algunos puedan seguir disfrutando del porvenir negado a las mayorías excluidas. Así lo piden constantemente.
Ahí están, entonces, los medios de información, los comunicadores y los políticos de derecha alentando la posibilidad de que nuestro país regrese a las épocas de terror, persecución, criminalización, cárcel y represión. Cómo si el costo que hemos pagado por los excesos del Poder no estarían siempre presente en la memoria de todo un pueblo, nuestro pueblo.
Es por eso que basan sus temerarios comentarios, columnas de opinión, informaciones, noticieros y discursos sobre la base, mendaz sin dudas, de que están preocupados por la sociedad en general. Sencillamente no lo están por todos, sino por que la preocupación de ellos y de quienes les pagan es la de mantener las cosas como están y que los que han sido arrojados a la desesperación no reclamen por sus justos y humanos derechos: Trabajo, Alimentación, Educación y Salud.
La situación de inseguridad reinante no solamente es producto de la resaca de la genocida dictadura militar apoyada por los mismos sectores que hoy reclaman seguridad, sino que se ha incrementado por el accionar delictivo de las fuerzas de seguridad que apañadas por los diferentes gobiernos nacionales y provinciales hoy parecen presentarse como incontrolables. Ahí tenemos los robos, muertes, secuestros, ilícitos, corrupción, coimas, prófugos de la justicia y demás temas que lo confirman.
Para la derecha ellos no existen. Son simplemente datos sobre los cuales no se puede hacer nada, y de los que son tan responsables como los mismos que los cometieron y de la Justicia que se hizo -y se hace- la distraída.
Ella, la derecha, con su silencio fue socia indispensable y necesaria para permitir planificar y desarrollar el actual estado de cosas.
Ella, la derecha, con su accionar hizo posible que el abismo sea el escenario donde el pueblo se debate entre la vida y la muerte, la educación y la falta de formación, la salud y la desnutrición, los derechos y las injusticias, el bienestar y la pobreza.
Por todo lo enunciado, y porque debemos seguir luchando por un país y un mundo mejor donde todos -sin exclusiones- tengamos la posibilidad de vivir y desarrollarnos dignamente, es que la excitación de la derecha fascista debe ser condenada y denunciada con todas nuestras fuerzas, esas mismas que nos animan a seguir reclamando por nuestros derechos de vivir dignamente.
30 de junio del 2004
“La gente se subleva siempre por razones sociales, de identidad, de humillación, de injusticia, etcétera.”
Ignacio Ramonet
Como podemos advertir en los últimos tiempos, y cada vez con más furia y vehemencia, desde distintos sectores -que saben muy bien representar a los intereses más arcaicos y desactualizados de nuestra sociedad- vienen creando un clima de descontrol social que no tendría solución. Para ellos, claro está, desde el Estado se debería proceder a la represión con cualquier costo social, humano y político.
Si bien nadie a ésta altura de la vida argentina duda sobre el deterioro a la que fue llevada la sociedad en general, no podemos menos que denunciar que “por derecha” se viene avanzando en la idea de corregir de forma ejemplificadora a todos los que se manifiestan en contra de una situación económica y social, que está muy lejos de ser corregida o mitigada desde las políticas que lleva adelante el Estado, y las realizadas con anterioridad por otros gobiernos.
En un país donde más de la mitad de la población se encuentra bajo la indigencia y la pobreza, con niveles de desempleo aberrantes, con la educación y salud popular destruidas y con un futuro cada vez más incierto para todos los jóvenes; la protesta social es, y debe ser, necesariamente la respuesta que se le debe dar al modelo imperante. Neoliberal y capitalista llevado al extremo de las máximas injusticias posibles.
Tampoco podemos felicitar a un Gobierno que en toda oportunidad que puede, esto es a diario, se manifiesta en el sentido de que no reprimirá a los desocupados y piqueteros que realizan protestas callejeras. Sencillamente porque denota que dicha posibilidad existe, más allá que se lleve adelante o no, y además porque está ejerciendo el poder delegado por el pueblo para cambiar el rumbo y hacer un país mejor.
La única política activa que debería desarrollar el Estado, para que se termine con las manifestaciones, cortes de calles, rutas y puentes, toma de edificios públicos, etc., es la de crear las condiciones para dar los millones de puestos de trabajo que faltan y recrear el desarrollo económico. Ambos fueron arrancados a la sociedad mediante la aplicación de políticas económicas y financieras que dejaron a la Argentina destruida y con la más salvaje distribución de la riqueza de la que tengamos memoria. El abandono al que fueron llevados los sectores populares, bajos y medios, no tiene solamente su justificación en las políticas dictatoriales de la década del 70, ya que después de más de veinte años de democracia representativa esas mismas políticas han sido perversamente potenciadas, es decir, incrementadas hasta límites hoy insoportables.
Sin embargo, los sectores que responden a la derecha vernácula y foránea únicamente pretenden que sea a través de la represión que se consiga acallar las demandas sociales, para que algunos puedan seguir disfrutando del porvenir negado a las mayorías excluidas. Así lo piden constantemente.
Ahí están, entonces, los medios de información, los comunicadores y los políticos de derecha alentando la posibilidad de que nuestro país regrese a las épocas de terror, persecución, criminalización, cárcel y represión. Cómo si el costo que hemos pagado por los excesos del Poder no estarían siempre presente en la memoria de todo un pueblo, nuestro pueblo.
Es por eso que basan sus temerarios comentarios, columnas de opinión, informaciones, noticieros y discursos sobre la base, mendaz sin dudas, de que están preocupados por la sociedad en general. Sencillamente no lo están por todos, sino por que la preocupación de ellos y de quienes les pagan es la de mantener las cosas como están y que los que han sido arrojados a la desesperación no reclamen por sus justos y humanos derechos: Trabajo, Alimentación, Educación y Salud.
La situación de inseguridad reinante no solamente es producto de la resaca de la genocida dictadura militar apoyada por los mismos sectores que hoy reclaman seguridad, sino que se ha incrementado por el accionar delictivo de las fuerzas de seguridad que apañadas por los diferentes gobiernos nacionales y provinciales hoy parecen presentarse como incontrolables. Ahí tenemos los robos, muertes, secuestros, ilícitos, corrupción, coimas, prófugos de la justicia y demás temas que lo confirman.
Para la derecha ellos no existen. Son simplemente datos sobre los cuales no se puede hacer nada, y de los que son tan responsables como los mismos que los cometieron y de la Justicia que se hizo -y se hace- la distraída.
Ella, la derecha, con su silencio fue socia indispensable y necesaria para permitir planificar y desarrollar el actual estado de cosas.
Ella, la derecha, con su accionar hizo posible que el abismo sea el escenario donde el pueblo se debate entre la vida y la muerte, la educación y la falta de formación, la salud y la desnutrición, los derechos y las injusticias, el bienestar y la pobreza.
Por todo lo enunciado, y porque debemos seguir luchando por un país y un mundo mejor donde todos -sin exclusiones- tengamos la posibilidad de vivir y desarrollarnos dignamente, es que la excitación de la derecha fascista debe ser condenada y denunciada con todas nuestras fuerzas, esas mismas que nos animan a seguir reclamando por nuestros derechos de vivir dignamente.
Ni olvido ni perdón en las minas de Río Turbio
20 de junio del 2004
“ARTÍCULO 17.- Los trabajos de las minas no pueden ser impedidos ni suspendidos, sino cuando así lo exija la seguridad pública, la conservación de las pertenencias y la salud o existencia de los trabajadores”
Código de Minería de la República Argentina
¡ Aquí están, estos son los mineros del carbón !
Este es el grito, hecho música del pueblo en muchas ocasiones, que primero me vino a la memoria cuando me enteré del terrible suceso acaecido en las minas de carbón de Río Turbio, provincia de Santa Cruz de la República Argentina. Un incendio producido provocó el derrumbe de parte de la Mina 5 y dejó sin vida a catorce obreros el 15 de junio pasado.
Más allá del dolor que me produce, por haber conocido a su pueblo, a algunos de sus trabajadores y a los interminables socavones, no puedo dejar de seguir denunciando que lo sucedido podría haberse prevenido si los directivos de la empresa Yacimiento Carboníferos Fiscales (YCF siempre YCF), el Gobierno Provincial y el Gobierno Nacional hubiesen actuado con la responsabilidad y coherencia debida.
Sin embargo la única acción desarrollada por esos irresponsables ha sido la de haber destrozado, y permitirlo hacerlo, por completo la principal actividad minera de la Argentina y ejemplo de dedicación de todo un pueblo en las frías y desoladas tierras patagónicas donde varias generaciones han decidido jugarse por un futuro mejor de trabajo y solidaridad como en muy pocos sitios podemos encontrar.
Los últimos tres presidentes peronistas no han perdido oportunidad de realizar grandes anuncios desde Río Turbio: Menem “...desde estos socavones nacerá la revolución productiva...”; Duhalde “...Río Turbio debe ser uno de los lugares simbólicos donde el modelo tome fuerza, vamos a seguir invirtiendo en la empresa...” y Kirchner “...pudimos terminar en paz y con angustia una de las etapas mas duras, difíciles y criticas que le tocó vivir a la cuenca donde todo parecía que todo se extinguía...”. Obviamente que de los radicales no se puede mencionar ninguna acción positiva: Alfonsín la utilizó para fondear a punteros políticos con cargos, sueldos y abultados gastos de representación y viáticos a quienes jamás pisaron suelo rioturbiense; y De la Rúa un pobre y dañino estúpido que permitió incrementar los ilícitos que ya se venían cometiendo.
En ésta oportunidad no pretendo hacer historia de lo que significó la concesión dispuesta en el gobierno menemista con negociados, coimas, precarización laboral, desguaces patrimoniales y dilapidación de más de 60 años de esfuerzo nacional y popular. Además, de que ya me he ocupado en otros momentos de hacerlo.
Solamente ahora tengo la obligación moral y militante de exigir que sea la Justicia Federal la que realice la investigación de todo lo sucedido desde el 7 de mayo de 1994, fecha que se dispuso realizar la concesión privada, hasta estos días. La investigación debe realizarse como ejemplo de la destrucción realizada a partir del proceso privatizador y el mejor homenaje que se le pueda realizar a los trabajadores fallecidos y a quienes todos los días bajan a las profundidades de la tierra a desarrollar su honorable trabajo.
Los políticos saben que de realizarse una investigación como corresponde muchos estarían en serios problemas: legisladores provinciales y nacionales, secretarios de los estados provinciales y nacionales, ministros provinciales y nacionales, gobernadores y presidentes todos en gestión ayer y hoy. Deberían rendir cuentas por sus actos, omisiones y complicidades; junto al inescrupuloso empresario Sergio Tasselli que durante ocho años se robó todo lo que pudo mientras fue concesionario del yacimiento, así como también de otras empresas que hoy tiene en su poder.
El Ministerio Público tiene todos los elementos a su alcance para realizar las denuncias y comenzar a investigar, a saber: testimonios de todo un pueblo y de los dirigentes gremiales que fueron los “únicos” que lucharon por señalar la verdad y la continuación de la explotación, los que debieron soportar querellas temerarias y malintencionadas, informes de los organismos de control, los bienes robados del patrimonio de Y.C.F., las informaciones e investigaciones periodísticas, los cánones cobrados de forma indecente, la disminución del personal en puestos claves de control y seguridad y las miles de denuncias públicas. Están todos a su disposición.
Los fiscales no deben tener miedo. Deben actuar de forma urgente y precisa. No debemos permitir que ninguna acción de la política quede convertida como siempre sucede en un simple parte de prensa o declaración pública de que se realizará la investigación. Porque sabemos que nunca se hará de forma independiente porque sencillamente muchos quedarían salpicados.
El serio trabajo judicial sería una compensación ante tantas atrocidades cometidas y hasta un acto de reconocimiento a quienes han perdido la vida producto de la desidia oficial y privada. Y para que no se hagan los distraídos desde éstas líneas dejo señalado que el Código de Minería de la Nación (Ley Nº 1919, texto ordenado por el Decreto 456/97) es terminante en sus artículos 17, 131, 204, 234, 237, 242 y 303 sobre la seguridad en las minas.
Nuestro compromiso de hoy es no permitir ni el olvido ni el perdón. Solo justicia y sanciones.
20 de junio del 2004
“ARTÍCULO 17.- Los trabajos de las minas no pueden ser impedidos ni suspendidos, sino cuando así lo exija la seguridad pública, la conservación de las pertenencias y la salud o existencia de los trabajadores”
Código de Minería de la República Argentina
¡ Aquí están, estos son los mineros del carbón !
Este es el grito, hecho música del pueblo en muchas ocasiones, que primero me vino a la memoria cuando me enteré del terrible suceso acaecido en las minas de carbón de Río Turbio, provincia de Santa Cruz de la República Argentina. Un incendio producido provocó el derrumbe de parte de la Mina 5 y dejó sin vida a catorce obreros el 15 de junio pasado.
Más allá del dolor que me produce, por haber conocido a su pueblo, a algunos de sus trabajadores y a los interminables socavones, no puedo dejar de seguir denunciando que lo sucedido podría haberse prevenido si los directivos de la empresa Yacimiento Carboníferos Fiscales (YCF siempre YCF), el Gobierno Provincial y el Gobierno Nacional hubiesen actuado con la responsabilidad y coherencia debida.
Sin embargo la única acción desarrollada por esos irresponsables ha sido la de haber destrozado, y permitirlo hacerlo, por completo la principal actividad minera de la Argentina y ejemplo de dedicación de todo un pueblo en las frías y desoladas tierras patagónicas donde varias generaciones han decidido jugarse por un futuro mejor de trabajo y solidaridad como en muy pocos sitios podemos encontrar.
Los últimos tres presidentes peronistas no han perdido oportunidad de realizar grandes anuncios desde Río Turbio: Menem “...desde estos socavones nacerá la revolución productiva...”; Duhalde “...Río Turbio debe ser uno de los lugares simbólicos donde el modelo tome fuerza, vamos a seguir invirtiendo en la empresa...” y Kirchner “...pudimos terminar en paz y con angustia una de las etapas mas duras, difíciles y criticas que le tocó vivir a la cuenca donde todo parecía que todo se extinguía...”. Obviamente que de los radicales no se puede mencionar ninguna acción positiva: Alfonsín la utilizó para fondear a punteros políticos con cargos, sueldos y abultados gastos de representación y viáticos a quienes jamás pisaron suelo rioturbiense; y De la Rúa un pobre y dañino estúpido que permitió incrementar los ilícitos que ya se venían cometiendo.
En ésta oportunidad no pretendo hacer historia de lo que significó la concesión dispuesta en el gobierno menemista con negociados, coimas, precarización laboral, desguaces patrimoniales y dilapidación de más de 60 años de esfuerzo nacional y popular. Además, de que ya me he ocupado en otros momentos de hacerlo.
Solamente ahora tengo la obligación moral y militante de exigir que sea la Justicia Federal la que realice la investigación de todo lo sucedido desde el 7 de mayo de 1994, fecha que se dispuso realizar la concesión privada, hasta estos días. La investigación debe realizarse como ejemplo de la destrucción realizada a partir del proceso privatizador y el mejor homenaje que se le pueda realizar a los trabajadores fallecidos y a quienes todos los días bajan a las profundidades de la tierra a desarrollar su honorable trabajo.
Los políticos saben que de realizarse una investigación como corresponde muchos estarían en serios problemas: legisladores provinciales y nacionales, secretarios de los estados provinciales y nacionales, ministros provinciales y nacionales, gobernadores y presidentes todos en gestión ayer y hoy. Deberían rendir cuentas por sus actos, omisiones y complicidades; junto al inescrupuloso empresario Sergio Tasselli que durante ocho años se robó todo lo que pudo mientras fue concesionario del yacimiento, así como también de otras empresas que hoy tiene en su poder.
El Ministerio Público tiene todos los elementos a su alcance para realizar las denuncias y comenzar a investigar, a saber: testimonios de todo un pueblo y de los dirigentes gremiales que fueron los “únicos” que lucharon por señalar la verdad y la continuación de la explotación, los que debieron soportar querellas temerarias y malintencionadas, informes de los organismos de control, los bienes robados del patrimonio de Y.C.F., las informaciones e investigaciones periodísticas, los cánones cobrados de forma indecente, la disminución del personal en puestos claves de control y seguridad y las miles de denuncias públicas. Están todos a su disposición.
Los fiscales no deben tener miedo. Deben actuar de forma urgente y precisa. No debemos permitir que ninguna acción de la política quede convertida como siempre sucede en un simple parte de prensa o declaración pública de que se realizará la investigación. Porque sabemos que nunca se hará de forma independiente porque sencillamente muchos quedarían salpicados.
El serio trabajo judicial sería una compensación ante tantas atrocidades cometidas y hasta un acto de reconocimiento a quienes han perdido la vida producto de la desidia oficial y privada. Y para que no se hagan los distraídos desde éstas líneas dejo señalado que el Código de Minería de la Nación (Ley Nº 1919, texto ordenado por el Decreto 456/97) es terminante en sus artículos 17, 131, 204, 234, 237, 242 y 303 sobre la seguridad en las minas.
Nuestro compromiso de hoy es no permitir ni el olvido ni el perdón. Solo justicia y sanciones.
La Educación y María Julia Alsogaray
24 de mayo del 2004
“Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos”
“El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente”
Manuel Belgrano (1770-1820)
En los mismos momentos que sale a la luz el deficiente nivel educativo de nuestros jóvenes, muchas veces tratado con liviandad y de forma irónica como si se tratara de una travesura más de la vida nacional cotidiana, se llevó adelante el juicio a María Julia Alzogaray.
Estamos promediando el año 2004, o sea el cuarto del esperado siglo XXI, y como se estaba haciendo insostenible no hubo más remedio de convencernos que la educación fue por muchas décadas arrasada por la frivolidad, el consumismo, las fiestas financieras, el exitismo barato, el menor esfuerzo y la mediocridad de los funcionarios públicos que alcanzaron el poder a través de la democracia representativa y siempre corrupta.
Sí como sociedad nos alegramos y conformamos que, a uno de los íconos fundamentales del período menemista, le cayera encima el peso de la justicia seguiremos muy equivocados. Porque la poli-multifuncionaria solamente ha sido condenada por enriquecimiento ilícito, una cuestión menor seguramente frente a los desmanes cometidos durante una década bajo el beneplácito de muchos de los que hoy nos quieren hacer creer que son diferentes y que no tienen responsabilidad alguna en todo lo sucedido.
Debemos preguntarnos si nuestros hijos, que este sistema capitalista neoliberal los abandonó con una educación descerebrada al único ritmo de las reglas del mercado, hoy pueden comprender la diferencia entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto, el honor y el deshonor, como de la justicia y la injusticia. ¿Qué importa entonces que sepan la abreviación o las siglas del Fondo Monetario Internacional o del Banco Central de la República Argentina? Nada, porque sería en definitiva preocuparnos de que ellos sepan como se dibuja la cruz esvástica y desconozcan lo que significó el fascismo para la humanidad. Esa misma lacra que hoy esta presente en los grandes Estados democráticos que dicen defender las sociedades y lideran el mundo, y que como gendarmes andan asesinando y torturando a los pueblos por doquier.
Que unos pocos, indudablemente no solamente los funcionarios públicos, se han robado todo en la República no es ninguna novedad; como tampoco lo es que un grupo de empresas y empresarios -nacionales y extranjeros- se han quedado con toda la riqueza y la renta nacional. Esa realidad es lo que desgraciadamente nunca será enjuiciada y no habrá tribunal jamás que falle al respecto, sencillamente porque las víctimas del modelo implementado no pueden ser querellantes o bien porque el desconsuelo los ha llevado a pensar que así debería ser.
Sí la educación no es diseñada para la liberación de las mujeres y los hombres, para romper los esquemas rígidos del pasado y el presente que nos agobia, para preparar a nuestros hijos para su buen desarrollo personal y de sus capacidades profesionales, laborales y creativas de nada sirve ella. Podrá ser pública, semiprivada o privada y lo mismo será más allá que satisfaga nuestras preocupaciones y ocupaciones de padres y mayores. Ahí entonces la tenemos: degradada.
¿Cuántos funcionarios y políticos deberían estar sentados frente a los jueces dando explicaciones y esperando ser sentenciados? Muchos, diría que todos los que durante décadas juraron desempeñarse lealmente y con patriotismo. Porque ya sabemos que de nada sirve prometerle a Dios, cuando a los seres vivos y humanos se los acorrala sin dudarlo en sus tropelías públicas e insaciables de poder.
Alcanzar los buenos empleos y bien remunerados junto a la posibilidad de hacer una carrera laboral o profesional sustentable en el tiempo ha quedado reservada para los sectores acomodados y bien relacionados de nuestra sociedad. Ya no sucede como en otros tiempos donde cualquier hijo del pueblo sin atender a su origen, situación económica o lugar donde se había criado y educado tenía las mismas posibilidades. Porque desde las barriadas pobres y de trabajadores todos podían crecer educativa y laboralmente, y eso ya no existe. ¿Para qué estudiarían los jóvenes?. ¿Quién puede dar esa respuesta?. Nadie.
Pero ahí está presente el otro espejo de la sociedad: el funcionariato político. Ellos son todos supuestamente educados, profesionales y bien preparados, sin embargo, cuando llegan a ocupar un cargo público se entregan a las reglas de la mentira, la corrupción y el robo. Siempre es así, sin excepciones. Porque si no roban directamente permiten que sus amigos lo hagan. Ellos callan, siempre callan. También roban, siempre roban.
Allá a lo lejos, muy lejos por cierto y en la historia, muchos jóvenes hacían sus carreras laborales en la administración pública de forma honesta, logrando capacitarse e identificarse con la cosa pública. Pero llegaron las huestes políticas para apoltronarse en esos sitios: porque había que cumplir con los compromisos de la partidocracia prometidos en las campañas electorales. No cumplen con los compromisos asumidos con la ciudadanía a la que le habían pedido los votos y al ver los resultados de sus gestiones diríamos que robado también los sufragios.
A partir de allí el juego de arreglos, coimas, prebendas, fraudes y demás barbaridades permitían llenar los bolsillos de los funcionarios, de sus familiares, de sus allegados y de sus eventuales cómplices en la insaciable vida política-partidaria-estatal. Jamás ni siquiera han sido leales entre ellos. Solamente ver sus comportamientos de ayer y de hoy lo confirma. Sus unidades básicas y comités funcionan con los dineros ilegales que supieron conseguir y no por la participación militante del pueblo y han terminado convertidos simplemente en reductos y aguantaderos de punteros políticos que no podrían soportar la más mínimas y livianas investigaciones judiciales que podamos imaginar.
¿Quién puede dudar que desde el Estado Nacional y desde los Estados Provinciales se ha abandonado la educación?. ¿Quién puede sostener verazmente que los cambios de planes educativos han dado buenos resultados?. ¿Quién puede decirnos que con los adelantos experimentados en las ciencias en los últimos tiempos ha mejorado la calidad educativa?. ¿Quién puede justificar los manoseos que han sido objeto maestros y profesores en los últimos tiempos?. Nadie.
¿Quién puede dudar que los fondos reservados, los gastos de representación, viajes y movilidad, las contrataciones y licitaciones públicas son las fuentes de financiamiento político? Solamente la justicia independiente del poder político puede establecer los ilícitos que a diario se cometen; no lo hará la justicia ajustada y diseñada desde el poder político de turno o producto de los acuerdos bipartidarios. Tampoco lo encontrarán, y no porque no existan ilícitos, los organismos de auditoría, control y anticorrupción porque esos entes son conformados por ellos mismos, sus parientes, sus amigos y aquellos que tienen su misma pertenencia política.
¿Qué nos puede preocupar que los jóvenes no lean o no estén informados? Casi muy poco, nada digamos Porque la desinformación y las operaciones mediáticas de todos los medios de prensa han conformado un círculo vicioso de mentiras. Han llevado a los más jóvenes a convertirlos en incrédulos y despreocupados por los temas nacionales e internacionales. Las vicisitudes económicas de las mayorías populares han hecho prohibitivo actualizar o establecer las bibliotecas en el hogar como antaño. Demás esta decir lo que los gobiernos han hecho de las bibliotecas públicas.
María Julia Alzogaray, criada en un hogar golpista y muy bien instruida, quedará unos días más en una confortable prisión y de forma acorde con su estirpe. ¿Algo cambiará en la vida de la República? Nada, porque no devolverá a millones de empobrecidos, desocupados y excluidos una vida digna y segura. Ella y todos los idénticos a ella, la clase política, le arrebataron el futuro a todo un pueblo con mentiras y una actuación pública deshonesta.
Pero claro, ahora el tema en boga es el de los “chicos burros”, “incultos” y “no educados”. Aunque nadie señala a los responsables que no son única, fundamental y necesariamente los padres. Ahí está un sistema educativo que ha reconvertido a nuestros maestros, otrora de excelente formación, en cocineros, mozos, enfermeros, médicos y psicólogos en lugar de educadores. Sencillamente porque hoy las escuelas permiten que millones de pibes no se mueran de hambre o desnutrición. Su función, para lo que están preparados los educadores es instruir, educar y formar a las generaciones de mujeres y hombres del mañana. Los niños deberían ser recibidos en nuestras aulas alimentados, sanos y con todas las potencialidades. Sólo así se podrán formar para enfrentar a un mundo diseñado para excluirlos y convertirlos en la mano de obra barata que necesita el sistema político-económico-social dominante en el mundo, y que en Argentina se evidencia de tal manera que únicamente podemos ser exportadores de materias primas.
Seguiremos pensando que una sola forma tiene cualquier sociedad para salvarse y dar un gran salto hacia un futuro mejor. Esa es la revolución cultural, social, moral, económica y popular que dé por tierra con todos los sufrimientos. Los políticos jamás lo harán porque son incapaces y no se permitirían quedar en el camino de a pie, menos aún dejar de ser lo que son y que todos se lo hemos permitido: Unos parásitos culpables del actual estado de cosas y situación pero con su futuro personal y familiar asegurado. Miremos simplemente la realidad actual para comprobarlo.
Ojalá podamos educar a las próximas generaciones con la verdad y en el progreso. Con la historia en una mano -sin ocultarla ni tergiversarla- y en la otra el diseño de un futuro solidario que nos hermane a todos y sin exclusiones.
Si somos capaces de lograrlo las “Marías Julias” o los “Marios Julios” serán un recuerdo del pasado y haremos realidad que las cárceles estén llenas de corruptos y las escuelas de “mujeres y hombres nuevos”.
24 de mayo del 2004
“Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos”
“El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente”
Manuel Belgrano (1770-1820)
En los mismos momentos que sale a la luz el deficiente nivel educativo de nuestros jóvenes, muchas veces tratado con liviandad y de forma irónica como si se tratara de una travesura más de la vida nacional cotidiana, se llevó adelante el juicio a María Julia Alzogaray.
Estamos promediando el año 2004, o sea el cuarto del esperado siglo XXI, y como se estaba haciendo insostenible no hubo más remedio de convencernos que la educación fue por muchas décadas arrasada por la frivolidad, el consumismo, las fiestas financieras, el exitismo barato, el menor esfuerzo y la mediocridad de los funcionarios públicos que alcanzaron el poder a través de la democracia representativa y siempre corrupta.
Sí como sociedad nos alegramos y conformamos que, a uno de los íconos fundamentales del período menemista, le cayera encima el peso de la justicia seguiremos muy equivocados. Porque la poli-multifuncionaria solamente ha sido condenada por enriquecimiento ilícito, una cuestión menor seguramente frente a los desmanes cometidos durante una década bajo el beneplácito de muchos de los que hoy nos quieren hacer creer que son diferentes y que no tienen responsabilidad alguna en todo lo sucedido.
Debemos preguntarnos si nuestros hijos, que este sistema capitalista neoliberal los abandonó con una educación descerebrada al único ritmo de las reglas del mercado, hoy pueden comprender la diferencia entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto, el honor y el deshonor, como de la justicia y la injusticia. ¿Qué importa entonces que sepan la abreviación o las siglas del Fondo Monetario Internacional o del Banco Central de la República Argentina? Nada, porque sería en definitiva preocuparnos de que ellos sepan como se dibuja la cruz esvástica y desconozcan lo que significó el fascismo para la humanidad. Esa misma lacra que hoy esta presente en los grandes Estados democráticos que dicen defender las sociedades y lideran el mundo, y que como gendarmes andan asesinando y torturando a los pueblos por doquier.
Que unos pocos, indudablemente no solamente los funcionarios públicos, se han robado todo en la República no es ninguna novedad; como tampoco lo es que un grupo de empresas y empresarios -nacionales y extranjeros- se han quedado con toda la riqueza y la renta nacional. Esa realidad es lo que desgraciadamente nunca será enjuiciada y no habrá tribunal jamás que falle al respecto, sencillamente porque las víctimas del modelo implementado no pueden ser querellantes o bien porque el desconsuelo los ha llevado a pensar que así debería ser.
Sí la educación no es diseñada para la liberación de las mujeres y los hombres, para romper los esquemas rígidos del pasado y el presente que nos agobia, para preparar a nuestros hijos para su buen desarrollo personal y de sus capacidades profesionales, laborales y creativas de nada sirve ella. Podrá ser pública, semiprivada o privada y lo mismo será más allá que satisfaga nuestras preocupaciones y ocupaciones de padres y mayores. Ahí entonces la tenemos: degradada.
¿Cuántos funcionarios y políticos deberían estar sentados frente a los jueces dando explicaciones y esperando ser sentenciados? Muchos, diría que todos los que durante décadas juraron desempeñarse lealmente y con patriotismo. Porque ya sabemos que de nada sirve prometerle a Dios, cuando a los seres vivos y humanos se los acorrala sin dudarlo en sus tropelías públicas e insaciables de poder.
Alcanzar los buenos empleos y bien remunerados junto a la posibilidad de hacer una carrera laboral o profesional sustentable en el tiempo ha quedado reservada para los sectores acomodados y bien relacionados de nuestra sociedad. Ya no sucede como en otros tiempos donde cualquier hijo del pueblo sin atender a su origen, situación económica o lugar donde se había criado y educado tenía las mismas posibilidades. Porque desde las barriadas pobres y de trabajadores todos podían crecer educativa y laboralmente, y eso ya no existe. ¿Para qué estudiarían los jóvenes?. ¿Quién puede dar esa respuesta?. Nadie.
Pero ahí está presente el otro espejo de la sociedad: el funcionariato político. Ellos son todos supuestamente educados, profesionales y bien preparados, sin embargo, cuando llegan a ocupar un cargo público se entregan a las reglas de la mentira, la corrupción y el robo. Siempre es así, sin excepciones. Porque si no roban directamente permiten que sus amigos lo hagan. Ellos callan, siempre callan. También roban, siempre roban.
Allá a lo lejos, muy lejos por cierto y en la historia, muchos jóvenes hacían sus carreras laborales en la administración pública de forma honesta, logrando capacitarse e identificarse con la cosa pública. Pero llegaron las huestes políticas para apoltronarse en esos sitios: porque había que cumplir con los compromisos de la partidocracia prometidos en las campañas electorales. No cumplen con los compromisos asumidos con la ciudadanía a la que le habían pedido los votos y al ver los resultados de sus gestiones diríamos que robado también los sufragios.
A partir de allí el juego de arreglos, coimas, prebendas, fraudes y demás barbaridades permitían llenar los bolsillos de los funcionarios, de sus familiares, de sus allegados y de sus eventuales cómplices en la insaciable vida política-partidaria-estatal. Jamás ni siquiera han sido leales entre ellos. Solamente ver sus comportamientos de ayer y de hoy lo confirma. Sus unidades básicas y comités funcionan con los dineros ilegales que supieron conseguir y no por la participación militante del pueblo y han terminado convertidos simplemente en reductos y aguantaderos de punteros políticos que no podrían soportar la más mínimas y livianas investigaciones judiciales que podamos imaginar.
¿Quién puede dudar que desde el Estado Nacional y desde los Estados Provinciales se ha abandonado la educación?. ¿Quién puede sostener verazmente que los cambios de planes educativos han dado buenos resultados?. ¿Quién puede decirnos que con los adelantos experimentados en las ciencias en los últimos tiempos ha mejorado la calidad educativa?. ¿Quién puede justificar los manoseos que han sido objeto maestros y profesores en los últimos tiempos?. Nadie.
¿Quién puede dudar que los fondos reservados, los gastos de representación, viajes y movilidad, las contrataciones y licitaciones públicas son las fuentes de financiamiento político? Solamente la justicia independiente del poder político puede establecer los ilícitos que a diario se cometen; no lo hará la justicia ajustada y diseñada desde el poder político de turno o producto de los acuerdos bipartidarios. Tampoco lo encontrarán, y no porque no existan ilícitos, los organismos de auditoría, control y anticorrupción porque esos entes son conformados por ellos mismos, sus parientes, sus amigos y aquellos que tienen su misma pertenencia política.
¿Qué nos puede preocupar que los jóvenes no lean o no estén informados? Casi muy poco, nada digamos Porque la desinformación y las operaciones mediáticas de todos los medios de prensa han conformado un círculo vicioso de mentiras. Han llevado a los más jóvenes a convertirlos en incrédulos y despreocupados por los temas nacionales e internacionales. Las vicisitudes económicas de las mayorías populares han hecho prohibitivo actualizar o establecer las bibliotecas en el hogar como antaño. Demás esta decir lo que los gobiernos han hecho de las bibliotecas públicas.
María Julia Alzogaray, criada en un hogar golpista y muy bien instruida, quedará unos días más en una confortable prisión y de forma acorde con su estirpe. ¿Algo cambiará en la vida de la República? Nada, porque no devolverá a millones de empobrecidos, desocupados y excluidos una vida digna y segura. Ella y todos los idénticos a ella, la clase política, le arrebataron el futuro a todo un pueblo con mentiras y una actuación pública deshonesta.
Pero claro, ahora el tema en boga es el de los “chicos burros”, “incultos” y “no educados”. Aunque nadie señala a los responsables que no son única, fundamental y necesariamente los padres. Ahí está un sistema educativo que ha reconvertido a nuestros maestros, otrora de excelente formación, en cocineros, mozos, enfermeros, médicos y psicólogos en lugar de educadores. Sencillamente porque hoy las escuelas permiten que millones de pibes no se mueran de hambre o desnutrición. Su función, para lo que están preparados los educadores es instruir, educar y formar a las generaciones de mujeres y hombres del mañana. Los niños deberían ser recibidos en nuestras aulas alimentados, sanos y con todas las potencialidades. Sólo así se podrán formar para enfrentar a un mundo diseñado para excluirlos y convertirlos en la mano de obra barata que necesita el sistema político-económico-social dominante en el mundo, y que en Argentina se evidencia de tal manera que únicamente podemos ser exportadores de materias primas.
Seguiremos pensando que una sola forma tiene cualquier sociedad para salvarse y dar un gran salto hacia un futuro mejor. Esa es la revolución cultural, social, moral, económica y popular que dé por tierra con todos los sufrimientos. Los políticos jamás lo harán porque son incapaces y no se permitirían quedar en el camino de a pie, menos aún dejar de ser lo que son y que todos se lo hemos permitido: Unos parásitos culpables del actual estado de cosas y situación pero con su futuro personal y familiar asegurado. Miremos simplemente la realidad actual para comprobarlo.
Ojalá podamos educar a las próximas generaciones con la verdad y en el progreso. Con la historia en una mano -sin ocultarla ni tergiversarla- y en la otra el diseño de un futuro solidario que nos hermane a todos y sin exclusiones.
Si somos capaces de lograrlo las “Marías Julias” o los “Marios Julios” serán un recuerdo del pasado y haremos realidad que las cárceles estén llenas de corruptos y las escuelas de “mujeres y hombres nuevos”.
Digamos señor Blumberg
19 de mayo del 2004
“Por sentirnos unidos en amor y fidelidad infinitos a nuestras características populares, respetamos también los derechos nacionales de los demás pueblos, y es por eso que quisiéramos de todo corazón vivir con ellos en paz y amistad”
discurso de Adolfo Hitler del 17 de mayo de 1933
DIGAMOS que para muchos esperar que “Juan Carlos Blumberg y sus cruzados” fueran las solidarias almas preocupadas por la seguridad de todos era un imposible.
DIGAMOS que la seguridad perseguida solamente era para los parecidos a él y a sus cruzados.
DIGAMOS que más allá o más acá del dolor que genera la muerte de un hijo, de cualquier otro ser querido o de cualquier humano -de eso podrían ilustrarnos en demasía las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo- tenemos que advertir cuales son los fines que se persiguen en última instancia.
DIGAMOS que Juan Carlos Blumberg se convirtió en un abanderado mediático a las pocas horas que su hijo Axel perdiera la vida a manos de delincuentes secuestradores relacionados con efectivos policiales, pero muy poco conocemos de quien era éste señor y cuales sus pensamientos e ideales.
DIGAMOS que el modo de operar de las bandas nacieron al amparo de la impunidad que políticos, jueces, fiscales y efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad supieron conseguir, y mientras esto sucedía no sabemos que hizo Juan Carlos Blumberg para denunciarlo.
DIGAMOS que mientras los muertos y los asesinados eran los hijos provenientes de los hogares y familias pobres, de los excluidos del sistema capitalista neoliberal imperante, no eran justamente éstos cruzados los que alzaban su voz y colocaban sus medios económicos para hacer conocer las más aberrantes situaciones que se padecían.
DIGAMOS que mientras los miembros de las organizaciones sociales, de los trabajadores ocupados y los desocupados y de los pertenecientes a los diferentes movimientos de piqueteros -todos ellos en lucha- todas las tergiversaciones y las operaciones de prensa, que apadrinan el sostenimiento del statu quo, estaban siempre ahí presentes y amenazantes hacia ellos.
DIGAMOS que muchos ciudadanos fueron los que acompañaron las convocatorias de la “Cruzada por Axel” de buena fe y pensando que era una forma de presionar al poder político y al judicial, para que los temas de seguridad e imperio irrestricto de la justicia sean tratados seria y urgentemente.
DIGAMOS que muchos de ellos eran los mismos que con válidos motivos se manifestaron y movilizaron para terminar con el gobierno de la Alianza, que en su partida dejo decenas de muertos y cientos de heridos en las calles de la Patria, y que todavía ella se ha olvidado de demandárselo.
DIGAMOS también que muchos de ellos a medida que las “leyes del mercado” fueron reestableciendo en parte sus ahorros y su nivel de vida, abandonaron las calles para volver a abrazar el consumo y al herido bienestar económico mientras las mayorías siguen debatiéndose entre la pobreza y la indigencia.
DIGAMOS que detrás de ésa cruzada están los “bandidos” mediáticos que son los dueños de los multimedios más poderosos que tenga presente nuestra memoria.
DIGAMOS que detrás de las convocatorias, siempre agazapados, están Radio 10, Canal 9, Infobae, Ámbito Financiero y La Nación entre muchos otros comunicadores. Como otrora supieron operar Mariano Grondona y Bernardo Neustadt, aunque a decir verdad también en estos momentos lo siguen haciendo con idéntica fiereza.
DIGAMOS que los mismos que implementaron las políticas de “mano dura” también lo están acompañando a Juan Carlos Blumberg, por más que éste lo niegue públicamente ahí están a su lado.
DIGAMOS que muchos, como Juan Carlos Blumberg, callaron en los años más terribles de la genocida dictadura militar y mientras miles perdían la vida en las calles, esas mismas calles que hoy encuentran en la inseguridad a sus propios hijos y ellos también.
DIGAMOS que hace unas semanas atrás Juan Carlos Blumberg y sus acólitos secuaces establecían la forma en que debían presentarse vestidos los desocupados y piqueteros en su movilización ante el Palacio de Justicia.
DIGAMOS que algunos de sus dirigentes aceptaron en forma estúpida dejar los pañuelos y los palos con el único fin de congraciarse y sentirse incluidos.
DIGAMOS que esa decisión no hubiera sido aceptada por Teresa Rodríguez, Aníbal Verón, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán entre tantos otros luchadores sociales masacrados.
DIGAMOS que ahora las diferencias entre hijos buenos y malos, ricos y pobres, instruidos y analfabetos o semianalfabetos, rubios y morochos, deportistas y alcohólicos o drogadictos, alimentados y hambreados, trabajadores y desocupados parece ser la divisoria de las aguas en pos de la justicia y seguridad para algunos.
DIGAMOS que si Juan Carlos Blumberg se atreve a decir que ante los policías condenados por homicidio y en prisión actualmente son “Todas las cosas hay que investigarlas a fondo: cómo fue, como no fue” debemos dudar de sus reclamos sobre una mejor y mayor justicia.
DIGAMOS que Juan Carlos Blumberg al afirmar “En ese caso el chico ese se drogaba; hizo una mala actuación, agredió a un policía” lo pone en su real dimensión ideológica que parece abrazar las premisas fascistas y reaccionarias.
DIGAMOS que si Juan Carlos Blumberg manifiesta que “La Policía después actuó mal, hizo cosas que no debía, pero tenemos que poner todo en su justa causa” debemos recordarle que hace siete años Sebastián Bordón era un joven asesinado salvajemente y que cómo su propio hijo hoy ya no está con sus padres.
DIGAMOS las cosas como son, y no como quiere hacerlas aparecer disfrazadas en sus mediáticos actos Juan Carlos Blumberg. El problema de la delincuencia no se soluciona encarcelando a los chicos cada vez a menor edad, sino dándoles la oportunidad de tener mejor y más seguro futuro.
DIGAMOS que ellos, los Blumberg, seguirán alzando los principios de mano dura y mayor represión utilizando todos los poderosos medios a su alcance mientras muchos seguimos luchando por los principios solidarios y de justicia social.
DIGAMOS que sería imposible pensar que otra Argentina es posible, si los millones de Blumberg no quieren que lo sea más allá de sus propias narices y de sus intocables intereses.
19 de mayo del 2004
“Por sentirnos unidos en amor y fidelidad infinitos a nuestras características populares, respetamos también los derechos nacionales de los demás pueblos, y es por eso que quisiéramos de todo corazón vivir con ellos en paz y amistad”
discurso de Adolfo Hitler del 17 de mayo de 1933
DIGAMOS que para muchos esperar que “Juan Carlos Blumberg y sus cruzados” fueran las solidarias almas preocupadas por la seguridad de todos era un imposible.
DIGAMOS que la seguridad perseguida solamente era para los parecidos a él y a sus cruzados.
DIGAMOS que más allá o más acá del dolor que genera la muerte de un hijo, de cualquier otro ser querido o de cualquier humano -de eso podrían ilustrarnos en demasía las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo- tenemos que advertir cuales son los fines que se persiguen en última instancia.
DIGAMOS que Juan Carlos Blumberg se convirtió en un abanderado mediático a las pocas horas que su hijo Axel perdiera la vida a manos de delincuentes secuestradores relacionados con efectivos policiales, pero muy poco conocemos de quien era éste señor y cuales sus pensamientos e ideales.
DIGAMOS que el modo de operar de las bandas nacieron al amparo de la impunidad que políticos, jueces, fiscales y efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad supieron conseguir, y mientras esto sucedía no sabemos que hizo Juan Carlos Blumberg para denunciarlo.
DIGAMOS que mientras los muertos y los asesinados eran los hijos provenientes de los hogares y familias pobres, de los excluidos del sistema capitalista neoliberal imperante, no eran justamente éstos cruzados los que alzaban su voz y colocaban sus medios económicos para hacer conocer las más aberrantes situaciones que se padecían.
DIGAMOS que mientras los miembros de las organizaciones sociales, de los trabajadores ocupados y los desocupados y de los pertenecientes a los diferentes movimientos de piqueteros -todos ellos en lucha- todas las tergiversaciones y las operaciones de prensa, que apadrinan el sostenimiento del statu quo, estaban siempre ahí presentes y amenazantes hacia ellos.
DIGAMOS que muchos ciudadanos fueron los que acompañaron las convocatorias de la “Cruzada por Axel” de buena fe y pensando que era una forma de presionar al poder político y al judicial, para que los temas de seguridad e imperio irrestricto de la justicia sean tratados seria y urgentemente.
DIGAMOS que muchos de ellos eran los mismos que con válidos motivos se manifestaron y movilizaron para terminar con el gobierno de la Alianza, que en su partida dejo decenas de muertos y cientos de heridos en las calles de la Patria, y que todavía ella se ha olvidado de demandárselo.
DIGAMOS también que muchos de ellos a medida que las “leyes del mercado” fueron reestableciendo en parte sus ahorros y su nivel de vida, abandonaron las calles para volver a abrazar el consumo y al herido bienestar económico mientras las mayorías siguen debatiéndose entre la pobreza y la indigencia.
DIGAMOS que detrás de ésa cruzada están los “bandidos” mediáticos que son los dueños de los multimedios más poderosos que tenga presente nuestra memoria.
DIGAMOS que detrás de las convocatorias, siempre agazapados, están Radio 10, Canal 9, Infobae, Ámbito Financiero y La Nación entre muchos otros comunicadores. Como otrora supieron operar Mariano Grondona y Bernardo Neustadt, aunque a decir verdad también en estos momentos lo siguen haciendo con idéntica fiereza.
DIGAMOS que los mismos que implementaron las políticas de “mano dura” también lo están acompañando a Juan Carlos Blumberg, por más que éste lo niegue públicamente ahí están a su lado.
DIGAMOS que muchos, como Juan Carlos Blumberg, callaron en los años más terribles de la genocida dictadura militar y mientras miles perdían la vida en las calles, esas mismas calles que hoy encuentran en la inseguridad a sus propios hijos y ellos también.
DIGAMOS que hace unas semanas atrás Juan Carlos Blumberg y sus acólitos secuaces establecían la forma en que debían presentarse vestidos los desocupados y piqueteros en su movilización ante el Palacio de Justicia.
DIGAMOS que algunos de sus dirigentes aceptaron en forma estúpida dejar los pañuelos y los palos con el único fin de congraciarse y sentirse incluidos.
DIGAMOS que esa decisión no hubiera sido aceptada por Teresa Rodríguez, Aníbal Verón, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán entre tantos otros luchadores sociales masacrados.
DIGAMOS que ahora las diferencias entre hijos buenos y malos, ricos y pobres, instruidos y analfabetos o semianalfabetos, rubios y morochos, deportistas y alcohólicos o drogadictos, alimentados y hambreados, trabajadores y desocupados parece ser la divisoria de las aguas en pos de la justicia y seguridad para algunos.
DIGAMOS que si Juan Carlos Blumberg se atreve a decir que ante los policías condenados por homicidio y en prisión actualmente son “Todas las cosas hay que investigarlas a fondo: cómo fue, como no fue” debemos dudar de sus reclamos sobre una mejor y mayor justicia.
DIGAMOS que Juan Carlos Blumberg al afirmar “En ese caso el chico ese se drogaba; hizo una mala actuación, agredió a un policía” lo pone en su real dimensión ideológica que parece abrazar las premisas fascistas y reaccionarias.
DIGAMOS que si Juan Carlos Blumberg manifiesta que “La Policía después actuó mal, hizo cosas que no debía, pero tenemos que poner todo en su justa causa” debemos recordarle que hace siete años Sebastián Bordón era un joven asesinado salvajemente y que cómo su propio hijo hoy ya no está con sus padres.
DIGAMOS las cosas como son, y no como quiere hacerlas aparecer disfrazadas en sus mediáticos actos Juan Carlos Blumberg. El problema de la delincuencia no se soluciona encarcelando a los chicos cada vez a menor edad, sino dándoles la oportunidad de tener mejor y más seguro futuro.
DIGAMOS que ellos, los Blumberg, seguirán alzando los principios de mano dura y mayor represión utilizando todos los poderosos medios a su alcance mientras muchos seguimos luchando por los principios solidarios y de justicia social.
DIGAMOS que sería imposible pensar que otra Argentina es posible, si los millones de Blumberg no quieren que lo sea más allá de sus propias narices y de sus intocables intereses.
No seamos los chivatos de nuestra historia
26 de febrero del 2004
Y entonces el dinero se mete en otro país y no respeta ese país por la culpa de la globalización del dinero, que no respeta a los países y a la gente.
Y entonces cuando un país se queda sin su alma, se mete el alma del dinero.
Subcomandante Insurgente Marcos
Consideré oportuno transcribir dos párrafos de la ponencia de Marcos, en el encuentro de intelectuales en Defensa de la Humanidad celebrado en México a finales de octubre del año pasado, no solamente por la verdad de la misma sino por haber sido el movimiento y ejercito zapatista una de las voces más claras en contra de la globalización desde hace poco más de diez años.
Desafortunadamente los diferentes gobiernos argentinos, desde tiempos inmemoriales y con mayor intensidad desde hace treinta años, han hecho culto del dinero por sobre la felicidad del pueblo en su conjunto, por sobre su bienestar, trabajo, educación y salud.
Cada uno de ellos, los gobiernos, que han llegado por elecciones que dan sustento a la democracia representativa o a través de inmundos golpes de estado que han quebrado el orden de la Constitución -la más temeraria y genocida ha sido la que detento el poder desde 1976 a 1983- no han sabido, y seguramente no han querido más allá de sus propuestas siempre olvidadas o vendidas, posibilitar la verdadera participación popular en el diseño de los grandes temas nacionales.
Cada uno, los gobiernos y los gobernantes, se han empecinado en llevar adelante proyectos políticos sectarios y personales que no han podido mantener en el tiempo y que han sido los responsables de llevar al país a la despreciable destrucción de todos los ámbitos imaginables.
Focalizar el tema solamente en el aspecto económico sería por demás de benévolo de mi parte, pues la hecatombe ha cruzado transversalmente toda la vida ciudadana desde la desaparición de los proyectos educativos superadores, el desprecio hacia la salud pública que garantice igualdad de atención sanitaria para todos, la desatención de nuestros mayores que han llegado a la vejez desprotegidos totalmente y envueltos en las necesidades y las penurias, la entrega a las empresas y potencias extranjeras de todas las empresas energéticas y de servicios públicos que han asfixiado y condicionado a cualquier proyecto independiente y soberano, el desplazamiento a la pobreza y la indigencia a mucho más de la mitad de la población que encuentra en la desocupación el destino inexorable de su vida, entre muchas otras cuestiones que muestran en la totalidad del mapa nacional a un territorio devastado.
Hoy las nuevas generaciones tienen uno de los futuros más tétricos que podamos imaginar, donde solamente debemos observar a millones de jóvenes que sin destino ni esperanzas pasan sus días a la espera de caerse de la vida digna, la mayoría de ellos no la han conocido, y de un mañana que los encuentre en la plenitud de la educación y el trabajo, es decir, lo que lleva a la dignidad y posibilita los proyectos de vida..
Para ínfimas minorías estos problemas están ajenos a sus preocupaciones, siendo ellas las que han logrado detentar el poder de la Nación. El poder político, económico y financiero ha diseñado un escenario dentro del cual muy pocos encuentran el estado de bienestar y la proyección futura de sus existencias. Las mayorías son las que con su esfuerzo, o bien con su hambre y necesidades postergadas, garantizan un mañana seguro, cierto y previsible para los menos.
Es imposible pensar que sin cambiar todas, absolutamente todas, las reglas de juego imperantes podamos comenzar a caminar y dirigirnos hacia un nuevo rumbo, ni siquiera intentarlo es posible porque ni bien iniciado el camino estarán los poderosísimos intereses, y los poderosos interesados, dispuestos en mantener el estado de cosas que les permite sus elevadas rentas detrás del supuesto y pretendido magnánimo poder. Solamente observar como cada ajuste que ellos realizan cada vez postra a más cantidad de seres en la humillación de la vida y ha quedado por demás de demostrado sin necesidad de mayores explicaciones.
Ser revolucionarios y enfrentar a ese bloque que se presenta como indestructible debería ser nuestra consigna y nuestra primerísima preocupación. Cargamos en nuestra mochila nuestra vergüenza de estar dónde estamos pero tenemos la memoria y el futuro por delante. Debemos proponernos la construcción, entre todos, de una nueva República porque la existente ya no sirve para el pueblo, y lo poco que de ella queda está diseñada para el servicio de los que no dudan en traicionar a los más elementales derechos humanos, principios éticos y morales como también a los intereses nacionales.
Seguramente debemos partir de volver a reconocernos como seres libres para que nuestro país se autodetermine desde la verdadera y real voluntad popular, y siguiendo el pensamiento del Subcomandante Marcos decir:
“No seamos los chivatos de nuestra historia, de nuestra conciencia, los traidores a la palabra que levantamos ayer y que hoy nos convoca para ser afilada y unida en la memoria y la vergüenza.”
26 de febrero del 2004
Y entonces el dinero se mete en otro país y no respeta ese país por la culpa de la globalización del dinero, que no respeta a los países y a la gente.
Y entonces cuando un país se queda sin su alma, se mete el alma del dinero.
Subcomandante Insurgente Marcos
Consideré oportuno transcribir dos párrafos de la ponencia de Marcos, en el encuentro de intelectuales en Defensa de la Humanidad celebrado en México a finales de octubre del año pasado, no solamente por la verdad de la misma sino por haber sido el movimiento y ejercito zapatista una de las voces más claras en contra de la globalización desde hace poco más de diez años.
Desafortunadamente los diferentes gobiernos argentinos, desde tiempos inmemoriales y con mayor intensidad desde hace treinta años, han hecho culto del dinero por sobre la felicidad del pueblo en su conjunto, por sobre su bienestar, trabajo, educación y salud.
Cada uno de ellos, los gobiernos, que han llegado por elecciones que dan sustento a la democracia representativa o a través de inmundos golpes de estado que han quebrado el orden de la Constitución -la más temeraria y genocida ha sido la que detento el poder desde 1976 a 1983- no han sabido, y seguramente no han querido más allá de sus propuestas siempre olvidadas o vendidas, posibilitar la verdadera participación popular en el diseño de los grandes temas nacionales.
Cada uno, los gobiernos y los gobernantes, se han empecinado en llevar adelante proyectos políticos sectarios y personales que no han podido mantener en el tiempo y que han sido los responsables de llevar al país a la despreciable destrucción de todos los ámbitos imaginables.
Focalizar el tema solamente en el aspecto económico sería por demás de benévolo de mi parte, pues la hecatombe ha cruzado transversalmente toda la vida ciudadana desde la desaparición de los proyectos educativos superadores, el desprecio hacia la salud pública que garantice igualdad de atención sanitaria para todos, la desatención de nuestros mayores que han llegado a la vejez desprotegidos totalmente y envueltos en las necesidades y las penurias, la entrega a las empresas y potencias extranjeras de todas las empresas energéticas y de servicios públicos que han asfixiado y condicionado a cualquier proyecto independiente y soberano, el desplazamiento a la pobreza y la indigencia a mucho más de la mitad de la población que encuentra en la desocupación el destino inexorable de su vida, entre muchas otras cuestiones que muestran en la totalidad del mapa nacional a un territorio devastado.
Hoy las nuevas generaciones tienen uno de los futuros más tétricos que podamos imaginar, donde solamente debemos observar a millones de jóvenes que sin destino ni esperanzas pasan sus días a la espera de caerse de la vida digna, la mayoría de ellos no la han conocido, y de un mañana que los encuentre en la plenitud de la educación y el trabajo, es decir, lo que lleva a la dignidad y posibilita los proyectos de vida..
Para ínfimas minorías estos problemas están ajenos a sus preocupaciones, siendo ellas las que han logrado detentar el poder de la Nación. El poder político, económico y financiero ha diseñado un escenario dentro del cual muy pocos encuentran el estado de bienestar y la proyección futura de sus existencias. Las mayorías son las que con su esfuerzo, o bien con su hambre y necesidades postergadas, garantizan un mañana seguro, cierto y previsible para los menos.
Es imposible pensar que sin cambiar todas, absolutamente todas, las reglas de juego imperantes podamos comenzar a caminar y dirigirnos hacia un nuevo rumbo, ni siquiera intentarlo es posible porque ni bien iniciado el camino estarán los poderosísimos intereses, y los poderosos interesados, dispuestos en mantener el estado de cosas que les permite sus elevadas rentas detrás del supuesto y pretendido magnánimo poder. Solamente observar como cada ajuste que ellos realizan cada vez postra a más cantidad de seres en la humillación de la vida y ha quedado por demás de demostrado sin necesidad de mayores explicaciones.
Ser revolucionarios y enfrentar a ese bloque que se presenta como indestructible debería ser nuestra consigna y nuestra primerísima preocupación. Cargamos en nuestra mochila nuestra vergüenza de estar dónde estamos pero tenemos la memoria y el futuro por delante. Debemos proponernos la construcción, entre todos, de una nueva República porque la existente ya no sirve para el pueblo, y lo poco que de ella queda está diseñada para el servicio de los que no dudan en traicionar a los más elementales derechos humanos, principios éticos y morales como también a los intereses nacionales.
Seguramente debemos partir de volver a reconocernos como seres libres para que nuestro país se autodetermine desde la verdadera y real voluntad popular, y siguiendo el pensamiento del Subcomandante Marcos decir:
“No seamos los chivatos de nuestra historia, de nuestra conciencia, los traidores a la palabra que levantamos ayer y que hoy nos convoca para ser afilada y unida en la memoria y la vergüenza.”
Cacerolas con ritmo reaccionario
22 de febrero del 2004
Los que proponen un gobierno fuerte, pueden encontrase bien en un Estado fascista; pero no podrán lograr nada en los países donde el descontento ha establecido ya sus métodos normales de expresión.
de La Crisis de la Democracia de Harold J. Laski
Las operaciones mediáticas manipuladas desde los sectores más reaccionarios de la sociedad argentina han logrado imponer en forma excluyente en el centro de la discusión nacional el tema de los cortes de calles, avenidas, rutas, autopistas y puentes. O sea, el de “los piqueteros”. Es decir, “los desocupados”.
Desde otros sectores, no alejados de la impronta reaccionaria, también se han hecho eco las diferentes organizaciones empresarias, políticas, religiosas, sindicales y otras que completan el coro de las voces que al unísono embisten de forma despiadada y mendaz contra los que han sido marginados de la posibilidad de vivir y construir una vida digna de trabajo y bienestar personal y familiar.
El gobierno nacional, desde sus diferentes estamentos, tampoco ha sido ajeno en la creación del clima de desencuentros y enfrentamiento entre los piqueteros y una porción muy importante de la ciudadanía que reclama a las autoridades y a la justicia que se tomen decisiones que en un principio deberían terminar en la prohibición de las protestas callejeras. Principio sin dudas de la criminalización, judicialización, persecución y represión inevitable sobre los que protestan en el único sitio que les ha quedado como propio y común para expresarse: las calles.
Si a todo esto le agregamos el componente de una visión y una postura de izquierda que tienen en general los movimientos de desocupados, la cuestión no es menor y no debe dejar de considerarse al momento de analizar el comportamiento de los sectores antes mencionados que aún están en la etapa de la crítica y la denuncia, aunque sabemos en lo que siempre ha terminado.
Querer pretender desconocer la incomodidad que producen los cortes sería mirar hacia otro lado, ya que es un problema real y concreto. Como ha sido concreto y real a lo largo de nuestra historia el comportamiento de una parte de la sociedad al condenar a quienes se han revelado ante las injusticias y la inexistente solución a los temas que hacen posible un estado de igualdad para todos, sin las diferencias que permiten dividirnos y que terminan inexorablemente en salvarse a cualquier costo sin mirar hacia los costados o hacia atrás porque siempre deslumbra seguir a los de arriba independientemente de quienes son y los caminos recorridos para serlo.
Es muy probable que las diferentes organizaciones de desocupados tengan que analizar la implementación de nuevas y renovadas formas de lucha para conseguir las reivindicaciones que muchos deseamos y apoyamos con todas nuestra fuerzas, lo que no significaría en lo más mínimo abandonar las movilizaciones y las calles.
Así es como podemos ver enconados contra los piqueteros a los que ayer se manifestaban en contra de los bancos hasta obligarlos a levantar empalizadas y fortificaciones en sus locales, como también arremetían contra la Justicia. Ahora que han solucionado en gran medida los problemas con sus depósitos y algunos disfrutado de las merecidas vacaciones y de la posibilidad de incrementar el consumo de bienes y servicios andan proponiendo y promocionando ir en busca de sus abolladas cacerolas para que vuelvan a sonar. Obviamente no en contra de quienes eran sus otrora enemigos sino contra los nuevos de hoy que no les permiten transitar cómodamente por las calles abarrotadas de pobreza e indigencia.
El desempleo, la pobreza, el hambre, la desatención médica y sanitaria, la desarticulada e ineficiente educación y todas las lacras del modelo neoliberal del sistema capitalista impuesto en la República Argentina están ahí, no han desaparecido y pueden caer sobre cualquiera de sus habitantes en cualquier momento y sin previo aviso tengan éstos cacerolas o palos y pañuelos; aunque jamás tocarán a los que fogonean la desunión y el enfrentamiento entre los pobres y las clases medias que van zafando como pueden del actual estado de crisis económica y social.
Entonces, otra vez la historia nos pone a prueba entre reiterar las equivocaciones propagadas por quienes muy poco les interesa el ciudadano, menos el ser humano, o buscar los caminos que nos permitan exigir que la Argentina sea un país donde puedan trabajar, educarse, curarse y progresar todos sin excepciones de ninguna índole.
De cualquier enfrentamiento entre los “Hijos del Pueblo” terminan sacando ventajas y mejores réditos económicos, políticos y sociales los “hijos de p...” de siempre, esos que se han asociado con los gobiernos militares genocidas y los democráticos que han traicionado la confianza y la voluntad popular a través de la representación impuesta y la negada participación del pueblo en las grandes decisiones y del cual siempre se han aprovechado. Otros han apoyado y aprobado a esos gobiernos que solamente detrás de su paso han dejado todo devastado.
Como en tantas otras oportunidades alzar la voz y denunciarlos es una obligación y una consigna de quienes solamente creemos que la hermandad y la solidaridad entre los hombres son indispensables para construir un mundo mejor.
Seguramente que a pesar y sin la manifiesta intención de muchos ciudadanos, aunque su comportamiento será nuevamente funcional y cómplice, ésta vez tendrá en las cacerolas un ritmo reaccionario.
No confiemos en los salvadores
12 de febrero del 2004
En las adversidades sale a la luz la virtud
Aristóteles
Considerando el actual estado de situación en lo relativo con el endeudamiento externo argentino debemos mantenernos más atentos que nunca en los acontecimientos y decisiones que se vayan sucediendo diariamente, tanto de los generados desde el exterior como de los del gobierno argentino.
Una vez más en nuestra historia es el Poder Ejecutivo Nacional el que toma en forma exclusiva a su cargo el derecho de hacer y deshacer de manera inconsulta, y conforme a su óptica política, el tema de la deuda externa que a estas alturas es considerada unánimemente como impagable, odiosa, ilegítima e ilegal; a pesar de lo cual sigue condicionando a las diferentes generaciones de ciudadanos. Omitiré en estas líneas tratar sobre su origen, monto, tasas, acuerdos, negociados y entregas llevadas adelante por los diferentes gobiernos militares genocidas, radicales, peronistas y aliancistas, ya que ha sido materia de anteriores artículos como de muchísimos otros excelentes trabajos, estudios y fallos judiciales.
En estos momentos de la vida nacional hay problemas en extremo más importantes que seguir adelante con negociaciones que tienen por un lado a un gobierno empecinado, no sin razón, en no cambiar de postura frente a los acreedores privados y a los organismos internacionales de crédito; y por el otro a éstos ajustando y agudizando al máximo sus pretensiones y presiones a niveles que desconocemos hasta donde pueden llegar más allá de lo que podamos imaginar por conocerlos perfectamente en sus prácticas de expoliación y destrucción de los países pobres y endeudados.
No es la intención tratar el acierto o la equivocación de la propuesta argentina frente a la deuda, de la cual tengo profundas reservas y reparos, ya que la correcta postura de considerar pagable en el tiempo un valor de 25 centavos por cada dólar “supuestamente debido” por los bonos emitidos en condiciones despreciables y abusivas se choca con un reconocimiento total de lo “supuestamente debido” por créditos otorgados por las organizaciones crediticias internacionales manejadas por las potencias económicas mundiales atrincheradas en el Grupo de los 7.
Lo que considero de sumo y primordial interés es tratar el protagonismo ciudadano y popular que como Nación libre e independiente tenemos la obligación de asumir, ya que desde hace 30 años el flagelo del endeudamiento nos ha llevado al actual estado de quiebra nacional que día a día se lleva hacia la pobreza e indigencia a miles de conciudadanos. Difícilmente éstos puedan volver a una situación de bienestar en tanto y en cuanto no se fijen políticas que nos permitan autodeterminarnos internacional, política, social y económicamente. No está de más reiterar la necesidad de avanzar sobre los acuerdos pendientes con los países latinoamericanos y exigir al gobierno que no se produzca ningún avance en el tema del ALCA.
La preocupación de los acreedores externos no es determinante en temas económicos y financieros solamente, sino el de no permitir que Argentina reniegue de inmorales pretensiones y de una deuda asumida como consecuencia de políticas antinacionales monitoreadas e impuestas desde afuera sobre gobiernos complacientes y entreguistas, como también, de prestamistas financieros privados que conocían perfectamente que a los niveles de tasas, valores de compra y vencimientos tendrían un final de incobrabilidad que ya ha sido verificado.
Las diferentes agresiones comerciales, económicas y financieras, a las que ahora se suman las judiciales provenientes de los países poderosos, nos deben poner en posición de intransigencia nacional y popular como asimismo de desobediencia ante todo aquello que venga imponiéndose desde el exterior. La genuflexión en los acuerdos llevados adelante por los gobiernos, la entrega del patrimonio y la renta nacional me relevan de mayores explicaciones sobre la necesidad de no seguir entregando ciegamente nuestra confianza al gobernante de turno.
No debemos dejarnos engañar con las consecuencias que traería aparejado una dura posición de la Argentina y menos aún lo que en estos días nos quieren hacer creer de que vamos camino al aislamiento del mundo. Eso es una inmensa mentira como la que nos quieren hacer creer que nuestro país esta en el camino seguro hacia una salida de la crisis económica, ya que solamente ha tenido un respiro basado exclusivamente en un ocasional y extraordinario momento de buenas exportaciones de productos primarios sin ningún tipo de valor agregado, siendo éste el que permite lograr mayores niveles de empleo y una corrección en la injusta distribución de la riqueza y el ingreso nacional. Argentina no podrá salir de la crisis sin trabajo genuino y productivo, sin salud y sin educación ajustada a las necesidades de estos tiempos. La contención a los problemas del hambre no pueden seguir la lógica del asistencialismo y los planes de subsidios que terminarán por dinamitar la capacitación del trabajador desocupado y de las futuras fuerzas que se deberán incorporar al concierto laboral.
El Gobierno Nacional no debe afrontar en soledad la responsabilidad de tratar la deuda externa, así ha sido siempre y ahí están a la vista los terribles resultados, porque fue elegido para administrar al país por cuatro años y cualquier negociación trasciende dicho lapso de tiempo. Debe ser un tema en el que debe participar la sociedad en su conjunto que es en definitiva quien afrontará las consecuencias que devengue la decisión de nuestra República. Para muestra hay que ver como hoy los sectores políticos y económicos responsables del endeudamiento y del desastre nacional se hacen los distraídos en el mejor de los casos, porque en otros están ahí disfrazados como preocupados “patriotas” cuando en realidad han sido verdaderos traidores a la Patria y a su Pueblo. Recordemos sino cuando se presentaban como salvadores.
Es en parte por lo expresado que como pueblo debemos expresarnos de todas las formas necesarias para que se comprenda que ha llegado el momento de decir basta, de que sepan que el límite de la paciencia y el sufrimiento es éste y que no estamos dispuestos a seguir ningún camino que nos conduzca a nuevos errores; sino que pretendemos encaminarnos en la senda del crecimiento y bienestar siempre postergados y por todos anhelados. Las fiestas de determinados sectores no podemos seguirlas permitiendo sobre nuestros funerales.
Es un tiempo de coraje y bravura donde muchos pueblos van demostrando hasta dónde no están dispuestos a aguantar más agresiones de cualquier índole, nuestra militancia activa debe encontrarnos movilizados y expectantes para enfrentar a cada una de las agresiones recibidas tanto desde el exterior como dentro de nuestras fronteras; sabiendo que esta vez nuestras respuestas deben ser más potentes y fuertes que los empellones recibidos. A ellos nada les preocupa nuestra destrucción y sin embargo nosotros, los ciudadanos, tenemos el deber indelegable de defender nuestro futuro y el de nuestros hijos, porque ya sabemos que desde la política partidaria nada se ha realizado para solucionar los problemas sino por el contrario se han empedernido en agudizarlos.
Son tiempos de ser serios y enérgicos, dejar de lado nuestras conveniencias personales para garantizar un nuevo tiempo con nuevas respuestas y acciones, las negociaciones deben ser llevadas adelante de forma transparente con intervención del Congreso Nacional que tiene el mandato constitucional de intervenir en el tema del endeudamiento externo nacional, aún a pesar de nuestras confirmadas dudas sobre muchos de sus integrantes. Desde los Concejos Deliberantes y las Legislaturas Provinciales se debe exigir al Gobierno Nacional que sea honesto, sincero y que actúe sin mentir. Dentro de las organizaciones políticas, obreras, sociales y comunitarias debemos estar informados de cada paso dado, debatir y actuar en consecuencia, tanto sea para apoyar como para rechazar a la gestión gubernamental.
No confiemos en los salvadores. Salvémonos nosotros, a nuestros hijos y a nuestra Nación.
12 de febrero del 2004
En las adversidades sale a la luz la virtud
Aristóteles
Considerando el actual estado de situación en lo relativo con el endeudamiento externo argentino debemos mantenernos más atentos que nunca en los acontecimientos y decisiones que se vayan sucediendo diariamente, tanto de los generados desde el exterior como de los del gobierno argentino.
Una vez más en nuestra historia es el Poder Ejecutivo Nacional el que toma en forma exclusiva a su cargo el derecho de hacer y deshacer de manera inconsulta, y conforme a su óptica política, el tema de la deuda externa que a estas alturas es considerada unánimemente como impagable, odiosa, ilegítima e ilegal; a pesar de lo cual sigue condicionando a las diferentes generaciones de ciudadanos. Omitiré en estas líneas tratar sobre su origen, monto, tasas, acuerdos, negociados y entregas llevadas adelante por los diferentes gobiernos militares genocidas, radicales, peronistas y aliancistas, ya que ha sido materia de anteriores artículos como de muchísimos otros excelentes trabajos, estudios y fallos judiciales.
En estos momentos de la vida nacional hay problemas en extremo más importantes que seguir adelante con negociaciones que tienen por un lado a un gobierno empecinado, no sin razón, en no cambiar de postura frente a los acreedores privados y a los organismos internacionales de crédito; y por el otro a éstos ajustando y agudizando al máximo sus pretensiones y presiones a niveles que desconocemos hasta donde pueden llegar más allá de lo que podamos imaginar por conocerlos perfectamente en sus prácticas de expoliación y destrucción de los países pobres y endeudados.
No es la intención tratar el acierto o la equivocación de la propuesta argentina frente a la deuda, de la cual tengo profundas reservas y reparos, ya que la correcta postura de considerar pagable en el tiempo un valor de 25 centavos por cada dólar “supuestamente debido” por los bonos emitidos en condiciones despreciables y abusivas se choca con un reconocimiento total de lo “supuestamente debido” por créditos otorgados por las organizaciones crediticias internacionales manejadas por las potencias económicas mundiales atrincheradas en el Grupo de los 7.
Lo que considero de sumo y primordial interés es tratar el protagonismo ciudadano y popular que como Nación libre e independiente tenemos la obligación de asumir, ya que desde hace 30 años el flagelo del endeudamiento nos ha llevado al actual estado de quiebra nacional que día a día se lleva hacia la pobreza e indigencia a miles de conciudadanos. Difícilmente éstos puedan volver a una situación de bienestar en tanto y en cuanto no se fijen políticas que nos permitan autodeterminarnos internacional, política, social y económicamente. No está de más reiterar la necesidad de avanzar sobre los acuerdos pendientes con los países latinoamericanos y exigir al gobierno que no se produzca ningún avance en el tema del ALCA.
La preocupación de los acreedores externos no es determinante en temas económicos y financieros solamente, sino el de no permitir que Argentina reniegue de inmorales pretensiones y de una deuda asumida como consecuencia de políticas antinacionales monitoreadas e impuestas desde afuera sobre gobiernos complacientes y entreguistas, como también, de prestamistas financieros privados que conocían perfectamente que a los niveles de tasas, valores de compra y vencimientos tendrían un final de incobrabilidad que ya ha sido verificado.
Las diferentes agresiones comerciales, económicas y financieras, a las que ahora se suman las judiciales provenientes de los países poderosos, nos deben poner en posición de intransigencia nacional y popular como asimismo de desobediencia ante todo aquello que venga imponiéndose desde el exterior. La genuflexión en los acuerdos llevados adelante por los gobiernos, la entrega del patrimonio y la renta nacional me relevan de mayores explicaciones sobre la necesidad de no seguir entregando ciegamente nuestra confianza al gobernante de turno.
No debemos dejarnos engañar con las consecuencias que traería aparejado una dura posición de la Argentina y menos aún lo que en estos días nos quieren hacer creer de que vamos camino al aislamiento del mundo. Eso es una inmensa mentira como la que nos quieren hacer creer que nuestro país esta en el camino seguro hacia una salida de la crisis económica, ya que solamente ha tenido un respiro basado exclusivamente en un ocasional y extraordinario momento de buenas exportaciones de productos primarios sin ningún tipo de valor agregado, siendo éste el que permite lograr mayores niveles de empleo y una corrección en la injusta distribución de la riqueza y el ingreso nacional. Argentina no podrá salir de la crisis sin trabajo genuino y productivo, sin salud y sin educación ajustada a las necesidades de estos tiempos. La contención a los problemas del hambre no pueden seguir la lógica del asistencialismo y los planes de subsidios que terminarán por dinamitar la capacitación del trabajador desocupado y de las futuras fuerzas que se deberán incorporar al concierto laboral.
El Gobierno Nacional no debe afrontar en soledad la responsabilidad de tratar la deuda externa, así ha sido siempre y ahí están a la vista los terribles resultados, porque fue elegido para administrar al país por cuatro años y cualquier negociación trasciende dicho lapso de tiempo. Debe ser un tema en el que debe participar la sociedad en su conjunto que es en definitiva quien afrontará las consecuencias que devengue la decisión de nuestra República. Para muestra hay que ver como hoy los sectores políticos y económicos responsables del endeudamiento y del desastre nacional se hacen los distraídos en el mejor de los casos, porque en otros están ahí disfrazados como preocupados “patriotas” cuando en realidad han sido verdaderos traidores a la Patria y a su Pueblo. Recordemos sino cuando se presentaban como salvadores.
Es en parte por lo expresado que como pueblo debemos expresarnos de todas las formas necesarias para que se comprenda que ha llegado el momento de decir basta, de que sepan que el límite de la paciencia y el sufrimiento es éste y que no estamos dispuestos a seguir ningún camino que nos conduzca a nuevos errores; sino que pretendemos encaminarnos en la senda del crecimiento y bienestar siempre postergados y por todos anhelados. Las fiestas de determinados sectores no podemos seguirlas permitiendo sobre nuestros funerales.
Es un tiempo de coraje y bravura donde muchos pueblos van demostrando hasta dónde no están dispuestos a aguantar más agresiones de cualquier índole, nuestra militancia activa debe encontrarnos movilizados y expectantes para enfrentar a cada una de las agresiones recibidas tanto desde el exterior como dentro de nuestras fronteras; sabiendo que esta vez nuestras respuestas deben ser más potentes y fuertes que los empellones recibidos. A ellos nada les preocupa nuestra destrucción y sin embargo nosotros, los ciudadanos, tenemos el deber indelegable de defender nuestro futuro y el de nuestros hijos, porque ya sabemos que desde la política partidaria nada se ha realizado para solucionar los problemas sino por el contrario se han empedernido en agudizarlos.
Son tiempos de ser serios y enérgicos, dejar de lado nuestras conveniencias personales para garantizar un nuevo tiempo con nuevas respuestas y acciones, las negociaciones deben ser llevadas adelante de forma transparente con intervención del Congreso Nacional que tiene el mandato constitucional de intervenir en el tema del endeudamiento externo nacional, aún a pesar de nuestras confirmadas dudas sobre muchos de sus integrantes. Desde los Concejos Deliberantes y las Legislaturas Provinciales se debe exigir al Gobierno Nacional que sea honesto, sincero y que actúe sin mentir. Dentro de las organizaciones políticas, obreras, sociales y comunitarias debemos estar informados de cada paso dado, debatir y actuar en consecuencia, tanto sea para apoyar como para rechazar a la gestión gubernamental.
No confiemos en los salvadores. Salvémonos nosotros, a nuestros hijos y a nuestra Nación.
Muchos otros más primeros de enero
1 de enero del 2004
Otro primero de enero con sus perfumes cubanos y zapatistas ha llegado, uno para cumplir 45 años y otro poco menos que una cuarta parte, 10 años.
Ahí está en el almanaque dando comienzo a cada nuevo año, ese cúmulo de 365 días en los cuales la inmensa mayoría de la humanidad -niños, jóvenes, adultos y ancianos- sufren y ven sufrir a sus congéneres de los peores males que un sistema desacreditado y perverso se empecina en seguir subsistiendo a costa de sus horripilantes acciones.
Muchos en todo el orbe tienen la certeza de que “Otro mundo es posible” y miles de millones están convencidos que además de posible es realizable. O sea, “Otro mundo es realizable”.
Los ejemplos de Cuba y Chiapas están ahí siempre presentes, siempre señalando un camino, siempre indicando un horizonte.
Diciéndonos que los ideales de dignidad y autodeterminación no deben quedar resignados a improntas de un mercado neoliberal capitalista por más globalizado que se presente y por más que escandalosamente sus incalculables y poderosísimas armas de muerte imperialista, las de guerra y las otras, apunten y disparen por doquier, para aumentar sus dominios territoriales, políticos, económicos y financieros.
Es por eso que los indígenas mexicanos y los guajiros cubanos les hacen frente a la vida, diseñan un futuro mejor y no dudan en seguir adelante sin pedir permiso y sin necesidad de tolerar nada, absolutamente nada, de un conjunto de naciones “bárbaras” que se han autodefinido como países del Primer Mundo. Una muy detestable forma de presentarse ante todos como lo mejor, lo bueno y lo único; cuando en realidad son lo arrogante, lo invasor, lo colonialista y lo asesino. Ese primer mundo que pretende ser “el eje del bien”, pero sin aclarar de qué bien o bienestar se trata.
Para los zapatistas que desde la selva Lacandona dijeron ¡Hoy decimos basta!, o para los cubanos que desde la isla siguen sosteniendo ¡Hasta la victoria, siempre! hay un solo hilo conductor, una mirada diferente del mundo y de la vida. La solidaridad y la hermandad con los pueblos no ha caído en el cesto de la basura que el capitalismo ha intentado convertir a las otras tierras. Esas tierras a las cuales devasta sin miramientos y a escalas tan degradantes para asegurarse un futuro solo para ellos, los elegidos, y que por una ancha y larga autopista llevan a millones de millones para arrojarlos en la desesperación, el hambre y la exclusión.
Entonces, como en 1959 y 1994 comienza un nuevo año y tenemos dos faros que nos indican otras tierras, otras mujeres, otros hombres, otras ilusiones y otras luchas. Tan añoradas como muchas tierras que tienen a sus valerosas mujeres y hombres bravamente parados y preparados para detenerlos y hacer que el mundo cambie. Porque de eso se trata. De ser revolucionarios. De ser rebeldes. De ser desobedientes. Para que la anunciada partida de defunción del horror hegemónico imperialista, ese salvaje e inhumano, día a día se astille más en su desesperación por conseguir mayor poder y que siga cometiendo cada vez más errores hasta su propia, y deseada por muchos, destrucción.
Al comenzar un nuevo año llegarán las mentiras de siempre, todas las ya conocidas y las remozadas para cada ocasión que sea necesario. Acá y allá estaremos para enfrentarlas y denunciarlas porque hemos aprendido a “sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”.
Hoy es primero de enero y tenemos un año por delante, muchos años, toda una vida si es necesario, para seguir pensando que “todo es irreal menos la Revolución”.
Porque de eso se trata, de que cada pueblo busque la libertad, justicia, solidaridad y hermandad necesarias, en cualquier rincón del planeta para que todos puedan vivir y desarrollarse plenamente, y es por eso que soñaremos, lucharemos y trabajaremos por “muchos otros más primeros de enero”.
1 de enero del 2004
Otro primero de enero con sus perfumes cubanos y zapatistas ha llegado, uno para cumplir 45 años y otro poco menos que una cuarta parte, 10 años.
Ahí está en el almanaque dando comienzo a cada nuevo año, ese cúmulo de 365 días en los cuales la inmensa mayoría de la humanidad -niños, jóvenes, adultos y ancianos- sufren y ven sufrir a sus congéneres de los peores males que un sistema desacreditado y perverso se empecina en seguir subsistiendo a costa de sus horripilantes acciones.
Muchos en todo el orbe tienen la certeza de que “Otro mundo es posible” y miles de millones están convencidos que además de posible es realizable. O sea, “Otro mundo es realizable”.
Los ejemplos de Cuba y Chiapas están ahí siempre presentes, siempre señalando un camino, siempre indicando un horizonte.
Diciéndonos que los ideales de dignidad y autodeterminación no deben quedar resignados a improntas de un mercado neoliberal capitalista por más globalizado que se presente y por más que escandalosamente sus incalculables y poderosísimas armas de muerte imperialista, las de guerra y las otras, apunten y disparen por doquier, para aumentar sus dominios territoriales, políticos, económicos y financieros.
Es por eso que los indígenas mexicanos y los guajiros cubanos les hacen frente a la vida, diseñan un futuro mejor y no dudan en seguir adelante sin pedir permiso y sin necesidad de tolerar nada, absolutamente nada, de un conjunto de naciones “bárbaras” que se han autodefinido como países del Primer Mundo. Una muy detestable forma de presentarse ante todos como lo mejor, lo bueno y lo único; cuando en realidad son lo arrogante, lo invasor, lo colonialista y lo asesino. Ese primer mundo que pretende ser “el eje del bien”, pero sin aclarar de qué bien o bienestar se trata.
Para los zapatistas que desde la selva Lacandona dijeron ¡Hoy decimos basta!, o para los cubanos que desde la isla siguen sosteniendo ¡Hasta la victoria, siempre! hay un solo hilo conductor, una mirada diferente del mundo y de la vida. La solidaridad y la hermandad con los pueblos no ha caído en el cesto de la basura que el capitalismo ha intentado convertir a las otras tierras. Esas tierras a las cuales devasta sin miramientos y a escalas tan degradantes para asegurarse un futuro solo para ellos, los elegidos, y que por una ancha y larga autopista llevan a millones de millones para arrojarlos en la desesperación, el hambre y la exclusión.
Entonces, como en 1959 y 1994 comienza un nuevo año y tenemos dos faros que nos indican otras tierras, otras mujeres, otros hombres, otras ilusiones y otras luchas. Tan añoradas como muchas tierras que tienen a sus valerosas mujeres y hombres bravamente parados y preparados para detenerlos y hacer que el mundo cambie. Porque de eso se trata. De ser revolucionarios. De ser rebeldes. De ser desobedientes. Para que la anunciada partida de defunción del horror hegemónico imperialista, ese salvaje e inhumano, día a día se astille más en su desesperación por conseguir mayor poder y que siga cometiendo cada vez más errores hasta su propia, y deseada por muchos, destrucción.
Al comenzar un nuevo año llegarán las mentiras de siempre, todas las ya conocidas y las remozadas para cada ocasión que sea necesario. Acá y allá estaremos para enfrentarlas y denunciarlas porque hemos aprendido a “sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo”.
Hoy es primero de enero y tenemos un año por delante, muchos años, toda una vida si es necesario, para seguir pensando que “todo es irreal menos la Revolución”.
Porque de eso se trata, de que cada pueblo busque la libertad, justicia, solidaridad y hermandad necesarias, en cualquier rincón del planeta para que todos puedan vivir y desarrollarse plenamente, y es por eso que soñaremos, lucharemos y trabajaremos por “muchos otros más primeros de enero”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario